La pol¨ªtica con ni?as delante
Lo que hace especial la ceremonia de apertura de la legislatura es la presencia de dos menores, porque as¨ª la gente se corta m¨¢s y piensa en que tiene que dar ejemplo
Era una ma?ana rara, como de boda, en el Congreso, con un sol inesperado y gente vestida de forma poco habitual. Marineros, soldados de aviaci¨®n, guardia civil con tricornio, bayonetas y escopetones en ristre por todas partes, soldados de camuflaje y un superpend¨®n encima de los leones del Congreso. Llegaba el Rey con la familia, y tal como est¨¢ el patio todo iba a girar en torno a su figura.
Una hora antes, cinco partidos independentistas y soberanistas (ERC, Junts per Catalunya, EH Bildu, CUP y BNG) aparecieron en rueda de prensa con gesto severo a leer una breve proclama. Manejaron datos err¨®neos en los tres p¨¢rrafos, pero ello no le rest¨® solemnidad: ¡°La sociedad vasca, catalana y gallega rechazan mayoritariamente la figura de una instituci¨®n anacr¨®nica¡±, y encima ah¨ª no estaba el PNV; ¡°el Rey no tiene la legitimidad de nuestros pueblos¡±, que votaron la Constituci¨®n, y que ¡°las mayor¨ªas sociales del Estado anhelan¡± los valores republicanos, toda una lectura subliminal. A todo esto la de la CUP, Mireia Veh¨ª, estaba sin lazo amarillo, porque son tan antisistema que hasta pasan de eso. Leyeron el texto en catal¨¢n, euskera y gallego, aunque se entend¨ªan unos a otros en castellano, que es lo que tienen en com¨²n.
Prueba de que en pol¨ªtica los espacios vac¨ªos se ocupan inmediatamente, dentro los huecos no se notaban. Era d¨ªa de puertas abiertas y barra libre: entraban tambi¨¦n los senadores (265 personas m¨¢s) y uno pod¨ªa sentarse donde quisiera, todos apretujados. Hab¨ªan quitado las butacas de siempre y hab¨ªa sillas rojas, m¨¢s peque?as. De eso se aprovecharon los de la Espa?a que madruga, los de Vox, que llegaron antes y ocuparon toda la primera fila tras los sillones azules del Gobierno. En el PSOE se mosquearon, porque consideraban que era su sitio y los que llegaban empezaron a ponerse de pie delante de ellos. Ortega Smith tambi¨¦n se sent¨® con otro grupo en los esca?os habituales del PNV. Se intu¨ªa la bronca ya antes de empezar y tuvo que ir Iv¨¢n Espinosa de los Monteros a mediar y decirles a los suyos que mejor se fueran. Aunque al parecer eso a Ortega no le hizo mucha gracia, porque discutieron un rato y el boina verde de all¨ª no se iba. Se hizo fuerte en su posici¨®n y cualquiera le echaba, despu¨¦s de verle pegando tiros con el fusil de asalto HK G36. Al final dejaron dos asientos para Aitor Esteban y el portavoz jeltzale en el Senado, Jokin Bildarratz. Tambi¨¦n los diputados de peque?os partidos aprovecharon para sentarse bien abajo, no en el gallinero. Casi se echaba en falta un acomodador, es una legislatura llena de incomodidades.
En la tribuna estaban los dos ¨²ltimos padres de la Constituci¨®n, Miguel Herrero y Rodr¨ªguez de Mi?¨®n y Miquel Roca, que mirando abajo sentir¨ªa v¨¦rtigo. No por la altura, sino porque del mundo nacionalista convergente catal¨¢n que hizo la Carta Magna ya no hay nada, no hab¨ªa nadie. Ya son totalmente divergentes. Pablo Iglesias lleg¨® el primero a los esca?os del Gobierno, 23, que han cabido justitos. ?balos ten¨ªa la cara contrariada. A la espera de la pen¨²ltima versi¨®n de lo ocurrido, ya se esperaba que apareciera del brazo de Delcy Rodr¨ªguez con bolsas del duty free. Cuando entr¨® el Rey los periodistas desde la tribuna de prensa contaban r¨¢pidamente qui¨¦n aplaud¨ªa y qui¨¦n no. Pero ya, metidos en matices, c¨®mo aplaud¨ªan, porque era evidente que Iglesias lo hac¨ªa con la mano peque?a, apenas produc¨ªa sonidos. Como ¨¦l, los otros cuatro miembros de Unidos Podemos del Ejecutivo aplaud¨ªan, pero en el grupo hab¨ªa de todo, unos s¨ª, otros no. Entre 22 y 25 no lo hicieron, aunque algunos empezaron un poco y luego se pararon, era un l¨ªo clasificar su apego o desapego al monarca por el movimiento de las manos. Vamos a estar toda la legislatura con estas cositas. Ione Belarra y Noelia Vera, por ejemplo, lo hicieron sin problemas. Luego los periodistas coordinaban sus impresiones de lo que hab¨ªan visto y revisaban la moviola en v¨ªdeo para a ver cu¨¢ntos sal¨ªan.
