Catalu?a, el agujero negro que devora todo

Si alguien mirara Barcelona desde un dron en este intenso fin de semana de manifestaciones, las cosas parecer¨ªan muy claras. El s¨¢bado fue el d¨ªa de los independentistas, el domingo el de los constitucionalistas. Y ganaron los primeros. 350.000 frente a 80.000, seg¨²n la Guardia Urbana. Desde arriba, todo cuadra. Dos bloques compactos, cada uno con su bandera y sus pancartas. Pero al mirarlo desde cerca, a pie de calle, las cosas cambian por completo. Catalu?a, y con ella la pol¨ªtica espa?ola, est¨¢ rota en muchos pedazos que no paran de enfrentarse en una batalla eterna sin vencedores posibles. Un agujero negro.

M¨¢s informaci¨®n

S¨¢nchez, acosado por Catalu?a

La manifestaci¨®n constitucionalista de Barcelona, en im¨¢genes

Ante las c¨¢maras, todos tratan de disimular. Sin micr¨®fonos, todo son microguerras cada vez m¨¢s agresivas. ¡°?Unidad, Unidad!¡±, gritan el s¨¢bado los independentistas cuando alguien pide dimisiones. ¡°?Unidad, Unidad!¡±, gritan el domingo los socialistas cuando sus l¨ªderes reciben alg¨²n abucheo o insultos de sectores de la derecha. Esta vez el PSC se coloc¨® en ¨²ltima fila para evitar coincidir con Pablo Casado y Albert Rivera. En 2017, un selfi de Iceta con los dos l¨ªderes del centro derecha le abras¨®. Hay de todo, menos unidad.

Las contradicciones se multiplican en cada esquina. Se ven el viernes por la noche, cuando un peque?o grupo de j¨®venes se empieza a calentar en V¨ªa Laietana. ¡°?Fuera las fuerzas de ocupaci¨®n!¡±. Quieren gritar a los polic¨ªas nacionales, como el 1 de octubre de 2017. ¡°Uno de octubre, ni olvido ni perd¨®n¡± insisten. Son los malos perfectos: invasores venidos de fuera de Catalu?a. Pero los que tienen delante esta vez son mossos d'esquadra, que hablan catal¨¢n y vienen de sus barrios. El ¡°Fuera las fuerza de ocupaci¨®n¡± no pega. Lo acaban cambiando: ¡°No os merec¨¦is la senyera que llev¨¢is¡±, gritan ahora a los mossos.

Nada es lo que parece visto desde cerca. El s¨¢bado, en apariencia, la jornada arranc¨® con un gran acto unitario contra la sentencia del proc¨¦s de los principales alcaldes catalanes. Pero ni estaban todos ¡ªsobre todo faltaba Ada Colau y los de los grandes municipios del cintur¨®n de Barcelona¡ª ni tan bien avenidos. La liturgia independentista sigue funcionando impecable. Pero cuando se acaba el himno y empiezan los corrillos, es un todos contra todos. Eso s¨ª, hay unanimidad en una cosa: Torra no vale. ¡°No sabe hacer pol¨ªtica, plante¨® un refer¨¦ndum sin consultarlo siquiera con nosotros¡±, se queja un hombre importante de JuntsxCat. ¡°Torra no vale pero se lo tienen que cargar en su partido, nosotros ya hemos hecho bastante. Y S¨¢nchez le est¨¢ ayudando a recuperarse con esto de no contestarle al tel¨¦fono¡±, sentencian desde la c¨²pula de ERC. En el PSC lo tienen claro: ¡°Quien ayuda a Torra es ERC, que es quien lo puso y lo mantiene. Ellos tienen que echarlo¡±.

Es la polic¨ªa auton¨®mica, dirigida por los independentistas, la que ha hecho 161 de las 200 detenciones hasta el momento. Sin enemigo com¨²n claro, todo se complica. Y pasan cosas inesperadas. Por ejemplo una manifestaci¨®n masiva y pac¨ªfica, como la del s¨¢bado ¡ªaunque un cartel enorme se?ala ¡°Nos hab¨¦is ense?ado que ser pac¨ªficos es in¨²til¡±¡ª que termina leyendo uno por uno los nombres de pila de los encarcelados por los disturbios. A cada uno, la masa clama ¡°?Libertad!¡±. Y tambi¨¦n lo grita en primera fila el expresident Artur Mas, que en 2011 ped¨ªa ¡°comprensi¨®n¡± ante el ¡°uso leg¨ªtimo de la fuerza¡± de la polic¨ªa contra los que rodearon el Parlament en protesta por los recortes y le forzaron a salir en helic¨®ptero.

Todo es complejo y contradictorio en esta Catalu?a donde es ERC, en teor¨ªa m¨¢s radical, la que trata, seg¨²n fuentes de la direcci¨®n, de frenar los disturbios a trav¨¦s de gente de las juventudes del partido, que se meten en las manifestaciones para intentar calmar los ¨¢nimos. El s¨¢bado, justo antes de que estallara una nueva noche de caos, se pod¨ªan ver esos forcejeos entre los m¨¢s duros, encapuchados, y algunos j¨®venes que imped¨ªan por ejemplo que forzaran las puertas de los furgones de la polic¨ªa, paso previo al estallido. Durante la semana eso fue suficiente. El s¨¢bado no bast¨®.

ERC y el Gobierno siguen hablando. El Ejecutivo necesita que esto pare ya. Solo Vox, desatado, parece beneficiarse de la situaci¨®n. Los ministros y dirigentes del PSOE cada vez est¨¢n m¨¢s inquietos, aunque insisten en que ahora seg¨²n sus datos est¨¢n subiendo. Los encuestadores consultados no coinciden en esa apreciaci¨®n. Un descontrol total en la jornada de reflexi¨®n, que nadie descarta, podr¨ªa ser demoledor. Pero queda mucho a¨²n.