Miriam Gonz¨¢lez: ¡°A los pol¨ªticos les sobran palmeros y les falta calle¡±
La abogada y fundadora de 'Inspiring Girls', esposa de Nick Clegg, se declara feminista y europe¨ªsta sin fisuras y llama a una urgente reforma liberal en Espa?a
Hablamos hace semanas y actualizamos la charla ayer por tel¨¦fono. Miriam Gonz¨¢lez estaba en Espa?a para moderar un coloquio entre Felipe Gonz¨¢lez y Mariano Rajoy y se alojaba en casa de un familiar, pero cit¨® en el bar de un hotel tan lujoso como para estar alfombrado de p¨¦talos de rosas en plan American Beauty. La imagen tiene su qu¨¦ sabiendo que Gonz¨¢lez, abogada y asesora de pol¨ªticos y empresas, vive en Palo Alto, donde su esposo, Nick Clegg, ex viceprimer ministro brit¨¢nico, fich¨® como jefe de comunicaciones de Facebook y ella por un importante bufete. Gonz¨¢lez volver¨¢ a Espa?a a votar en su pueblo, Olmedo, (Valladolid) del que su padre fue primer alcalde democr¨¢tico. No se f¨ªa del voto por correo, bromea.
Se la vio disfrutar moderando a los expresidentes. En las distancias cortas, ?Felipe o Mariano?
Ideol¨®gicamente, ninguno. Pero por ser el m¨¢s reformista me quedo con Gonz¨¢lez. El de ahora, eh, que ha cambiado lo suyo.
Su libro sale en plena campa?a ?Necesit¨¢bamos sus doctos consejos para salir del bloqueo?
Ja, ja. Para nada. Lo de la campa?a ha sido absolutamente casual. Adem¨¢s, no son consejos, sino opiniones dadas desde la gran distancia a la que estoy. Tambi¨¦n creo que es necesario que todos contribuyamos. Y yo lo hago como espa?ola que soy.
Sostiene que el 90% de los pol¨ªticos no tienen contacto con la calle. ?Que les recomienda?
No tenemos que permitirles toda la parafernalia que llevan. Se habla mucho de lo que cuesta en dinero, pero no en t¨¦rminos de poder. Tanto coche oficial, tanto escolta, tanto s¨¦quito. Eso no pasa en otros sitios, no s¨¦ por qu¨¦ lo permitimos aqu¨ª. Tienen que estar en contacto con la calle, la soberan¨ªa reside en el pueblo.
Usted estuvo en esa 'pomada'. ?No ve¨ªa botar a los pelotas alrededor?
Feminista y europe¨ªsta
As¨ª se define Miriam Gonz¨¢lez (Valladolid, 51 a?os), abogada y fundadora de Inspiring Girls, adem¨¢s de como ¡°liberal antes de saberlo¡±. Para reafirmarlo, la esposa del ex viceprimer ministro brit¨¢nico Nick Clegg presenta el libro 'Devu¨¦lveme el poder' (Pen¨ªnsula), en el que urge a emprender una reforma liberal en Espa?a. Y no est¨¢ en campa?a, dice.
Hay que diferenciar entre los pol¨ªticos que est¨¢n en primera l¨ªnea de fuego, donde tienes que ponerte la armadura e igual hasta necesitas que alguien te diga que vas bien, de los de la fila siguiente, la siguiente y la siguiente. Y todos tienen esa corte que se autoproporcionan. A los pol¨ªticos les sobran palmeros y les falta calle.
?Por qu¨¦ fund¨® 'Inspiring Girls' teniendo tres hijos varones?
Porque me preocupa que mis hijos vivan en igualdad. Como madre de ni?os veo que hay cosas que les afectan igual que a las ni?as, como la presi¨®n por la imagen. Ellos tambi¨¦n la sienten. Pero la falta de confianza en s¨ª mismos, de actitud, de ambici¨®n leg¨ªtima, les afecta m¨¢s a las ni?as. Es por esa educaci¨®n de agradar, de necesitar la validaci¨®n de alguien, la que tuve yo misma, vamos.