M¨¢s que el Rey y la Reina, lo que hac¨ªa especial la ceremonia de apertura de la legislatura era la presencia de dos ni?as. Las infantas Leonor (14 a?os) y Sof¨ªa (12) se sentaron con las manos l¨¢nguidamente tendidas sobre el regazo y ya no se movieron. Pero nada de nada, como hay que estar de visita. La pol¨ªtica suele estar vedada a los menores, como el boxeo o los toros, y ser¨¢ por algo. Un ni?o obliga a la compostura, a medir las palabras, a comportarse. No hay nada que haga sentirse m¨¢s observado que la presencia de un menor, m¨¢s que una c¨¢mara. Con ni?os delante la gente se corta m¨¢s, piensa todo el rato en que tiene que dar ejemplo. Estar¨ªa bien que hubiera m¨¢s en el Congreso, quiz¨¢ a turnos por colegios. En ese sentido, la jornada de hoy lunes fue mod¨¦lica, solo buenas palabras. Todo el discurso de Meritxell Batet, y tambi¨¦n el del Rey, fue pura cortes¨ªa y sentido com¨²n, el triunfo de la educaci¨®n y la mesura, aunque estuvo dominado por un sutil sentimiento de alarma, que esto no se nos vaya de madre. Di¨¢logo, palabra, acuerdos, respeto, Constituci¨®n, convivencia. Lo habitual delante de ni?os y ni?as, cuando los mayores parecen de fiar pero est¨¢n disimulando y hacen sobreentendidos. Ellas los ver¨¢n luego el resto del tiempo en la tele comport¨¢ndose muchas veces como cr¨ªos.
Aunque hab¨ªa menores, con los dos coloridos maceros que flanqueaban al monarca con sus garrotes plateados, el acto parec¨ªa patrocinado por Beefeater, y desde luego lo que vendr¨¢ ser¨¢n tragos fuertes. Lo m¨¢s destacable del discurso de Batet fue una frase que quiz¨¢ muchos parlamentarios tomaron por un error y les hiciera mirar a su jefe de grupo con extra?eza, como si hubieran entendido mal su cometido: ¡°No estamos aqu¨ª para crear problemas que no existen, ni para ocultar los que existen¡±. Tambi¨¦n cit¨® a Ant¨ªgona, cuando Hem¨®n le dice a Creonte: ¡°Solo en un desierto podr¨¢s gobernar perfectamente en solitario¡±. Debe decirse que todos acaban fatal en esa tragedia griega.
El Rey logr¨® que nadie mirara el m¨®vil mientras dur¨® su discurso, un hito parlamentario, aunque a un cierto punto son¨® un politono de villancico, y eso que ya estamos en febrero. Cuando termin¨® hubo una gran ovaci¨®n, que dado el car¨¢cter metaf¨®rico que hab¨ªan alcanzado los aplausos nadie sab¨ªa c¨®mo parar. Pasaban los minutos y el Rey hac¨ªa gestos de dejarlo pero no hab¨ªa manera. Miraba a Batet con cierto embarazo. Tambi¨¦n aqu¨ª hubo gradaciones, ostentaci¨®n de palmas en la derecha, elevando los codos, con mayor frecuencia de impacto, con m¨¢s parsimonia en la izquierda. En el PSOE fueron parando, tambi¨¦n algunos ministros, pero enfrente no parec¨ªan por la labor. La cosa alcanz¨® ya cotas de bis de ¨®pera y a los cuatro minutos Batet tuvo que intervenir al micr¨®fono para cerrar la sesi¨®n. Esto no pod¨ªa acabar as¨ª, y efectivamente, una voz femenina se alz¨® desde lo alto: ¡°?Viva el Rey!¡±. ¡°?Viva!¡±, respondi¨® la multitud de esa forma que siempre es tan viril y contundente. Fue Tristana Moraleja, diputada gallega del PP, perfecta por su apellido para este fin de sesi¨®n, que sigui¨®: ¡°?Viva Espa?a! ?Viva la Constituci¨®n!¡±. Y ya se fueron contentos, y otros enfadados, para casa, esperando que la pr¨®xima vez ya no haya ni?as delante.
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