Batet frente al griter¨ªo del Congreso
La presidenta defiende la importancia de la libertad de expresi¨®n en las Cortes
En un Congreso que, como alert¨® el s¨¢bado el diputado de Comprom¨ªs, Joan Baldov¨ª, ¡°huele m¨¢s a Napalm que a tila¡±, Meritxell Batet va a tener mucho m¨¢s trabajo como presidenta de lo previsto en esta XIV legislatura. Se comprob¨® r¨¢pidamente en la primera vuelta fallida de la sesi¨®n de investidura de Pedro S¨¢nchez. La subida este domingo a primera hora al atril para intervenir de la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, desat¨® inmediatamente los ¨¢nimos m¨¢s o menos predispuestos a ser soliviantados de los conocidos como los jabal¨ªesde las Cortes, en este caso de los partidos de la derecha.
Los jabal¨ªes, un t¨¦rmino heredado de la Rep¨²blica, son los parlamentarios m¨¢s reconocidamente activos y ariscos de cada grupo pol¨ªtico y suelen aparecer de manera poco espont¨¢nea en los plenos m¨¢s sonados. Trabajan en el anonimato de todas las bancadas, pero est¨¢n muy identificados.
La propia Batet advirti¨®, en otro momento del pleno y tras varias llamadas al orden y a la preponderancia de la palabra, con dar los nombres y apellidos de los m¨¢s alborotadores. Pod¨ªa haberlos apercibido. Al final no hizo falta. La presidenta Batet estaba prevenida este domingo de lo que pod¨ªa pasar. Es profesora de Derecho Constitucional y, adem¨¢s, para lidiar con la tensa situaci¨®n tir¨® de su propia hemeroteca y del hist¨®rico diario de sesiones de las Cortes.
En un pasaje del discurso no especialmente duro de Aizpurua, la diputada abertzale se refiri¨® a los antecedentes autoritarios de la sociedad espa?ola y apunt¨® a continuaci¨®n directamente al discurso del rey Felipe VI el 3 de octubre de 2017, tres d¨ªas despu¨¦s del refer¨¦ndum ilegal en Catalu?a, como un ejemplo de esas actitudes. PP, Ciudadanos y luego Vox reclamaron a Batet que reprendiese a la diputada vasca y la llamara al orden agarr¨¢ndose a que el art¨ªculo 103 del Reglamento de la C¨¢mara lo prev¨¦ para casos en que se profieran o viertan palabras o conceptos que atenten contra instituciones del Estado.
Batet les dej¨® expresarse y apelar a esa norma, pero rechaz¨® la llamada de atenci¨®n. Y lo argument¨® as¨ª con firmeza: ¡°En otras ¨¦pocas en este pa¨ªs no se permit¨ªa ni las cr¨ªticas al Gobierno ni al Estado, pero por suerte esas ¨¦pocas han pasado. Hoy disfrutamos de una democracia plena y para garantizar esa democracia plena tenemos que garantizar la libertad de expresi¨®n en el interior de esta C¨¢mara. La libertad de expresi¨®n es uno de los fundamentos de nuestra Constituci¨®n y el pluralismo pol¨ªtico uno de los valores superiores del ordenamiento jur¨ªdico¡±.
Esas razones le parecieron una actitud laxa ante la ¡°nauseabunda¡± intervenci¨®n de Aizpurua a Pablo Casado; a su portavoz parlamentaria, Cayetana ?lvarez de Toledo; a relevantes dirigentes de Ciudadanos, como el exabogado del Estado Edmundo Val; y a diputados de Vox, como Santiago Abascal, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros o la exabogada del Estado Macarena Olona. Abascal y otros diputados de Vox llegaron a difundir por las redes sociales que la bancada del PSOE hab¨ªa aplaudido a Bildu cuando lo que hab¨ªa hecho era respaldar precisamente la explicaci¨®n de Batet.
No es, ni mucho menos, la primera vez que un diputado de Bildu o de otras de sus marcas abertzales precedentes, como HB, Amaiur o Sortu, acude al Congreso. Llevan presentando listas desde 1979, aunque en algunas legislaturas no lo hicieron o estaban ilegalizados. En 1986 tuvieron su mejor resultado con cinco esca?os como ahora (casi 232.000 votos). En alguna ocasi¨®n hablaban y se les escuchaba, sin m¨¢s.
Las referencias duras al monarca tampoco son in¨¦ditas. El 20 de febrero de 2018, con la popular Ana Pastor de presidenta, el parlamentario independentista catal¨¢n Joan Tard¨¤ habl¨® de la ¡°ilegitimidad de la restauraci¨®n borb¨®nica, de Juan Carlos I y, por ende, de Felipe VI¡± por haber sido reinstaurados por el dictador Francisco Franco. No hubo ni interrupciones ni insultos ni quejas. Acab¨® Tard¨¤, y Pastor le dio la palabra al diputado siguiente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.