Emprendedores: vuestra primera idea es mala casi con total seguridad
Habla Luis P¨¦rez-Breva dirige el programa de innovaci¨®n aplicada MIT Innovation Teams
Innovar es una habilidad. Se puede ense?ar. O mejor dicho, se puede aprender. Exige muchas horas de trabajo. Y, contra lo que suele decir la gente, no consiste en tener una idea rompedora¡±. Luis P¨¦rez-Breva (Barcelona, 1975) habla de innovar como si se tratara de algo parecido a tocar un instrumento. Recurre con frecuencia a esta analog¨ªa en sus cursos del Instituto Tecnol¨®gico de Massachussets (MIT), donde dirige el programa de innovaci¨®n aplicada MIT Innovation Teams. ¡°Un estudio de 1993 determin¨® que la diferencia entre los grandes violinistas y los que no llegan a la cumbre est¨¢ en el n¨²mero de horas diarias de pr¨¢ctica. Innovar es parecido a tocar: cuando llevas unos a?os reconoces muy f¨¢cilmente los errores de un principiante, los que t¨² mismo comet¨ªas en su momento sin darte cuenta¡±, explica.
Afortunadamente para sus alumnos, el doctor P¨¦rez-Breva no basa sus reflexiones en teor¨ªas pensadas desde la comodidad del sof¨¢. Antes de dedicarse a la docencia, este ingeniero qu¨ªmico, f¨ªsico y economista se hizo un nombre al desarrollar tecnolog¨ªas basadas en la inteligencia artificial para la localizaci¨®n de smartphones en casos de emergencia y seguridad nacional, que todav¨ªa se aplican en todo el mundo.
Tras una d¨¦cada impartiendo cursos por todo el mundo, el emprendedor catal¨¢n ha volcado todo lo que sabe sobre el tema en un libro que, pese a su largu¨ªsimo t¨ªtulo (Innovating: A Doer¡¯s Manifesto for Starting from a Hunch, Prototyping Problems, Scaling Up, and Learning to Be Productively Wrong, MIT Press, 2017), alcanz¨® la categor¨ªa de #1 hot new release en Amazon el mismo d¨ªa de su publicaci¨®n. Esta semana ha expuesto sus ideas en Barcelona y Madrid, en este ¨²ltimo caso de la mano de la Fundaci¨®n Rafael del Pino.
?Cree que la gente tiene una idea equivocada sobre lo que es la innovaci¨®n?
Emprender es empezar una compa?¨ªa nueva. Innovar es una situaci¨®n de much¨ªsima m¨¢s incertidumbre, porque lo ¨²nico que sabemos es que cuando hayamos acabado habremos cambiado notablemente la vida de las personas para mejor. Y de forma irreversible. Algo de lo que hayamos hecho para llegar hasta ah¨ª ser¨¢ nuevo, pero no est¨¢ claro el qu¨¦. No hace falta que tu idea de producto sea fant¨¢sticamente nueva: basta con que sea s¨®lida. Lo que hace falta es que haya un problema que quieras cambiar con ella. Luego ya ver¨¢s si para lograrlo necesitas un producto nuevo, un servicio o una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro. Si se supera esta confusi¨®n inicial, todo es m¨¢s f¨¢cil.
?Eso lo entienden tambi¨¦n los inversores?
Los inversores cada vez tienen que ser m¨¢s sofisticados para comprender en qu¨¦ est¨¢n invirtiendo. Los fondos que les dirigen manejan unos tiempos que son los que imponen la necesidad de obtener r¨¦ditos. Es verdad que en EE UU los plazos son m¨¢s laxos, pero en ambos casos son cortos. Las empresas que est¨¢n haciendo algo novedoso, que no innovador, suelen necesitar alrededor de cuatro a?os para probarse a s¨ª mismas que existe el mercado que hab¨ªan elucubrado. Y luego otros tres para demostrar que ese mercado se puede alcanzar de forma sostenible. Siete a?os es m¨¢s de lo que da cualquier inversor, as¨ª que hay que ser muy bueno a la hora de trazar un plan que demuestre las cosas para que el inversor siga involucrado.
Entonces quienes deben evolucionar son los inversores.
