Al uso del terrorismo se le estrecha el margen
Cada vez son m¨¢s las asociaciones y v¨ªctimas que se rebelan por la utilizaci¨®n partidista del dolor causado por ETA
A la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, le espera una ardua tarea esta legislatura, a juzgar por el espect¨¢culo ofrecido en este debate de investidura. Las derechas, radicalizadas, han utilizado el Congreso como caja de resonancia, incluidos el insulto y griter¨ªo, en su estrategia de acoso y derribo del Gobierno que presumiblemente saldr¨¢ de la votaci¨®n del martes. Si el s¨¢bado las derechas focalizaron el debate en la cuesti¨®n catalana para acusar a Pedro S¨¢nchez de ¡°romper Espa?a¡±, el domingo resucitaron a ETA, cuando hace m¨¢s de ocho a?os que termin¨® el terrorismo.
Pablo Casado, en una breve intervenci¨®n imprevista desde el esca?o, hizo una utilizaci¨®n penosa de las v¨ªctimas del terrorismo, propia del peor Aznar, autoerigi¨¦ndose en su portavoz para acusar a S¨¢nchez de no haberlas defendido en su r¨¦plica a la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, cuya mera presencia en el atril origin¨® el rechazo expreso de las bancadas de la derecha. La respuesta se la dieron algunas v¨ªctimas en las redes sociales, como Mar¨ªa J¨¢uregui y Pedro Elespe, hijos de socialistas asesinados por ETA, que recordaron a Casado que la banda terrorista ya hab¨ªa desaparecido y que sus padres estar¨ªan contentos de que en Espa?a gobiernen las izquierdas.
Aizpurua hab¨ªa aprovechado su intervenci¨®n como portavoz de Bildu para hacer valer ante S¨¢nchez su abstenci¨®n, que contribuir¨¢ a su elecci¨®n como presidente. Una referencia al ¡°discurso autoritario del jefe del Estado¡± tras los incidentes del 1-O provoc¨® el estallido en las bancadas de las derechas, con insultos a Aizpurua y proclamas vocingleras ¡°patri¨®ticas¡±, as¨ª como la petici¨®n de Casado de que la presidenta del Congreso le exigiera a Aizpurua rectificar. ¡°Ha sido la intervenci¨®n m¨¢s nauseabunda de los herederos de ETA¡±, dijo Casado.
Batet se neg¨®, alegando, con buen criterio, que la libertad de expresi¨®n amparaba a la portavoz de Bildu, que defendi¨® los cl¨¢sicos postulados del independentismo vasco sin incurrir en apolog¨ªa del terrorismo. No cit¨® a ETA. Fueron las derechas las que la citaron para atacar a S¨¢nchez porque Bildu va a facilitar el Gobierno con su abstenci¨®n.
Las derechas confirmaron este domingo que la utilizaci¨®n del terrorismo ser¨¢ parte crucial de su pol¨ªtica de acoso y derribo al Gobierno de S¨¢nchez. Pero es un campo opositor cada vez m¨¢s estrecho. Cada vez son m¨¢s las asociaciones y v¨ªctimas de ETA que se rebelan por su uso. Bildu es legal por decisi¨®n judicial, porque en sus estatutos rechaza la violencia. Fue en 2011, el mismo a?o en que ETA anunci¨® el cese definitivo del terrorismo al final del Gobierno de Zapatero. En los m¨¢s de ocho a?os transcurridos no ha habido ni atentados, ni chantaje terrorista, ni kale borroka. Fue un final limpio, sin concesiones pol¨ªticas y reconocido por ETA, como le gustaba subrayar a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, entonces ministro del Interior.
Adem¨¢s, los pactos pol¨ªticos de los partidos democr¨¢ticos contra ETA ¨Cel de Ajuria Enea de 1988 y Por las Libertades de 2000¨C, suscritos por la derecha ¨Cel primero por AP y el segundo por el PP¨C, pretendieron la desaparici¨®n del terrorismo y el afloramiento de la izquierda abertzale como partido para que defendiera legalmente sus ideas independentistas. Es lo que se logr¨® en 2011. La izquierda abertzale no fue ilegalizada hasta 2003 por la Ley de Partidos por su probada complicidad con el terrorismo etarra. Pero, desaparecido el terrorismo, no ten¨ªa sentido mantenerla en la ilegalidad, m¨¢s a¨²n cuando sus estatutos rechazaban la violencia. As¨ª lo juzgaron los tribunales. Pero el PP, entonces en la oposici¨®n, no lo asumi¨® porque durante el Gobierno de Zapatero hizo del terrorismo una de sus armas de ataque pol¨ªtico.
Sin embargo, cuando Mariano Rajoy accedi¨® a la presidencia del Gobierno no promovi¨® la ilegalizaci¨®n de Bildu (entonces Amaiur). Rajoy mantuvo a Bildu en la legalidad. Pero Pablo Casado, con el PP en la oposici¨®n, ha vuelto a utilizar al terrorismo y a las v¨ªctimas contra el Gobierno socialista.
Bildu tiene una carencia muy seria, que es la ausencia de autocr¨ªtica por su pasada complicidad con el terrorismo etarra. Se la exigen todos los partidos democr¨¢ticos en Euskadi y en toda Espa?a como deuda pendiente con la sociedad, particularmente sus v¨ªctimas. Son muchos los que no quieren que se repita la ausencia de la condena un¨¢nime del franquismo. Aizpurua eludi¨® este domingo esta cuesti¨®n. Pero no debe ser excusa para que su presencia legal se utilice para atacar al contrario.
El PP es muy vulnerable en esta materia. En el debate de investidura, S¨¢nchez ha esgrimido ejemplos variados de negociaciones y pactos del PP con Bildu. Javier Maroto, siendo alcalde de Vitoria, pact¨® con Bildu. UPN, partido socio del PP en Navarra, ha pactado varias veces en su historia con Bildu. En el Parlamento y en los Ayuntamientos vascos sucede lo mismo. Es lo habitual con un partido legal. La regla del PP es que ellos pueden hacerlo y los dem¨¢s incurren en ¡°traici¨®n¡± cuando lo hacen.
A¨²n m¨¢s. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, siendo presidente del Gobierno, no solo envi¨® a representantes suyos a hablar y negociar con Batasuna. Tambi¨¦n lo hizo con ETA en 1999, en Suiza, con el respaldo del PSOE en la oposici¨®n. Cuando el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero lo intent¨® en 2006, el PP se opuso radicalmente. Ahora que el PP, con Casado, est¨¢ en la oposici¨®n, vuelve a caer en la tentaci¨®n de utilizar el terrorismo para atacar al Gobierno, cuando deb¨ªa ser una cuesti¨®n de Estado, y, por tanto, marginada de la contienda pol¨ªtica, m¨¢s a¨²n cuando el terrorismo ha desaparecido. As¨ª lo se?alaba el Pacto por las Libertades de 2000, firmado por el PP de Aznar.
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