Sanxenxo, ¡®mon amour¡¯
Un alcalde que expulsa a sus ediles, un Rey em¨¦rito, Rajoy y Amancio Ortega en el municipio ingobernable
En 1993 una moci¨®n de censura conmocion¨® Sanxenxo, el pueblo inconmovible. Hasta ese a?o, la capital tur¨ªstica gallega hab¨ªa sido gobernada casi por defecto, como una especie de piloto autom¨¢tico que los dioses ponen en algunos sitios, por la derecha. Pero un partido y un hombre, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Lorenzo, del PSOE, le pusieron proa al d¨¦bil gobierno del popular Jos¨¦ Antonio Nieto Barros. Durante los dos a?os hasta las elecciones, 93-95, en una situaci¨®n tormentosa y fr¨¢gil, con la corporaci¨®n en guerra, el PSOE gobern¨® Sanxenxo con una suavidad y eficacia asombrosa.
Se produjo el milagro y los socialistas ganaron por mayor¨ªa absoluta: lo nunca visto. Si el pueblo de decenas de playas y 18.000 habitantes que quintuplicaba su poblaci¨®n en verano fue gobernado con talento entre las convulsiones del anterior mandato, ahora el PSOE ten¨ªa concejales suficientes para demostrar de todo lo que pod¨ªa ser capaz sin palos en las ruedas. Lo que ocurri¨® al d¨ªa siguiente ya es historia: el nuevo alcalde, Rodr¨ªguez Lorenzo, y tres concejales suyos empezaron una guerra sin cuartel por las ¨¢reas de gobierno entre insultos, amenazas y, en un pleno in¨¦dito, la orden del regidor a la polic¨ªa para expulsar de la sala¡ a tres ediles suyos, qued¨¢ndose en minor¨ªa y perdiendo las votaciones. Todo ello, bajo el grito del propio alcalde: "?Este pueblo es ingobernable!".
Cuatro a?os despu¨¦s el PP gan¨® por mayor¨ªa absoluta. No con cualquiera. Apareci¨® en escena Telmo Mart¨ªn, empresario de la construcci¨®n que no dej¨® nada sin prometer. Entre sus logros m¨¢s medi¨¢ticos, acerc¨® al rey Juan Carlos I a Sanxenxo, donde ahora pasa varios d¨ªas al a?o, y cultiv¨® un puerto deportivo lleno de locales de moda en los que se dejaba caer el famoseo, tambi¨¦n pol¨ªticos residentes como Rajoy (residentes porque pasan el verano aqu¨ª, no por diyeis). En el puerto ahora amarran desde Amancio Ortega hasta cualquier empresario que alg¨²n d¨ªa quiera serlo.
Mart¨ªn, tras repetir mandato, se fue a Pontevedra a intentar ser alcalde y dej¨® el bast¨®n a su segunda, Catalina Gonz¨¢lez Bea. Mart¨ªn se present¨® en la capital, pero all¨ª manda desde 1999 Fern¨¢ndez Lores, del BNG. Tras rendirse, el PP le hizo un hueco en el Congreso a Mart¨ªn, a quien la Ley de Transparencia hizo el diputado m¨¢s rico de Espa?a (por dinero, no gracias a la ley). Volvi¨® a Sanxenxo a pelear con su sucesora y perdi¨® frente a un nuevo partido, el SAL (Sanxenxo Agrupaci¨®n Liberal), que gobern¨® dos a?os con Gonzalo Pita como alcalde. Pero Pita perdi¨® los apoyos de PSOE y BNG y agradeci¨® a Mart¨ªn su ¡°honestidad¡± mientras le entregaba el bast¨®n de mando: gracias a un pacto, ¨¦l ser¨ªa el nuevo teniente de alcalde y Telmo Mart¨ªn, alcalde. As¨ª ha sido siempre con el favorito a la reelecci¨®n este domingo en Sanxenxo: conseguir lo que quiere mientras le dan las gracias.
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