La Moncloa, en medio del fuego cruzado

"No, elecciones seguro que no, aunque todo es posible en Catalu?a¡±. Este era el comentario m¨¢s extendido en ¨¢reas gubernamentales antes del mediod¨ªa de mi¨¦rcoles; antes de que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, proclamara que la legislatura en Catalu?a est¨¢ pol¨ªticamente terminada. La raz¨®n por la que en La Moncloa y en la c¨²pula socialista no ve¨ªan con claridad la convocatoria de las elecciones ten¨ªa su l¨®gica. No puede haber elecciones, alegaban, porque los dos principales contendientes por la hegemon¨ªa del independentismo no tienen decidido qui¨¦nes ser¨¢n sus carteles electorales. Y en parte, Torra ha venido a avalar parte de ese argumento.

En b¨²squeda de los dos principales candidatos los partidos en liza necesitan tiempo y Torra, con el visto bueno de Carles Puigdemont, ha trazado un plan en dos fases. Primero, aprobar los presupuestos, necesarios para la sociedad catalana y, a principios de verano, a mucho correr, la celebraci¨®n de las elecciones.

Entretanto, la dureza contra el Gobierno central se tiene que mantener. El clima pol¨ªtico en el mundo independentista es funesto para iniciar el di¨¢logo con Quim Torra del presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, seg¨²n reconocen en el PSOE. El ¨²ltimo p¨¢rrafo del comunicado que este mai¨¦rcoles emiti¨® ERC tras el anuncio del jefe del Gobierno catal¨¢n de que habr¨¢ elecciones tras la aprobaci¨®n de las cuentas descompuso a muchos dirigentes socialistas: ¡°Nuestro adversario no es otro que el Estado y la represi¨®n con la que castiga al conjunto del movimiento independentista¡±. Con esta declaraci¨®n de principios se reunir¨¢n la pr¨®xima semana S¨¢nchez y Torra. El primero, vigilado por el PP, Vox y Ciudadanos; Torra, con un orden de d¨ªa ¡ª¡°fin de la represi¨®n y autodeterminaci¨®n¡±¡ª de imposible avance para el l¨ªder socialista.

Nada esperaba S¨¢nchez de Torra y de Puigdemont, pero s¨ª de ERC. Estas expectativas casan mal con el endurecimiento de sus discursos y la lucha sin cuartel que ya ha empezado entre los independentistas. De ERC espera mucho: la aprobaci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado de 2020. La Moncloa no tiene a¨²n elementos para calibrar si el l¨ªder de ERC, Oriol Junqueras, vincular¨¢, sin la menor flexibilidad, el avance de la mesa de di¨¢logo con la negociaci¨®n sobre el apoyo a los presupuestos. Si es as¨ª, el plan fundamental de S¨¢nchez, la aprobaci¨®n de las cuentas del Estado, saltar¨¢ por los aires. La reuni¨®n del d¨ªa 6 entre el presidente del Gobierno y Torra dar¨¢ una pista, pero el Ejecutivo considera que solo es el principio del camino, sin certeza de llegar a alguna parte. El Gobierno de coalici¨®n se encuentra en medio del fuego cruzado del independentismo y la denuncia de la derecha.

Antes de que se produzca la reuni¨®n, el PP exige a S¨¢nchez no solo que la anule sino que despoje a Torra del cargo de president ¡°con la Constituci¨®n¡±, es decir, con la activaci¨®n del art¨ªculo 155. En su oposici¨®n a ese encuentro los populares pueden a?adir ahora que para ERC el adversario es el Estado.