Un sector de las bases en Catalu?a se moviliza contra el centralismo de Cs

En un partido que durante 14 a?os ha sido pr¨¢cticamente monol¨ªtico, cualquier movimiento interno se vive con especial incertidumbre. Pero en la era post Albert Rivera todo ha cambiado. El debate en Ciudadanos ante el congreso de marzo ha saltado a una parte de las bases que, en un fen¨®meno in¨¦dito, empieza a revolverse contra el modelo organizativo que respalda la direcci¨®n, sobre todo en Catalu?a. En paralelo, In¨¦s Arrimadas hizo ayer una demostraci¨®n de fuerza en Madrid.

En 2017, en la ¨²ltima asamblea de Ciudadanos, tambi¨¦n se localiz¨® en Catalu?a el mayor foco de malestar entre las bases. Entonces el motivo fue el ideario del partido, del que la direcci¨®n elimin¨® a la socialdemocracia a pesar de la oposici¨®n del alma m¨¢s izquierdista. Ahora, a las puertas del congreso que decidir¨¢ qui¨¦n sucede a Albert Rivera en la presidencia, la pelea se centra en el modelo organizativo y, aunque se libra tambi¨¦n en Catalu?a, ha saltado a otros territorios. La corriente cr¨ªtica est¨¢ logrando respaldo a su apuesta por un modelo m¨¢s descentralizado en el que los militantes puedan elegir a las c¨²pulas regionales.

En las m¨¢s de 800 agrupaciones de militantes de Ciudadanos ¡ªuna formaci¨®n con 25.000 afiliados, seg¨²n la gestora que lo dirige ahora¡ª en toda Espa?a se ha estado librando una contienda soterrada esta semana sobre el modelo de partido. El sector cr¨ªtico, que a¨²na a la corriente encabezada por el vicepresidente de Castilla y Le¨®n, Francisco Igea, y al alma socialdem¨®crata de Catalu?a, ha presentado una enmienda a los estatutos para acabar con el centralismo que caracteriza a Cs. El partido se construy¨® en su d¨ªa contra las baron¨ªas territoriales, buscando un discurso ¨²nico en toda Espa?a, lo que se tradujo en que la direcci¨®n nacional nombra y destituye a todas las direcciones auton¨®micas y provinciales.

¡°Estos 14 a?os est¨¢n permitiendo ver los resultados de este modelo. Vemos las consecuencias en los resultados electorales, as¨ª como en los hiperliderazgos y la desmotivaci¨®n de los afiliados¡±, defiende el diputado en el Parlamento catal¨¢n Antonio Espinosa, de la corriente cr¨ªtica.

Las cifras oficiales no se conocer¨¢n hasta el lunes o el martes (las votaciones de la enmienda a la ponencia de estatutos continuaban ayer), pero el sector cr¨ªtico afirma haber ganado ya en agrupaciones destacadas, sobre todo de Catalu?a. Su apoyo no es tanto cuantitativo como cualitativo: es decir, el n¨²mero de agrupaciones cr¨ªticas es discreto en el c¨®mputo total (88 llevan, seg¨²n sus datos), pero su propuesta ha conseguido ser la m¨¢s votada en lugares significativos y agrupaciones con mayor n¨²mero de afiliados.

Votaciones

As¨ª, en Catalu?a se ha impuesto en las dos agrupaciones con m¨¢s militantes, las de Sarri¨¢- Sant Gervasi y Ensanche Izquierdo (Barcelona), as¨ª como en municipios grandes del ¨¢rea metropolitana de Barcelona como Badalona, Tarrasa, Manresa, San Cugat del Vall¨¦s y Sant Vicen? dels Horts. Fuera de Catalu?a, en agrupaciones diversas de Madrid (como la de Pozuelo, la agrupaci¨®n de Albert Rivera) y en capitales como Valladolid (de donde procede Igea) y Murcia, y en la mitad de las de Zaragoza y A Coru?a, siempre seg¨²n fuentes de este sector.

¡°No se trata de ganar, sino de hacer ver a In¨¦s Arrimadas y a todo el grupo oficial que existe una muy importante base de afiliados que quieren otro modelo, con m¨¢s participaci¨®n y m¨¢s democracia¡±, incide Espinosa. ¡°Es una enmienda muy razonable, es como funcionan el resto de partidos¡±, subraya el diputado en el Parlament Sergio Sanz, quien en 2017 particip¨® en la batalla, que perdi¨®, para no eliminar la socialdemocracia del ideario.

En el sector oficialista restan importancia a estas cifras, que no encuentran ¡°representativas de la militancia¡±. Arrimadas, en un acto ayer en Madrid en el que fue arropada por las caras visibles del partido, anunci¨® algunas medidas para favorecer la participaci¨®n interna, como una App y la posibilidad de que las bases eleven propuestas a la direcci¨®n, pero remarc¨® la importancia de asegurar ¡°un mismo discurso en toda Espa?a¡±, el argumento con el que rechaza que los militantes elijan a los l¨ªderes territoriales. La candidata s¨ª dej¨® ver que huye del hiperliderazgo que caracteriz¨® a Rivera. ¡°No creo ni en los salvapatrias ni en los salvapartidos. Creo en los equipos¡±, proclam¨®.