El laberinto del vertedero derrumbado

El jueves 6 de febrero a Zaldibar se le cay¨® el mundo encima. Este pueblo vizca¨ªno, de 3.000 habitantes, se dio de bruces contra el medio mill¨®n de toneladas de residuos del vertedero de la localidad que se desprendi¨® sobre la AP-8, autopista que conecta Bilbao y San Sebasti¨¢n. El lugar entr¨® en una espiral de indicios, acusaciones, informaci¨®n con cuentagotas y una dura certeza: bajo los escombros se encuentran casi con seguridad los cuerpos de Joaqu¨ªn Beltr¨¢n, habitual en Zaldibar, y de Alberto Sololuze, vecino de Markina, ambos trabajadores del vertedero. No han podido rescatarlos porque la inestabilidad del terreno dificulta las tareas. El Gobierno vasco, adem¨¢s, ha recomendado a la poblaci¨®n que mantenga, en lo posible, las ventanas de las casas cerradas, ante la presencia de dioxinas en el aire.

La empresa que gestionaba esta planta, situada sobre una de las altas colinas que flanquean la carretera, se encuentra en el disparadero de las cr¨ªticas. El Gobierno vasco ha apuntado a Verter Recycling 2002 como responsable de un ¡°fatal y fat¨ªdico accidente laboral¡±. Un juzgado ha abierto diligencias para investigarla por un presunto delito laboral y ambiental. El Ejecutivo le ha dado una semana para ofrecer un plan de acci¨®n para intervenir sobre la avalancha y le ha abierto un expediente sancionador. La empresa se defiende asegurando que el contacto con las autoridades era frecuente y afirma que trabajan ¡°a marchas forzadas¡± para presentar toda la informaci¨®n solicitada.

El ¨²ltimo informe de inspecci¨®n ambiental sobre Verter Recycling 2002, cuya calificaci¨®n ha ido descendiendo a?o tras a?o, catalog¨® como ¡°malo¡± el grado de cumplimiento de las condiciones de autorizaci¨®n ambiental, y solicit¨® correcciones. La viceconsejera, Elena Moreno, admiti¨® que conoc¨ªan ¡°cosas que no se hac¨ªan bien¡±, pero que jam¨¢s imaginaron que el desenlace pudiera ser catastr¨®fico. Moreno a?adi¨® que el departamento ¡°estaba a punto de iniciar un expediente sancionador¡± por registrar vertidos de materiales no autorizados y ocupar m¨¢s espacio del permitido.

El corrimiento se produjo hace m¨¢s de una semana y el paso de las horas solo sirvi¨® para agravar la situaci¨®n. La primera alarma se encendi¨® seg¨²n se produjo el desastre: la empresa no era capaz de localizar a siete de sus empleados. Las comprobaciones posteriores redujeron la cifra a dos. La forma de corroborarlo, explican fuentes de Seguridad del Gobierno vasco, fue cruda: llamaron a sus tel¨¦fonos y solo Joaqu¨ªn y Alberto no respondieron.

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Amianto

La situaci¨®n empeor¨® cuando ya interven¨ªan los servicios de emergencia para estabilizar el lugar y buscar a las v¨ªctimas. El vertedero acumulaba materiales con amianto, hasta 4.200 toneladas dentro de las 511.000 de residuos recibidos en 2019. La inhalaci¨®n de esta sustancia t¨®xica puede causar graves problemas de salud. Antecedentes como los fallecimientos de trabajadores del metro de Madrid aparecieron en escena, y se detuvieron las labores. Los operarios iniciales hab¨ªan actuado sin la protecci¨®n adecuada, algo que encendi¨® las iras de los sindicatos, y solo se retom¨® la actividad cuando llegaron especialistas. Medio Ambiente sali¨® al paso para certificar que la compa?¨ªa s¨ª ten¨ªa permiso para almacenar amianto.

El temor se ha extendido por la comarca, donde abundan poblaciones en valles rodeadas por pe?as de distinta altitud. Las mediciones de calidad del aire y del agua han mostrado por ahora la ausencia de riesgo para la salud, pero no han podido contener los recelos de los vecinos. Tampoco ayuda el humo que siguen emitiendo varios puntos del derrumbe, como cr¨¢teres de un volc¨¢n de basura que impregna la zona de olor a pl¨¢stico quemado.

Miles de personas, muchas de ellas con mascarillas y haciendo sonar sirenas y silbatos, participaron este s¨¢bado en distintas concentraciones en Ermua (Bizkaia) y en las localidades guipuzcoanas de Eibar y Elgeta, para denunciar la gesti¨®n llevada a cabo tras el derrumbamiento del vertedero. Durante las marchas se escucharon gritos reclamando la dimisi¨®n del consejero vasco de Medio Ambiente, I?aki Arriola.

El suceso de la planta de Zaldibar ha coincidido con la convocatoria de las elecciones auton¨®micas el 5 de abril, y las hostilidades entre los partidos se han desatado. El PNV ha denunciado que varias de sus sedes amanecieron el mi¨¦rcoles con ¡°ataques fascistas y mafiosos¡± en forma de basura y excrementos; el lehendakari, I?igo Urkullu, censur¨® las cr¨ªticas por no acudir en el primer momento al lugar de los hechos, afirmando que su presencia ser¨ªa ¡°una escenificaci¨®n¡±. La pr¨®xima semana tendr¨¢ que dar explicaciones en el Parlamento vasco. El PP, Elkarrekin Podemos y Bildu han criticado la gesti¨®n del Gobierno.

Finalmente, el mi¨¦rcoles el lehendakari acudi¨® a la escombrera a hablar con los t¨¦cnicos. Despu¨¦s se vio en Zaldibar con familiares de las v¨ªctimas. La tristeza y las inc¨®gnitas siguen sacudiendo a los vecinos. El pleno municipal convocado el martes termin¨® con el teniente de alcalde hundido, llorando al recordar a los desaparecidos. Eran sus amigos.