Jos¨¦ L¨®pez, el pol¨ªtico que ha unido en su contra a PP, PSOE y Cs en Cartagena
El dirigente cantonalista ha insultado y descalificado en diversas ocasiones a los l¨ªderes locales de las tres formaciones
La aritm¨¦tica electoral genera a veces extra?os acuerdos, como el pacto a tres entre PP, PSOE y Ciudadanos para repartirse la alcald¨ªa de Cartagena (Murcia) los pr¨®ximos cuatro a?os. Una combinaci¨®n que, de entrada, podr¨ªa parecer imposible, pero que se ha gestado para evitar un ¡°mal mayor¡±: que el l¨ªder del partido local cantonalista Movimiento Ciudadano, Jos¨¦ L¨®pez, se hiciera con el bast¨®n de mando con sus ocho concejales de una corporaci¨®n local de 27 y una mayor¨ªa absoluta de 14.
No habr¨ªa sido la primera vez de L¨®pez como alcalde, ni la que ostent¨® el poder con menos concejales. En 2015, este empresario cartagenero de 52 a?os, con negocios relacionados con el caf¨¦ en Cartagena y Nicaragua, lleg¨® a la alcald¨ªa con solo cinco representantes de la mano de la socialista Ana Bel¨¦n Castej¨®n, la misma que ahora se ha aliado con el PP, en contra de la direcci¨®n de su propio partido, para arrebat¨¢rsela.
Lo que comenz¨® como un matrimonio bien avenido entre dos personas con ideolog¨ªas totalmente diferentes pero con el objetivo com¨²n de sacar de la alcald¨ªa a la popular Pilar Barreiro acab¨® con una ruptura del pacto de Gobierno cuando en enero de 2018. L¨®pez acus¨® entonces a la que todav¨ªa era su socia en el Ayuntamiento de¡°corrupta¡±, ¡°traidora¡±, ¡°maltratadora¡± e ¡°incapaz¡± por no sacar adelante una rebaja en las tarifas municipales del agua, llegando incluso a pedir su dimisi¨®n. Castej¨®n asegur¨® entonces que esos ¡°insultos y amenazas¡± de L¨®pez eran la gota que colmaba el vaso tras meses de ¡°deslealtad manifiesta¡± y de hacer oposici¨®n desde dentro del propio Gobierno. Probablemente se quitaba tambi¨¦n un gran peso de encima al no tener que defender m¨¢s las malas formas, autoritarias y despreciativas, que a menudo empleaba en el pleno contra el resto de concejales. En una de las sesiones, la propia Castej¨®n se sinti¨® intimidada y suspendi¨® la reuni¨®n despu¨¦s de que L¨®pez diera un fuerte golpe en la mesa de la presidencia y empujara con vehemencia una puerta que a punto estuvo de golpearla.
Sus exabruptos, que han protagonizado varios v¨ªdeos virales a lo largo del pasado mandato, no le han impedido ser el pol¨ªtico m¨¢s votado en la ciudad: 24.000 cartageneros apoyaron en las urnas su discurso, basado en buena medida en la aversi¨®n que, seg¨²n ¨¦l, se da desde la capital en contra de la ciudad, para la que reclama recuperar la provincia hist¨®rica que fue desde ¨¦poca de los romanos. Los 8 concejales que logr¨® estaban muy lejos de la mayor¨ªa absoluta de 14, pero la misma noche electoral L¨®pez ya se daba por alcalde, dispuesto a gobernar cuatro a?os en minor¨ªa, sin apoyo de ning¨²n otro partido, a los que ve¨ªa tambi¨¦n incapaces de pactar entre ellos.
El acuerdo al que estos sin embargo llegaron, similar al que ¨¦l mismo alcanz¨® en 2015, no le sent¨® nada bien. Al d¨ªa siguiente a la constituci¨®n del Ayuntamiento se manifestaba a sus puertas junto con unos 200 simpatizantes del partido. Y, pu?o en alto, presum¨ªa a gritos de decir ¡°verdades como pu?os y, si hace falta, a la cara, que es donde hay que d¨¢rselas¡±, a la vez que invitaba a sus seguidores a decir al nuevo equipo de Gobierno, cuando se lo crucen por la calle, el ¡°desprecio¡± que sienten por ellos. ¡°Llamo corruptos a los corruptos, porque lo son. Y llamo murcios a los murcios, a los que nos roban el desarrollo, a los que nos roban la vida, a los que nos atrasan y a los que nos condenan"; "los puestos de trabajo y el dinero, otra vez a la puta Murcia¡±, continuaba su arenga. PP, PSOE y Cs llegaron a poner los v¨ªdeos en los que se escucha su discurso en conocimiento de la Fiscal¨ªa, por considerar que pod¨ªan suponer una incitaci¨®n al odio, aunque finalmente el ministerio p¨²blico ha decidido que no abrir¨¢ diligencias de oficio contra L¨®pez. De haberlo hecho, tampoco le pillar¨ªa de nuevas: en 2016, el que fuera director general de Calidad Educativa de la comunidad aut¨®noma, Fernando Mateo, lo denunci¨® por amenazas y calumnias tras los insultos que profiri¨® contra ¨¦l en un acto p¨²blico en el que hab¨ªan coincidido. En 2012 el exalcalde socialista Jos¨¦ Antonio Alonso le hab¨ªa llevado tambi¨¦n ante la justicia acus¨¢ndolo de injurias y calumnias durante la campa?a electoral.
Sus malas formas y salidas de tono le han hecho protagonista de otros episodios virales, como cuando llam¨® ¡°cortito¡± al l¨ªder local de Ciudadanos, Manuel Pad¨ªn, en un pleno en el que acab¨® requiriendo a la polic¨ªa local para que desalojara a los concejales naranjas. No fue la primera vez ni la ¨²ltima que atac¨® a las capacidades intelectuales de Pad¨ªn, con estudios de derecho y amplia experiencia como administrador de fincas y gesti¨®n inmobiliaria.
Tambi¨¦n ha tenido palabras desagradables para la candidata del PP, Noelia Arroyo, de quien afirm¨® en campa?a que sus principales cualidades eran su pelo rubio y sus labios pintados. A ella la ha acusado tambi¨¦n en numerosas ocasiones de ser m¨¢s de Murcia que de Cartagena, donde naci¨®, llegando a afirmar que se hab¨ªa casado en la catedral de la capital, algo que no hab¨ªa sucedido.
El pacto entre Castej¨®n, Arroyo y Pad¨ªn que L¨®pez daba por imposible la noche electoral no lo parece tanto al repasar la lista de ataques del cantonalista a sus rivales pol¨ªticos.
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