El premio Nobel por entender el vuelo hipn¨®tico de una bandada de p¨¢jaros
Esta semana tres f¨ªsicos han sido galardonados por ayudarnos a comprender los sistemas complejos, los que se generan entre grupos de aves o causan el cambio clim¨¢tico
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?Buenos d¨ªas! Hoy quiero hablaros de sistemas complejos (pero con v¨ªdeos de p¨¢jaros).
?Qu¨¦ conecta los cambios del clima con el movimiento hipn¨®tico de una bandada de estorninos? Esta semana tres f¨ªsicos han ganado el Nobel por ayudarnos a comprender los sistemas complejos, la familia de fen¨®menos donde entran esas dos cosas, desde atm¨®sferas a pajaritos.
Estos sistemas se definen por sus interacciones. Decimos que son complejos porque tienen un gran n¨²mero de componentes que juntos producen comportamientos no triviales que no pueden explicarse mirando sus piezas por separado. Trascienden la suma de sus partes, como pasa con el cuerpo humano, con las modas virales, con el tr¨¢fico de coches, con ciertos mercados y, desde luego, con el clima de la Tierra.
Son fen¨®menos sujetos a la paradoja de la simplicidad. ?Puede salir algo complicado de agentes muy sencillos? Desde luego que puede. La prueba es el pensamiento que hay ahora en tu cabeza, lo que sea que est¨¢s pensando, que emerge (no sabemos c¨®mo) de la conexi¨®n de miles de neuronas que una a una, por separado, hacen poca cosa.
El italiano Giorgio Parisi, uno de los premiados, ha dedicado su vida a entender eso, c¨®mo comportamientos sencillos pueden elevarse y dar lugar a comportamientos complejos. No es nada f¨¢cil. El clima no se comporta de cierta manera porque tiene partes que hacen A o hacen B, sino que evoluciona y se perturba por el choque de un mill¨®n de fen¨®menos conectados. Es dif¨ªcil predecir fen¨®menos as¨ª. Tienes que anticipar el resultado de todas esas interacciones, como quien trata de adivinar a d¨®nde ir¨¢n las bolas al abrir una partida de billar. Por eso el cambio clim¨¢tico se ha estudiado con simulaciones y modelos matem¨¢ticos, como los que ahora ganan el Nobel. Porque esos modelos sirven para predecir el futuro, efectivamente, pero tambi¨¦n para un paso previo: confirmar que entendemos c¨®mo funciona el mundo. (Lo que no sabes imitar, realmente no lo entiendes).
Pero hoy no quiero hablar del clima, sino de los p¨¢jaros.
Parisi ha trabajado con muchos sistemas complejos, pero el m¨¢s vistoso de todos son las bandadas de aves. Mirad este v¨ªdeo alucinante de un grupo de estorninos que se agitan atacados por un halc¨®n.
Son cientos de aves que se mueven formando ondas, en una mezcla de orden (fluyen) y de caos (es dif¨ªcil predecir d¨®nde ir¨¢n). ?Pero c¨®mo saben hacer algo as¨ª? La bandada es un ejemplo de complejidad. Los p¨¢jaros por separado no saben volar en ondas. Los humanos, aunque somos m¨¢s listos, tampoco: imagina que nos colocas a 100 en un campo de f¨²tbol, y nos pides que hagamos ondas como esas, ser¨ªamos incapaces¡ porque es demasiado complicado. Lo incre¨ªble es que esa complejidad surge naturalmente de algo imbricado en los p¨¢jaros.
Sus movimientos son una propiedad emergente. Se ha demostrado con simulaciones que para crear estos patrones basta con tener p¨¢jaros que sigan reglas simples: Alin¨¦ate con tus vecinos, evita las zonas donde sois demasiados, no te alejes del grupo. Se cree que los p¨¢jaros de la bandada solo interact¨²an realmente con unos siete vecinos cercanos, pero como forman una red, acaba conect¨¢ndose todos con todos. Literalmente. Lo dice uno de los trabajos de Parisi: ¡°El cambio de comportamiento de un animal afecta y es afectado por todos los animales del grupo, sin importar lo grande que sea¡±. Es lo que llaman correlaciones libres de escala.
