Manuel Chaves, el art¨ªfice de la ¡°paz social¡±
El que fuera presidente de la Junta durante 19 a?os pali¨® la crisis entre las distintas corrientes del partido e impuls¨® el sistema de ayudas para evitar otra en el sector empresarial andaluz
Manuel Chaves (Ceuta, 74 a?os), desembarc¨® en 1990 en la pol¨ªtica andaluza a rega?adientes, hasta tal punto que la oposici¨®n lo bautiz¨® como ¡°candidato a palos¡± por su rechazo a ponerse al frente de la Junta. Felipe Gonz¨¢lez, que cuatro a?os antes lo hab¨ªa nombrado ministro de Trabajo, lo envi¨® a Andaluc¨ªa para atajar las fisuras abiertas por el desencuentro entre Alfonso Guerra y el entonces presidente andaluz, Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla. Pese a sus reticencias iniciales, se mantuvo al frente del Gobierno aut¨®nomo 19 a?os.
En esas dos d¨¦cadas, haciendo gala de lo que muchos han denominado como su ¡°carisma gris¡±, consolid¨® el fort¨ªn electoral en el que Andaluc¨ªa se hab¨ªa convertido para el PSOE. Durante su etapa como presidente de la Junta, Chaves gobern¨® con la comodidad que brinda hilar mayor¨ªas en las urnas en seis elecciones consecutivas.
Durante ese per¨ªodo puso al servicio del partido su capacidad para generar consensos, convirti¨¦ndose en una pieza principal para resta?ar las heridas abiertas entre guerristas y renovadores. Todo eso desemboc¨® en la dimisi¨®n del candidato socialista a las elecciones de 2000, Joaqu¨ªn Almunia. El PSOE lo design¨® responsable de la gestora que deb¨ªa organizar el congreso para elegir a un nuevo secretario general. Aunque en esa cita apoy¨® a su amigo Jos¨¦ Bono, supo granjearse la confianza del vencedor, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que lo nombr¨® presidente de la formaci¨®n.
La llamada de Zapatero para ser su vicepresidente en 2009 precipit¨® la sucesi¨®n en Andaluc¨ªa. Para muchos analistas, el declive del todopoderoso PSOE andaluz comienza con la marcha de Chaves.
Pero en sus dos d¨¦cadas al frente de la Junta, el exdirigente socialista impuls¨® la modernizaci¨®n de la comunidad y promovi¨® la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa. Eso s¨ª, no pudo mitigar el paro, uno de los estigmas que han lastrado Andaluc¨ªa.
Fueron Chaves y su equipo quienes pusieron en marcha el sistema para rescatar empresas y trabajadores en crisis. Lo llamaron la ¡°paz social¡± aunque, a la postre, trajo mucha guerra. Porque desde la oposici¨®n aumentaron las denuncias y las cr¨ªticas sobre la creaci¨®n de una red clientelar que permit¨ªa al PSOE mantenerse en el poder. Ese fue el germen del caso de los ERE, que ha acabado conden¨¢ndolo por prevaricaci¨®n.
El inicio de la instrucci¨®n de la causa, en 2011, coincidi¨® con su alejamiento de la primera plana pol¨ªtica. Se refugi¨® en su esca?o como diputado por C¨¢diz mientras asist¨ªa al estrechamiento del cerco por parte de la juez Mercedes Alaya. En 2015, tras ser imputado por el Supremo, el dirigente socialista abandon¨® su acta en el Congreso y, un a?o despu¨¦s, firm¨® su salida del PSOE, un partido en el que hab¨ªa entrado en 1964 de la mano de Nicol¨¢s Redondo y bajo la tutela de Felipe Gonz¨¢lez, con quien comenz¨® a trabajar en el despacho laboralista que el expresidente ten¨ªa en Sevilla. Pas¨® de serlo todo en el partido a convertirse en el ¡°ciudadano Chaves¡±, como lo design¨® quien fuera su exconsejera en la Junta, Carmen Calvo, tras comparecer en el Senado en la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre financiaci¨®n ilegal de los partidos, en 2018.
Apartado de la vida pol¨ªtica, Chaves no se ha escondido. Asisti¨® a la toma de posesi¨®n del presidente Juan Manuel Moreno, en lo que supuso la primera alternancia de poder en la Junta de Andaluc¨ªa en 37 a?os, y hace 15 d¨ªas fue el ¨²nico de los dirigentes llamados a comparecer en la comisi¨®n que investiga el desv¨ªo de fondos p¨²blicos de una extinta fundaci¨®n de la Junta que se present¨® en el Parlamento andaluz. Ese mismo d¨ªa, por la noche, acudi¨® a una charla de Mario Vargas Llosa. Fue el ¨²nico de los asistentes que se acerc¨® a pedirle al Nobel que le firmara un libro.
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