Demasiados ahogados sin socorro

El ¨²ltimo episodio se registr¨® este mismo s¨¢bado. Una ni?a de 11 a?os fallec¨ªa en Asturias despu¨¦s de caer el pasado mi¨¦rcoles a un embalse mientras jugaba con una amiga. Celebraban el cumplea?os de una de ellas cuando se precipitaron al agua. Pese a que un pirag¨¹ista consigui¨® sacarlas, ambas fueron trasladadas de urgencia hasta el hospital, donde este s¨¢bado una de ellas permanec¨ªa en estado grave y la otra mor¨ªa, sum¨¢ndose a una larga lista de ahogados. Solo en el primer semestre del a?o, han perdido la vida 135 personas en el agua.

El 1 de junio, por ejemplo, fallec¨ªan otras cinco personas. En una sola jornada. Sin acaparar grandes titulares. A las 13.00 de ese d¨ªa el cuerpo de un hombre de 44 a?os era avistado flotando en el r¨ªo Louro, a la altura de O Porri?o (Pontevedra). Solo dos horas m¨¢s tarde, dos hermanos de 47 y 49 a?os fallec¨ªan en la cala de Eretzin (Hondarribia, Gipuzkoa). Eran oriundos de la localidad de Ibarra y, seg¨²n relataron algunos testigos a los sanitarios que acudieron al rescate, uno cay¨® al agua en la zona del acantilado del monte Jaizkibel, y el otro se lanz¨® al mar con la intenci¨®n de salvarlo. Poco despu¨¦s, la Cruz Roja advert¨ªa a los ba?istas de que extremaran el cuidado porque hasta el 15 de junio no habr¨ªa vigilantes en la zona.

Hora y media m¨¢s tarde, pasadas las 16.30, un hombre de 48 a?os se ahogaba en la cascada de Pedrosa de Tobalina, en Valle de Tobalina (Burgos). Lograron sacarlo del agua, pero no pudieron reanimarlo. Y hacia las 18.00 los bomberos de Madrid comenzaban la b¨²squeda de un ba?ista desaparecido cuando estaba nadando en el r¨ªo Jarama, a su paso por Aranjuez. Supuestamente, el hombre, que estaba acompa?ado por un amigo, se meti¨® en el r¨ªo para darse un ba?o, pero empez¨® a mostrar que ten¨ªa problemas dando manotazos en el agua, seg¨²n contaron fuentes del 112. El otro hombre trat¨® de rescatarlo pero no lo consigui¨® y tuvo que salir del r¨ªo, tambi¨¦n con dificultad, mientras ve¨ªa hundirse a su amigo, de 37 a?os, cuyo cuerpo finalmente fue localizado.

Cinco ahogados en un solo d¨ªa, que se ajustan a las estad¨ªsticas: el 88% de todos los ahogamientos registrados entre enero y junio se produjeron en espacios sin vigilancia. La mayor parte de las v¨ªctimas fueron varones. Y el 66% de total, mayor de 45 a?os.

El 29 de junio perecieron otros cuatro ba?istas, todos hombres de 34, 35, 50 y 62 a?os, en la costa de Galicia, en un pantano de Asturias, en un embalse de ?vila y en una playa de Almer¨ªa. Y desde el pasado 15 de junio, la media es de dos ahogados diarios. Y el verano ¡ªla peor ¨¦poca seg¨²n las estad¨ªsticas que elabora la Real Federaci¨®n Espa?ola de Salvamento y Socorrismo, dependiente del Consejo Superior de Deportes¡ª no ha hecho m¨¢s que empezar. Esta entidad, sin ¨¢nimo de lucro, y que destina el dinero que obtiene de los cursos de socorrismo que imparte a la prevenci¨®n y los estudios, es el ¨²nico organismo que existe en Espa?a a escala nacional para la seguridad acu¨¢tica.

