Los debates no son para hacer amigos
Pablo Casado neg¨® que vaya a prestarse a formar una gran coalici¨®n con el PSOE
A los debates electorales los contendientes no van a hacer amigos; mucho menos cuando hay un solo duelo, como ocurre en estas elecciones. Durante casi tres horas, los cabezas de lista a los comicios del 10 de noviembre no se dieron tregua. Todos contra todos. Los pactos a los que puedan llegar los partidos tras las elecciones se har¨¢n al margen del intercambio de golpes de anoche. La virulencia entre Pablo Casado y Albert Rivera no estaba prevista ¡ªal menos para el primero¡ª, pero se produjo porque nada ten¨ªa que perder. Por la izquierda, los intentos de Pablo Iglesias de crear un clima de entendimiento entre el PSOE y Unidas Podemos fueron in¨²tiles.
El candidato socialista, Pedro S¨¢nchez, no dio a Iglesias la menor oportunidad de mostrar cercan¨ªa, empat¨ªa o complicidad. El candidato socialista lleg¨® con una coraza de gran grosor que resisti¨® sin dificultad todas las embestidas. Casi ninguno de los ataques le hicieron saltarse su propio guion: permanecer imperturbable ante las preguntas de sus adversarios.
A derecha e izquierda le bombardearon con la misma pregunta: ¡°?Se?or S¨¢nchez, con qui¨¦n va a pactar?¡±. Que esa pregunta procediera de Casado, Rivera e Iglesias le dio cobertura para escaparse. Incluso lleg¨® a ironizar sobre los pactos que le han atribuido en el pasado y le atribuyen en el futuro inmediato.
"?Con Torra, con los separatistas, con los golpistas...?", le inquir¨ªan desde la derecha. ¡°D¨ªganos si va a pactar con Casado¡±, le conminaba Iglesias. Ambas opciones son incompatibles: como soplar y sorber a la vez. S¨¢nchez se escap¨® y se limit¨® a reiterar su petici¨®n de que se le vote a ¨¦l. ?Qui¨¦nes? El candidato del PSOE no desde?a a nadie. S¨¢nchez, eso s¨ª, quiso diferenciar la opci¨®n que ¨¦l representa de la que lidera Iglesias.
Su izquierda ¡°es la de Gobierno¡±, se?alan en su entorno, nada arrepentidos de haber entrado al cuerpo a cuerpo con Iglesias cuando este no lo buscaba. El destinatario de su mensaje es todo el electorado de izquierdas moderado y de centro. No es balad¨ª ni casual que S¨¢nchez nombrara a la ministra en funciones Nadia Calvi?o, ante las c¨¢maras de televisi¨®n, vicepresidenta econ¨®mica del Gobierno. Un mensaje telegrafiado a Europa de que el rigor econ¨®mico est¨¢ garantizado y el d¨¦ficit no se desbocar¨¢.
En cada bloque hubo anuncios. S¨¢nchez, para desesperaci¨®n del resto, no solt¨® el Bolet¨ªn Oficial del Estado durante las tres horas de comparecencia. En cada bloque, introdujo propuestas. Algunas de calado. Otras efectistas, a las que se comprometi¨® si renueva la presidencia. A los debates, en fin, no se va a hacer amigos pero tampoco a hacer confesiones. Casado zanj¨® la posibilidad de que vaya a prestarse a formar una gran coalici¨®n con el PSOE. Est¨¢ claro que no va a haber acuerdo, pero hay otras formas de pactar que no aparecer¨¢n hasta el d¨ªa despu¨¦s de las elecciones. ¡°La derecha discute mucho pero luego pacta, a ver si aprendemos¡±, sentenci¨® Iglesias. No hubo respuesta.
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