Arrimadas busca recuperar el centro y mostrar la utilidad de Ciudadanos

In¨¦s Arrimadas tiene las cosas claras. No va a ser una l¨ªder de paja ni bajo tutela. Su liderazgo de Ciudadanos llegar¨¢ con ¡°un pack¡±: su equipo, su modelo de partido y su estrategia. ¡°No voy a liderar un partido en el que no crea¡±, se?ala la portavoz de Cs, ¨²nica aspirante a suceder a Albert Rivera como presidenta del partido. Precisamente como la sucesora natural e indiscutida del exl¨ªder dimitido, su ¨²nico riesgo es no tener las manos libres para ejecutar los cambios en Ciudadanos. Su tesis es que el partido tiene que ¡°demostrar¡± que es una formaci¨®n de centro y, lo m¨¢s importante, que es ¡°¨²til¡±, seg¨²n coment¨® este viernes en conversaci¨®n informal con periodistas en el acto de conmemoraci¨®n de la Constituci¨®n. Poco a poco, Arrimadas comienza a marcar distancias con la etapa de Rivera.

Los nuevos aires en el partido se perciben ya en muchos aspectos. El viernes se visualizaron en los perfiles que acompa?aron a Arrimadas a la recepci¨®n en el Congreso, con un papel destacado de Luis Garicano, jefe de filas de Cs en Europa y principal dirigente cr¨ªtico con Rivera, que se situ¨® flanque¨¢ndola a su derecha cuando intervino ante los periodistas. Junto a ¨¦l, Luis Salvador, alcalde de Granada, la ciudad m¨¢s importante que gobierna Cs, y exsenador socialista, y, a la izquierda de Arrimadas, el abogado del Estado reci¨¦n llegado a la pol¨ªtica Edmundo Bal, quien ser¨¢ su portavoz adjunto en el Congreso. Bego?a Villac¨ªs, vicealcaldesa de Madrid, e Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, completaban el cuadro con algunos de los diputados de Cs, pero de la imagen del a?o pasado en el mismo lugar hab¨ªan desaparecido todos los protagonistas: por supuesto Rivera, pero tambi¨¦n su mano derecha, Jos¨¦ Manuel Villegas, y su estratega de comunicaci¨®n, Fernando de P¨¢ramo, ambos dimitidos.

Arrimadas no aspira solo a un cambio de caras, aunque subraya que no tiene enemigos en el partido y sus buenas relaciones con todos, incluidos los cr¨ªticos, pueden suponer casi un problema a la hora de tener que descartar perfiles. Ya ha pensado en algunos para su ejecutiva, pero de momento sobre todo est¨¢ escuchando. Villac¨ªs recordaba ayer, mientras pasaban las bandejas de canap¨¦s en el sal¨®n de los Pasos Perdidos del Congreso, que Arrimadas es consultora de profesi¨®n, y como tal est¨¢ elaborando su auditor¨ªa personal de Ciudadanos.

Ah¨ª no quedar¨¢n las transformaciones. Arrimadas no pretende modificar el ideario ¡ªque dice que Cs es un partido liberal progresista¡ª, pero s¨ª piensa en un cambio de estrategia y de modelo de partido. El regreso al centro y la demostraci¨®n de la utilidad de Ciudadanos ¡ªaunque, para la portavoz, con Rivera no se produjo una derechizaci¨®n, sino una percepci¨®n de un giro por los pactos con el PP¡ª se visualizar¨¢n en una actitud ¡°propositiva¡± hacia los acuerdos. En esa estrategia se enmarca la carta que la portavoz ha enviado a Pedro S¨¢nchez para pedirle una reuni¨®n a tres entre PSOE, Cs y PP con el fin de buscar un acuerdo de Gobierno. El viernes, Arrimadas insisti¨® en esta v¨ªa y ofreci¨® ¡°un acuerdo no solo para la investidura sino para la legislatura¡± entre los tres partidos.

Esa carta, y esa oferta, ya suponen un cambio con respecto a Rivera, que lleg¨® a negarse dos veces a reunirse con S¨¢nchez tras sendos encuentros con el presidente en funciones. Aunque ha pedido una reuni¨®n a tres, Arrimadas acepta que sea a solas con el l¨ªder socialista. Con S¨¢nchez ya ha mantenido contacto y seguramente se vean tras la ronda de consultas del Rey. No obstante, la portavoz va a insistir al presidente en su planteamiento y descarta tajantemente abstenerse ante el acuerdo PSOE-Unidas Podemos, as¨ª como la llamada ¡°v¨ªa 131¡±, por el n¨²mero de esca?os que sumar¨ªa: un acuerdo entre PSOE, Cs (que votar¨ªa a favor) y PRC, apoyado desde fuera por el PP con una abstenci¨®n. Arrimadas considera esta ¨²ltima opci¨®n ¡°una locura¡± porque ¡°no dar¨ªa estabilidad¡±.

Los cambios se consagrar¨¢n en el congreso de marzo, pero Arrimadas anticipa una autocr¨ªtica. La portavoz reconoce que el partido no fue todo lo ¨²til que podr¨ªa haber sido ¡ªlo que no deja de ser una enmienda a la estrategia de Rivera¡ª, que cometi¨® fallos graves de comunicaci¨®n e, incluso, que pareci¨® demasiado cabreado. Otro Ciudadanos se abre paso.