?Fue una ni?a buena?
Bueno, yo soy una ni?a del 68 y de pueblo, y las ni?as de la Transici¨®n nos port¨¢bamos bien. Luego, nos empezamos a portar mal e hicimos lo que nos dio la gana.
?C¨®mo usar su apellido espa?ol siendo la 'exviceprimera dama' brit¨¢nica?
Ni se me ocurri¨® cambi¨¢rmelo, ni coment¨¢rselo siquiera a mi marido. Descubr¨ª que les hab¨ªa ofendido much¨ªsimo cuando empezaron a pregunt¨¢rmelo peri¨®dicos conservadores. Venga a llamarme Miriam Clegg, Mrs Clegg, Lady Clegg. Hasta ahora, en Silicon Valley. Hay un movimiento para no usar pronombres masculinos ni femeninos para no ofender a nadie, y resulta que yo tengo que luchar para que me llamen por mi nombre.
Santa Correcci¨®n Pol¨ªtica
No estoy en contra. Pero no hay que perder de vista los problemas de fondo. En California, tan dem¨®crata, no se puede llamar a nadie ¡°afroamericano¡±, porque puede que no sea de ascendencia africana, pero sin embargo me paso d¨ªas sin ver a ning¨²n afroamericano en ninguna oficina ni ning¨²n trabajo, digamos, alto.
Dijo en 2014 que los hombres que cuidan a sus hijos tienen m¨¢s ¡°cojones¡±. ?Y esa boca?
Bueno, en el Reino Unido no significa lo mismo. Se les dice mucho a los hombres casados con mujeres fuertes, que no tienen... eso. Y a m¨ª no me parece que un hombre no sea valiente por estar con una mujer fuerte y respetarla. Lo que es de poco valiente es tener que humillar a las mujeres.
Lo dec¨ªa por el taco, tan ib¨¦rico.
Bueno, digamos que me defiendo en los dos idiomas. Biling¨¹e total no soy. Mis hijos s¨ª, pero cuando me sale el impulso rabioso, me cabreo en espa?ol.
?Se cabre¨® con todo cuando le diagnosticaron un linfoma a su hijo Antonio a los 14 a?os?
No, no fue esa sensaci¨®n. Pasas fases. Primero no te lo quieres creer, despu¨¦s te preguntas por qu¨¦ a ¨¦l, y despu¨¦s me entr¨® una fase muy de mujer de qu¨¦ he hecho mal, la fase de culpabilidad, y la de querer resolverlo todo, porque se supone que puedes. Y no puedes. Solo puedes estar ah¨ª para ¨¦l. De todo eso tambi¨¦n aprendes mucho.
?Te pone en tu sitio?
Absolutamente. Te pone en tu sitio en el mundo.
Las tecnol¨®gicas pagan los mejores sueldos. ?Ha salido ganando con su mudanza a Estados Unidos?
Yo solo hablo de mi sueldo personal, y te aseguro que no.
?El nuevo trabajo de su marido es una puerta giratoria?
Nunca he entendido bien ese debate. Si un pol¨ªtico accede a un consejo de administraci¨®n o un puesto de asesor de grandes empresas bas¨¢ndose en su conocimiento de c¨®mo funciona el ¨¢mbito pol¨ªtico no le veo problema. Si lo hacen porque el sistema econ¨®mico es muy cerrado y muy en manos del sector pol¨ªtico y no se tiene control, s¨ª. Y ese es el problema en Espa?a.
?Cu¨¢nto vale su agenda?
Nada. Es absolutamente gratis. Intento siempre ayudar como me han ayudado a m¨ª. No creo en ese mundo en el que cada uno protege sus contactos. Yo misma contacto con gente a trav¨¦s de LinkedIn o Instagram. Lo dem¨¢s son leyendas. Vamos a un mundo cada vez m¨¢s abierto.
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