Alerta en los feudos de la izquierda
Vecinos de Antequera, fieles al PSOE y Podemos, critican la falta de acuerdo entre ambos pero apelan a la movilizaci¨®n
Con los ojos entrecerrados, Francisco Gavil¨¢n mira su objetivo. Calcula la distancia, imprime la fuerza justa y su bola de petanca consigue impactar con la de su rival. La desplaza unos metros. Y su compa?ero termina la faena con un lanzamiento suave y certero a poca distancia del boliche que les permite ganar la manga. Compiten cuatro parejas. Las mismas que, entre partidas, debaten sobre las pr¨®ximas elecciones generales. ¡°Hay que ir s¨ª o s¨ª para seguir mostrando nuestro apoyo¡±, dice Gavil¨¢n, que siempre ha votado a la izquierda y considera un ¡°gran riesgo¡± la nueva votaci¨®n. ¡°Esta es la gran oportunidad de la derecha de conseguir lo que no pudo en abril¡±, confirma Rosa Mari Carab¨¢n. ¡°Yo no voy a ir, estoy cansado de unos y otros, que no se ponen de acuerdo¡±, a?ade Jos¨¦ Mu?oz. En la petanca no hay pactos. Cada pareja va a lo suyo. Y estos jugadores dicen que as¨ª han sido los ¨²ltimos meses de la pol¨ªtica espa?ola.
¡°El pa¨ªs es como una vi?a sin amo, que dicen en mi pueblo¡±, afirma Ana Rodr¨ªguez, ama de casa. Su pueblo, como el de los aficionados a la petanca, es Humilladero, localidad malague?a de poco m¨¢s de 3.000 habitantes, tradicional feudo de la izquierda: primero con el Partico Comunista en la alcald¨ªa, m¨¢s tarde con IU y ahora con el PSOE. En las ¨²ltimas generales, socialistas y Podemos fueron las fuerzas m¨¢s votadas (se llevaron 3 de cada 4 votos), como ocurri¨® en la mayor parte de municipios de la comarca de Antequera, donde el PSOE gan¨® en seis localidades en esas elecciones, casi siempre con el partido morado justo detr¨¢s. Salvo en Casabermeja, donde se invirtieron los papeles.
La falta de entendimiento entre Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias es algo que no ha sentado bien a sus votantes, que se muestran fieles. ¡°Ten¨ªan que haberse puesto de acuerdo¡±, explica Juan Romero. ¡°Siempre vot¨¦ a Izquierda Unida y ahora al PSOE. En noviembre tambi¨¦n: hay que reforzar a S¨¢nchez¡±, a?ade cuando pone el seis doble para empezar una tensa partida de domin¨® en el bar Bakero. Las miradas se cruzan. Las fichas caen sobre la mesa a golpes. Tres minutos despu¨¦s, Jes¨²s Alarc¨®n, de 57 a?os, pone la ¨²ltima. Roto el silencio, pide a Iglesias ¡°dar un paso al lado¡± para ¡°tener por fin un Gobierno, que ya va haciendo falta¡±.
¡°Pues yo votar¨¦ de nuevo a Podemos, para demostrarle a S¨¢nchez que otra vez no habr¨¢ mayor¨ªas. Espero que entienda que la ¨²nica salida es un gobierno de coalici¨®n¡±, afirma ya en Mollina (5.020 habitantes, gobierno socialista) Jos¨¦ Miguel Carnero, alba?il de 45 a?os que a las 18.00 se toma el caf¨¦ que anuncia el fin de la jornada. Empez¨® a las ocho de la ma?ana. Y mientras apura su bebida critica el gasto que suponen estas elecciones: 167 millones de euros.
¡°Ese dineral es una verg¨¹enza, con la de problemas que hay¡±, destaca Lidia L¨®pez, de 32 a?os, sentada en un banco de un parque infantil en Alameda (5.366 habitantes), junto a su hermana gemela Sonia y su amiga Lidia Rodr¨ªguez, de 29. Miran al cielo plomizo y lanzan suspiros al escuchar la palabra elecciones. Hablan de hartazgo, cansancio, rid¨ªculo, voto ¨²til, privilegios. Los habitantes de estos llanos pueblos de la vega de Antequera llevan la reivindicaci¨®n en la sangre. ¡°Nos toman por tontos. Pero hay que votar, claro. Lo que no sabemos es si esta vez servir¨¢ para algo¡±, afirma Sonia. Sus dudas se trasladan al tobog¨¢n donde juegan los ni?os. Junto a ellos, otros hermanos, esta vez los jubilados Juan y Jos¨¦ Narbona, se debaten entre acudir o no a las urnas. ¡°Pudiera ser¡±, dan como ambigua respuesta. Su amigo Jos¨¦, que ha vuelto al pueblo tras 33 a?os en Alemania, les anima: ¡°Ojo con quedarse en casa, a ver si lo va a aprovechar la derecha¡±, advierte mientras recuerda lo que ocurri¨® en las elecciones andaluzas de diciembre del pasado a?o. Susana D¨ªaz las adelant¨® y la derecha termin¨® gobernando gracias a la suma de votos de PP, Ciudadanos y Vox. ¡°No hay que confiarse¡±, avisa. Las encuestas dan m¨¢s ventaja al PSOE para el 10-N, pero la izquierda andaluza apela a la movilizaci¨®n para no despertar m¨¢s fantasmas.
Una larga doble fila de chopos indica la salida de Alameda para adentrarse en una carretera que cruza un omnipresente olivar, cimiento econ¨®mico de la comarca. A pocos kil¨®metros aparece sobre el horizonte Fuente de Piedra (2.554 habitantes), donde el PSOE obtuvo el 41,3% de los votos en las pasadas generales y la segunda fuerza m¨¢s votada fue Vox, con el 16,6%, una rara avis en la zona. A la entrada del municipio, sobre una fachada hay una gran pintada con las siglas del PP y la leyenda ¡°Vota libre y sin miedo¡±. Una especie de gaviota blanca remata el conjunto pict¨®rico, aunque aqu¨ª el ave preferida es el flamenco rosado, que elige una laguna salada a las afueras para criar. Por sus alrededores caminan casi cada tarde Maril¨® Cebri¨¢n y Mar¨ªa Jes¨²s P¨¢ez, que no confiaron nunca en el pacto entre PSOE y Podemos, pero que lo prefer¨ªan antes que votar de nuevo. ¡°Ya no sabemos si nuestro voto sirve para algo¡±, dice Maril¨®. ¡°Te lo digo yo: para nada. Por eso no votar¨¦¡±, a?ade Mar¨ªa Jes¨²s.
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