Casi una treintena de inmigrantes vuelve a saltar la valla de Melilla

Un grupo de cerca de 60 j¨®venes subsaharianos ha intentado saltar la tarde de este jueves la valla de Melilla. Protegidos con guantes para superar las concertinas y ayudados zapatillas con clavos, apenas 26 de ellos han conseguido entrar en territorio espa?ol, tres de ellos menores de edad. Uno de los migrantes ha sido trasladado al hospital por los cortes que le han producido las cuchillas que protegen la frontera, mientras que un guardia civil ha sido atendido por los servicios m¨¦dicos por contusiones que carecen de gravedad, seg¨²n ha informado la Delegaci¨®n del Gobierno en la ciudad aut¨®noma. Un furg¨®n de la Polic¨ªa Nacional ha escoltado al grupo hasta el Centro de Estancia temporal para Inmigrantes de la ciudad (CETI) donde han sido recibidos con aplausos por los residentes.?

Este es el segundo salto en Melilla de este verano. El pasado 19 de julio, cerca de 200 personas intentaron superar la valla aunque solo 50 de ellas lo consiguieron. El grupo se vali¨® de?garfios, adem¨¢s de piedras y otros objetos como armas arrojadiza contra los agentes.?Este mes de agosto tambi¨¦n se produjo un gran salto en Ceuta con la entrada de 153 subsaharianos. Siete de ellos quedaron encaramados a la alambrada y fueron devueltos a Marruecos mediante las pol¨¦micas "devoluciones en caliente".

Las entradas irregulares por tierra en las dos ciudades aut¨®noma han ca¨ªdo este a?o un 16% respecto a 2018. Entre saltos y entradas clandestinas por la frontera, como polizones o escondidos en veh¨ªculos, ambas ciudades hab¨ªan registrado hasta el 12 de septiembre la llegada de 4.008 personas (967 en Ceuta y 3.041 en Melilla). La presi¨®n de las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes est¨¢ dificultando cada vez m¨¢s la salida de pateras hacia costas espa?olas as¨ª como los asentamientos de subsaharianos a la espera de saltar las vallas. Testimonios de migrantes que consiguen alcanzar territorio espa?ol dan fe de esos nuevos obst¨¢culos lo que les lleva a intentarlo hasta en siete ocasiones.?

Desde el asalto a la valla de Ceuta por parte de 600 subsaharianos en julio del a?o pasado, la postura del Gobierno socialista, que mantiene las devoluciones en caliente en la frontera, se ha endurecido. Un mes despu¨¦s de aquel episodio, en un nuevo salto protagonizado por 116 migrantes, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, desempolv¨® un convenio con Marruecos de hace 26 a?os que permite?la expulsi¨®n en menos de 10 d¨ªas de los ciudadanos de terceros pa¨ªses que entraran ilegalmente en Espa?a desde el pa¨ªs vecino. En aquella ocasi¨®n, el Ministerio del Interior consigui¨® expulsar a pr¨¢cticamente a todo el grupo, pero la f¨®rmula ha ido perdiendo la eficacia deseada por Interior en la medida en que los migrantes que saltan la valla y que antes no ped¨ªan asilo porque su solicitud les condenaba a esperar una respuesta que tarda meses en las ciudades aut¨®nomas ahora s¨ª lo hacen. Procedentes en muchos casos de pa¨ªses con graves conflictos, se declaran solicitantes de protecci¨®n internacional y obligan a las autoridades espa?olas a considerar su vulnerabilidad caso por caso.