Memoria hist¨®rica e Iglesia cat¨®lica
Era de esperar que las declaraciones del nuncio Fratini desaprobando la exhumaci¨®n de Franco hayan sido desautorizadas por el Vaticano
Las declaraciones del nuncio Fratini, al final de su misi¨®n diplom¨¢tica, desaprobando la exhumaci¨®n de Franco han sido desautorizadas por el Vaticano. Era de esperar porque no reflejan la posici¨®n de la Iglesia, que considera desde el inicio que es una decisi¨®n que compete al Gobierno, la cual respeta y que facilitar¨¢ en el momento de su ejecuci¨®n. Zanjado el constipado diplom¨¢tico.
Sin embargo, hay una cuesti¨®n de fondo que no se puede dar por resuelta. Dejar en paz las cosas del Valle de los Ca¨ªdos es una mentalidad ampliamente arraigada en significativos sectores que nos escuece a muchos, cat¨®licos incluidos. En ella se amparan la familia, los monjes y la Fundaci¨®n Franco para cargarse de raz¨®n con argumentos familiares, concordatarios o jur¨ªdicos, que en realidad son de alta densidad pol¨ªtica: no ceder un ¨¢pice en la legitimaci¨®n de Franco y el franquismo.
Ese lugar de memoria no puede dejarse como est¨¢. Se superpone el mausoleo del dictador sobre un memorial de v¨ªctimas. Un monumento al franquismo construido por sus represaliados, que hiere y duele a los herederos de quienes perdieron la guerra, cuyos padres o abuelos sufrieron pared¨®n y represi¨®n por aquel r¨¦gimen nacional-cat¨®lico. Dejarlo en paz a la vista de los visitantes y turistas, es una enorme profanaci¨®n del respeto debido a las v¨ªctimas de la barbarie de la Guerra Civil y sus familias -bastantes de las cuales luchan incansablemente por llevar al cementerio de su pueblo a sus seres queridos all¨ª inhumados contra su voluntad-.
Exhumar a Franco es condici¨®n de posibilidad para hacer del Valle de los Ca¨ªdos un memorial de las v¨ªctimas, de todas las v¨ªctimas de la Guerra Civil. Es imprescindible para pacificar la relaci¨®n de la sociedad espa?ola con este lugar recargado de memoria divisoria. Es decisi¨®n del Gobierno. Su inhumaci¨®n as¨ª lo fue, de su presidente, Arias Navarro, y del Jefe del Estado, reci¨¦n coronado, Juan Carlos I. Este confi¨® su custodia al Abad de la ¨¦poca. As¨ª que hoy el Estado, esta vez conforme al procedimiento propio de un Estado democr¨¢tico de derecho, es a quien compete decidir la exhumaci¨®n y el lugar de la reinhumaci¨®n de Franco.
Una decisi¨®n que no puede quedar enredada en enmara?ados argumentos de derecho de las familias, establecidos para el com¨²n de los mortales, porque Franco no fue uno m¨¢s, sino Jefe de Estado ¨Ca¨²n de forma ileg¨ªtima-. Y, sobre todo, porque la decisi¨®n de la exhumaci¨®n ha sido mayoritariamente apoyada por el Congreso ¨Ccon la salvedad de la abstenci¨®n popular-, porque est¨¢ fundada en un decreto-ley del Gobierno, firmado por el Rey y convalidado por la c¨¢mara de los diputados, y, porque ha seguido un procedimiento administrativo garantista y no arbitrario.
El futuro del Valle de los Ca¨ªdos requiere del concurso del mayor abanico de fuerzas pol¨ªticas, tambi¨¦n de la Iglesia cat¨®lica. No quiso participar en el pasado. Fue invitada por el ministro J¨¢uregui a formar parte de los trabajos de la Comisi¨®n de Expertos, con la incorporaci¨®n aceptada de Fernando Sebasti¨¢n. Finalmente, Rouco dio el paso atr¨¢s. La desautorizaci¨®n del Vaticano al nuncio facilita el reto de construir una colaboraci¨®n en torno a su resignificaci¨®n. Es la mejor forma de sellar la contribuci¨®n que ciertamente hicieron Pablo VI y Taranc¨®n a la transici¨®n pol¨ªtica y a la reconciliaci¨®n de la sociedad espa?ola.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.