Esa conexi¨®n significa que la informaci¨®n fluir¨¢ a trav¨¦s del conjunto, que se vuelve hiperreactivo, como explican Parisi y sus colegas: ¡°Las bandadas son un sistema cr¨ªtico, perfectamente afinado para responder de forma m¨¢xima a perturbaciones del entorno¡±. El resultado, como cuenta este otro art¨ªculo, es una agilidad incre¨ªble: ¡°Una se?al de girar, normalmente comenzada por un p¨¢jaro del extrarradio, puede correr por una bandada de 400 p¨¢jaros en medio segundo¡±.
C¨®mo logran hacer esto los p¨¢jaros, no lo sabemos. Por qu¨¦ lo hacen, tampoco. Cuando aparece un halc¨®n, puede que los estorninos formen bandadas y se muevan al un¨ªsono para protegerse. ?Pero por qu¨¦ lo hacen sin depredadores cerca? La catedr¨¢tica de ciencias de la evoluci¨®n, Charlotte Hemelrijk, no descarta casi nada: ¡°Es posible ver estas exhibiciones como una forma de danza¡±.
Tambi¨¦n hacen lo mismo las ovejas, por cierto. Mirad.
Y tambi¨¦n las hacemos los humanos.
Muchas cosas que nos preocupan ocurren sin que nadie lo decida, como cuando seguimos calentando el planeta un poco entre todos, aunque sabemos que es mala idea. Muchas cosas ocurren, o persisten, por lo que hacen millones de personas, ya sea encarecer los alquileres o la desigualdad entre colegios buenos y malos. No todos tenemos la misma responsabilidad, por supuesto, pero quiz¨¢ tenemos m¨¢s de la que nos gusta asumir. Pero explicar as¨ª las cosas va contra nuestra naturaleza: nuestro impulso es se?alar responsables. Si la pandemia fue dura con Espa?a al principio, o si lo fue con Madrid, lo que nos nace es pensar en culpables antes que en la interacci¨®n compleja de muchos factores.
Un ejemplo parad¨®jico son los premios Nobel. Son una celebraci¨®n fant¨¢stica de la ciencia, que no tiene mucho sentido criticar, pero que admite una cr¨ªtica. El periodista Ed Yong dijo hace a?os que los premios sostienen una visi¨®n distorsionada de la labor cient¨ªfica. Los Nobel premian a una, dos o tres personas por un hallazgo cient¨ªfico, como si esos logros fuesen el fruto de genios solitarios, y hasta de un instante de brillantez, cuando la realidad de la ciencia actual es hoy muy diferente. Los grandes avances son el resultado del trabajo de muchas personas que interact¨²an, como una bandada de cient¨ªficos que producen maravillas sin que nadie sepa c¨®mo.
Otras historias ¡®random¡¯
? 1. Qu¨¦ son los Papeles de Pandora
?Qu¨¦ es una sociedad ¡®offshore¡¯? ?Para qu¨¦ se utiliza? Esta semana en EL PA?S hemos publicado el resultado de una investigaci¨®n global pilotada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci¨®n (ICIJ) que analiza los archivos secretos de 14 despachos de abogados y que ha sacado a la luz sociedades opacas de pol¨ªticos, millonarios y artistas de m¨¢s de 90 pa¨ªses. Si quieres sumergirte en los papeles, y a¨²n no lo has hecho, un buen lugar para empezar es este resumen de mis dos compa?eros volcados con el tema, Daniele Grasso y Montse Hidalgo.
? 2. La gente no quiere ir tanto a la oficina
Una encuesta a 800 profesionales, la mayor¨ªa de la industria de la programaci¨®n, demuestra que algo est¨¢ cambiando: un 80% de los encuestados dice que pensar¨ªa cambiar de empresa para trabajar en remoto. El 80% ve ideal no ir a la oficina m¨¢s de 2-3 d¨ªas por semana, porque ahorran tiempo y dinero, y porque ganan en descanso y en conciliaci¨®n. Adem¨¢s dicen que se concentran m¨¢s. El estudio lo ha publicado la gente de Manfred, una empresa dedicada al reclutamiento.
- Otra encuesta global encuentra lo mismo en medio mundo: dos de cada tres encuestados quieren m¨¢s flexibilidad en sus trabajos.
- En The Economist se han fijado en las ofertas de empleo para desarrolladores, que no representan a otros sectores, pero que quiz¨¢ sea la vanguardia de un cambio. Su conclusi¨®n es que ¡°para los programadores, el trabajo remoto se ha convertido en la norma¡±. Antes de la pandemia las ofertas que mencionaban la palabra ¡°remoto¡± no llegaban al 25% y ahora son el 75%.
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