¡°?Qu¨¦ est¨¢ fallando para que el n¨²mero de muertes no deje de crecer?¡±, se pregunta ret¨®ricamente Isabel Garc¨ªa Sanz, la presidenta de esta federaci¨®n: ¡°Influyen varios factores, en primer lugar, que no tenemos la conciencia de que el medio acu¨¢tico sea un medio peligroso, sino de ocio y diversi¨®n, y no prestamos las debidas precauciones, que en cambio s¨ª tomamos en otros ¨¢mbitos, como la conducci¨®n o los deportes de riesgo¡±, dice. ¡°Pero lo m¨¢s grave es que en el ¨¢mbito acu¨¢tico no existe ninguna regulaci¨®n estatal, solo existen normativas a nivel auton¨®mico y solo en lo relativo a las piscinas, no a las playas¡±. No existe un registro del n¨²mero de socorristas que hay en Espa?a, ni tampoco hay una regulaci¨®n en cuanto a su formaci¨®n, se?ala. ¡°Puedes encontrar empresas que dan t¨ªtulos de socorristas on line de diez horas y que ni te ven tirarte a la piscina; y otras que piden seis meses de entrenamiento y con unas pruebas exigentes¡±, describe. ¡°Hay Ayuntamientos que se?alizan los lugares peligrosos de un modo y otros de otro, y algunos que no los se?alizan para no ahuyentar el turismo¡±, explica. ¡°Es un aut¨¦ntico caos en todos los sentidos, es como si en unos pueblos permitieran ir a 200 kil¨®metros por hora y en otros a 50¡±, sentencia Garc¨ªa, en referencia a unas cifras anuales siempre tr¨¢gicas.

La federaci¨®n lleva a?os demandando que se cree un ¡°plan general de seguridad acu¨¢tica o un plan estatal de seguridad acu¨¢tica, algo parecido a la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico pero para el mundo acu¨¢tico¡±. Fuentes del organismo reclaman que en ¨¦l deber¨ªan tener participaci¨®n varios ministerios: ¡°Sanidad, Educaci¨®n e Interior, porque es un tema de seguridad de las personas¡±.

Los datos dram¨¢ticos y la situaci¨®n administrativa parecen hacer necesario y urgente que se regule la formaci¨®n de los vigilantes y que se homologue la se?alizaci¨®n en los diferentes espacios acu¨¢ticos. ¡°La mayor parte de las autonom¨ªas tienen normativas [para regular el ocio acu¨¢tico] que tienen m¨¢s de 30 a?os de antig¨¹edad¡±, apunta Garc¨ªa.

Sin subvenciones

A falta de todo, es la Real Federaci¨®n Espa?ola de Salvamentos y Socorrismo la que hace las veces de organismo coordinador entre ayuntamientos y comunidades vali¨¦ndose de voluntarios en muchos casos. ¡°Las subvenciones que obtenemos del Consejo Superior de Deportes solo son para la competici¨®n¡±, aclara Garc¨ªa. ¡°Nos valemos de los recursos propios generados con los cursos que impartimos para preparar a 7.000 socorristas al a?o¡±.

Mientras llega o no ese ansiado plan estatal, la federaci¨®n recomienda ¡°no ba?arse nunca solo, no hacerlo en zonas no vigiladas o a horas en las que no haya vigilancia, hacer caso de las se?ales dirigidas a los ba?istas, no fiarse ¡ªy, menos a¨²n, en el caso de los ni?os¡ª de los elementos flotantes, que en caso de corrientes pueden arrastrarnos agua adentro, nunca perder de vista a alguien cuando se est¨¢ ba?ando, y preguntar e informarse siempre en caso de duda acerca de las condiciones de seguridad del lugar en el que nos encontremos¡±.

El hecho de que solo el 10% de los ahogamientos se produzcan en piscinas ¡ªespacios cerrados, vigilados y con una normativa espec¨ªfica¡ª, hace pensar que, aplicando las mismas medidas en otros lugares, podr¨ªa reducirse mucho el 90% de muertes restantes que se producen.?