El bloqueo persiste en un debate en el que S¨¢nchez reh¨²ye las ofertas de Iglesias

El ¨²nico debate de candidatos a las elecciones del 10-N sembr¨® este lunes serias dudas sobre d¨®nde residir¨¢ la f¨®rmula de desbloqueo en la pr¨®xima legislatura. Los l¨ªderes de los cinco partidos con mayor representaci¨®n parlamentaria se esforzaron por marcar distancias entre bloques ¡ªizquierda y derecha¡ª, pero tambi¨¦n en atacar a los que en principio se perfilan como aliados naturales. En esos intercambios, destac¨® el intento del candidato socialista, Pedro S¨¢nchez, de atraerse al codiciado votante de centro separ¨¢ndose de las propuestas de Podemos.

El presidente del Gobierno en funciones y vencedor ¡ªsin mayor¨ªa estable¡ª de las ¨²ltimas elecciones generales exhibi¨® un sustancial giro pol¨ªtico, en las formas y en el fondo. Pedro S¨¢nchez endureci¨® el tono respecto a Catalu?a y evit¨® incidir en los planteamientos m¨¢s a la izquierda para acentuar otros menos divisivos, como la lucha contra el cambio clim¨¢tico y la mejora de las pensiones. El di¨¢logo entre los cinco dirigentes, que se demor¨® durante casi tres horas, arranc¨® casi con guante blanco y alcanz¨® su fase m¨¢s bronca en el tramo final. Las fricciones sobre Catalu?a jalonaron todo el debate.

La estrategia de S¨¢nchez descansa en el convencimiento de que lograr¨¢ retener al votante de izquierdas que le apoy¨® en abril y, al mismo tiempo, persuadir al votante de centro desencantado con Ciudadanos. Sobre ese complejo equilibrio, el jefe del Ejecutivo en funciones construy¨® un discurso muy basado en anuncios ¡ªuno por bloque tem¨¢tico¡ª para presentarse como opci¨®n cre¨ªble de gobierno apta para diferentes sensibilidades ideol¨®gicas. El resto de candidatos emplearon menos el todos contra el PSOE que caracteriz¨® el debate de los siete portavoces parlamentarios del pasado 1 de noviembre y se lanzaron muchas m¨¢s invectivas entre ellos. Con particular dureza en algunos momentos entre el PP y Ciudadanos, cuyos electorados comparten algunas banderas, e incluso con Santiago Abascal, el l¨ªder de Vox, que se estrenaba en los debates electorales.

De poco le sirvi¨® a S¨¢nchez arrancar el bloque auton¨®mico ¡ªeufem¨ªsticamente llamado cohesi¨®n territorial¡ª con propuestas sobre Catalu?a impensables hace solo unos meses, incluida una modificaci¨®n de la ley audiovisual para que los consejos de administraci¨®n de los medios p¨²blicos tengan que ser aprobados por dos tercios del Parlamento aut¨®nomo, con una referencia expl¨ªcita a TV3. Durante todo el debate, tanto el candidato del PP, Pablo Casado, como el de Ciudadanos, Albert Rivera, insistieron en acusar a S¨¢nchez de gobernar gracias a los votos de los independentistas. ¡°?Va usted a pactar con Torra?¡±, le inquiri¨® con insistencia Casado. ¡°Est¨¢ usted maniatado¡±, sentenci¨®.

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M¨¢s all¨¢ de esos mensajes, cada l¨ªder quiso hacer uso de algunos s¨ªmbolos para remarcar sus se?as de identidad ante el electorado. El l¨ªder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, empez¨® aludiendo a las ¡°trabajadoras de la limpieza, que hacen posible este debate¡±. Rivera apel¨® directamente al elector, incluso tute¨¢ndolo, y abri¨® el bloque de Catalu?a mostrando un adoqu¨ªn como recordatorio de la violencia de Catalu?a estos d¨ªas. Casado lament¨® ¡°la violencia en Catalu?a¡± y ¡°la ¨²ltima v¨ªctima de malos tratos¡±. Y el l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, pis¨® fuerte desde su primera intervenci¨®n al hablar de la pol¨ªtica migratoria ¡ªlleg¨® a pedir que se retire la sanidad universal para los inmigrantes¡ª y presentar a Vox como ¨²nica ¡°alternativa patri¨®tica al consenso progre¡±.

S¨¢nchez rechaz¨® con firmeza el guante que le tendi¨® Iglesias para pactar ¡ª¡°la derecha discute mucho entre ella, pero luego no tienen problema en pactar¡±, seg¨²n Iglesias¡ª y se esforz¨® en marcar diferencias con el l¨ªder de Podemos. ¡°Es evidente la discrepancia de fondo que tengo con el se?or Iglesias en la cuesti¨®n de Catalu?a¡±, resumi¨®.

El bloque econ¨®mico sirvi¨® para ampliar algo el foco y centrarse en cuestiones m¨¢s cercanas al ciudadano, aunque cada candidato las orient¨® hacia sus intereses. Recuperando un eje vertebrador de su campa?a para las generales de abril, Iglesias invoc¨® los art¨ªculos de la Constituci¨®n que defienden derechos sociales (una fiscalidad justa, un salario suficiente), Casado y Rivera defendieron la eliminaci¨®n de los impuestos de sucesiones y patrimonio, y Abascal culp¨® de todos los males econ¨®micos ¡°al despilfarro de las autonom¨ªas¡±. S¨¢nchez, el m¨¢s expuesto en este bloque, porque se avecina una desaceleraci¨®n de la que la oposici¨®n le culpa, sac¨® pecho de la revalorizaci¨®n de las pensiones y de la lucha contra el fraude laboral.

Pol¨ªtica exterior

A diferencia de otros debates electorales, el ¨²nico entre los candidatos en esta breve campa?a incluy¨® un bloque final dedicado a la pol¨ªtica exterior. Pese a todo, la ocasi¨®n fue aprovechada por los dos grandes partidos de derechas para continuar con las recriminaciones m¨¢s propias de la pol¨ªtica interna. Rivera afe¨® a S¨¢nchez su pol¨ªtica sobre Venezuela, y el presidente trat¨® de distanciarse hablando de que ¡°un espa?ol, Pepe Borrell¡±, dirigir¨¢ en breve la pol¨ªtica exterior de la UE. ¡°He sentido verg¨¹enza porque un pa¨ªs como EE UU se plantee sancionarle por su pol¨ªtica respecto a Venezuela¡±, abund¨® Casado.

La batalla por el centro se recrudece despu¨¦s de este debate. S¨¢nchez mostr¨® un tono m¨¢s duro con Catalu?a (con la reforma del C¨®digo Penal para convertir en delito la convocatoria de referendos ilegales) y un tono m¨¢s socioliberal, con el ascenso de la ministra Nadia Calvi?o, representante de la ortodoxia de Bruselas, a una vicepresidencia si llega a formar Gobierno. Formar Gobierno: esa es la clave. Pero el debate no alivia el bloqueo que atenaza la pol¨ªtica espa?ola. Y la investidura sigue sin estar clara: Iglesias sugiri¨® repetidamente que el PSOE ¡°va a pactar con el PP¡±. Casado fue tajante al respecto: ¡°Yo ya le digo que no voy a pactar con usted¡±, espet¨® a S¨¢nchez. Sin ese pacto de investidura y con el acuerdo PSOE-Podemos lejano, el horizonte no parece despejado.