Acuerdo entre el PSOE y ERC: una concesi¨®n o una oportunidad

Cuatro expertos de Agenda P¨²blica (profesores de Ciencia Pol¨ªtica) analizan el acuerdo entre PSOE y ERC que debe permitir la investidura de Pedro S¨¢nchez, no solo por su contenido, sino tambi¨¦n por su forma y las consecuencias que se derivan de sus distintas interpretaciones.

Ignacio Molina

Profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad Aut¨®noma de Madrid

El pacto que permitir¨¢ la investidura de Pedro S¨¢nchez con la abstenci¨®n del hoy principal partido independentista se centra sobre formatos y evita contenidos sustantivos. Pero eso no impide repercusiones muy relevantes y variadas. La oposici¨®n se afirma en la paradoja de sentirse consternada y a la vez no haber hecho nada para evitarlo. El acuerdo tambi¨¦n ahonda la fractura del nacionalismo catal¨¢n entre pragm¨¢ticos y maximalistas. Y entre quienes apoyan la futura coalici¨®n de izquierda pocos se atreven a negar verdades molestas, como la desconfianza que genera una negociaci¨®n tan opaca y supeditada a la inc¨®moda coyuntura que supone formar un Gobierno sin mayor¨ªa. Con esos elementos ser¨ªa ingenuo creer que la altura de miras y el ¨¢nimo integrador dominar¨¢n la nueva fase que hoy se abre del conflicto. M¨¢xime cuando quedan fuera protagonistas como el partido m¨¢s votado en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas (Cs); el que ha suministrado todos los presidentes de la Generalitat desde 2012 (Junts per Catalunya) y el que previsiblemente suceder¨¢ a los socialistas en La Moncloa (PP). Queda la esperanza de que ERC y PSOE, persiguiendo tacticismos a corto plazo, permitan un clima que ayude en el futuro a un proceso de di¨¢logo menos prematuro y m¨¢s inclusivo que ¨¦ste.

Cristina Ares

Profesora de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad de Santiago?

56 d¨ªas separar¨ªan El abrazo de S¨¢nchez e Iglesias del desbloqueo de la investidura el 7 de enero, 58 contados desde las elecciones generales de noviembre, cuando ERC obtuvo 13 esca?os en el Congreso, con 869.934 votos, el 22,56% de los catalanes y el 3,61% del conjunto del Estado. El d¨ªa 2, los 200 leales a Oriol Junqueras que representan en el consejo nacional de ERC a sus 10.000 militantes habr¨ªan dado por bueno el acuerdo con el PSOE que, contando con el voto favorable o la abstenci¨®n (m¨¢s all¨¢ de los diputados socialistas y del grupo de Unidas Podemos) del PNV, M¨¢s Pa¨ªs, Comprom¨ªs, Nueva Canarias, Teruel Existe, Bildu, BNG y Coalici¨®n Canaria, posibilitar¨ªa que haya Gobierno. El 96,39% de los votantes que optaron por fuerzas distintas a ERC¡ªSoberanistas el pasado 10 de noviembre contemplar¨¢n c¨®mo les provee de un nuevo desgobierno la mesa ¡°de di¨¢logo¡± concedida por S¨¢nchez a Junqueras y que el vicepresident de la Generalitat, Pere Aragon¨¨s, de Esquerra, ha planteado al president Quim Torra y a los socios de Gobierno de Junts per Catalunya como una oportunidad para defender al alim¨®n un derecho ¡ªde autodeterminaci¨®n¡ª imaginario.

Astrid Barrio

Profesora de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad de Valencia

El acuerdo que, tras la luz verde del consell nacional de ERC, va a permitir la investidura de Pedro S¨¢nchez no era el ¨²nico posible, pero ha acabado siendo el ¨²nico viable por la negativa del PP y de Ciudadanos a explorar otras f¨®rmulas matem¨¢ticamente posibles e ideol¨®gicamente tan complejas como la que va a materializarse. Pero una cosa es la investidura y otra la gobernabilidad y la viabilidad del acuerdo con ERC. M¨¢xime cuando este contempla una mesa de di¨¢logo entre el Gobierno de Espa?a y el de la Generalitat, y el presidente Torra, pese a sus reiteradas demandas de sit and talk [sentarse a hablar], ya ha avanzado que el acuerdo es entre partidos y no compromete al conjunto del Ejecutivo catal¨¢n. Cabe esperar, por tanto, que el acuerdo permanezca hibernando hasta que en Catalu?a haya un interlocutor claro, algo que solo llegar¨¢ tras unas nuevas elecciones que podr¨ªan precipitarse.

Juan Rodr¨ªguez Teruel

Profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad de Valencia

El acuerdo entre el PSOE y ERC es una rectificaci¨®n general a la estrategia desplegada por ambos partidos en los ¨²ltimos a?os, como ya anticipaba la moci¨®n de censura. No es una mera improvisaci¨®n. La dura reacci¨®n por parte de sus adversarios tiene menos que ver con los contenidos sustantivos ¡ªde menor calado que lo que significaron los acuerdos de Jordi Pujol con Felipe Gonz¨¢lez o Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar¡ª que con las ventajas competitivas que esto puede deparar a sus impulsores en la nueva situaci¨®n. Lo parad¨®jico es que el ¨¦xito de estos acuerdos requerir¨¢ de la implicaci¨®n tanto del PP como de Junts per Catalunya, para quienes el margen de actuaci¨®n estar¨¢ fuertemente restringido por las voces m¨¢s estridentes de los neonacionalismos generados por la ¡°nueva pol¨ªtica¡±. De ello depender¨¢ el alcance de este nuevo intento de pacto de izquierda plurinacional: o S¨¢nchez, Pablo Iglesias y Junqueras consiguen embarcar a Pablo Casado y Carles Puigdemont en un nuevo consenso refundador, o estos esperar¨¢n a que las expectativas frustradas devuelvan la hegemon¨ªa a las derechas.