En EE UU est¨¢ cambiando la idea de que el inversor sea una persona ajena al proyecto. La evidencia emp¨ªrica demuestra que eso no ha funcionado. Los nuevos inversores est¨¢n concibiendo nuevas maneras de invertir que impliquen una mayor involucraci¨®n en el proyecto. No solo con la direcci¨®n, sino a veces incluso aportando tareas ejecutivas o ayudando a inventar las tecnolog¨ªas que se deben desarrollar.
Hacen casi de aceleradoras.
"El sistema educativo de EE UU fomenta la toma de decisiones"
?Por qu¨¦ son m¨¢s frecuentes las startups de ¨¦xito en EE UU que en Europa? P¨¦rez-Brieva apunta al tama?o del pa¨ªs y a los a?os de ventaja que nos llevan. "La ¨²nica diferencia, que por suerte es bastante sorteable, es que all¨ª son m¨¢s ambiciosos: desde el principio piensan que su mercado es el mundo entero. M¨¢s que ver problemas ven oportunidades. Aqu¨ª cuesta m¨¢s entender que todos los problemas tienen oportunidades detr¨¢s".
Esa actitud la achaca al sistema educativo estadounidense. "En EE UU desde el principio hay que hacer muchas elecciones. La gente escoge continuamente e intenta descubrir lo que le gusta. En otros pa¨ªses, la educaci¨®n est¨¢ m¨¢s regimentada, hasta el punto de que la ¨²nica verdadera elecci¨®n que se hace es la universidad en la que estudiar".
Yo m¨¢s bien las llamar¨ªa transformadoras. Son distintos modelos de negocio. Las aceleradoras te dicen: tr¨¢eme tu idea, yo te doy una serie de consejos valiosos, me llevo una parte de la propiedad y con mis recursos y mi reputaci¨®n acelero la ejecuci¨®n de tu idea. Las estad¨ªsticas demuestran que esto sucede solo en algunos casos. Para ser justos, a veces lo que hacen es conseguir que las startups se den el golpe m¨¢s r¨¢pido, lo que tampoco est¨¢ mal. El punto de partida de estos fondos de inversi¨®n es distinto: no toman el proyecto de nadie, sino que desde dentro conciben una idea, que puede ser la imagen de un problema o de una oportunidad difusa. Trabajan para entender c¨®mo se podr¨ªa hacer real y a partir de ah¨ª desarrollan un plan para crear en pocos meses una versi¨®n reducida de la empresa con una inversi¨®n m¨ªnima para probar su validez. Es distinto porque asumen que la idea inicial no necesita acelerarse, sino cambiar.
La clave est¨¢ entonces en transformar la idea original.
Esto se est¨¢ empezando a ver ahora. En mis clases de emprendedur¨ªa e innovaci¨®n les digo a mis alumnos lo siguiente: vuestra primera idea es casi con total seguridad mala. Pero no porque no sep¨¢is pensar, sino porque no le hab¨¦is dedicado el tiempo suficiente. Se necesita mucha suerte para que la primera idea sea completa. Es m¨¢s factible que sirva como buen punto de partida desde el que empezar a transformar algo y descubrir otras cosas bas¨¢ndonos en evidencias reales. Lo que suele pasar en mis cursos es que la gente llega pensando que iba a hacer algo y, de manera relativamente incremental, va descubriendo una oportunidad completamente distinta a la que hab¨ªan concebido al principio. Es bueno ver que el problema que quer¨ªas resolver no est¨¢, por ejemplo, en la qu¨ªmica, sino en la biotecnolog¨ªa. No vienes aqu¨ª a que yo financie o adopte tu idea, sino a convertirla en una idea mejor, lo que posiblemente implique cambiarla de arriba abajo.
?Y c¨®mo se ense?a a innovar?
Solo hay una manera: a base de errores. Los humanos somos m¨¢quinas muy sofisticadas para el aprendizaje. Durante a?os se ha hablado de la innovaci¨®n como si fuera el producto final o un proceso. Y no es as¨ª: m¨¢s bien es una habilidad que se puede sistematizar. El ¨¦xito depender¨¢ de tu motivaci¨®n, cuya extensi¨®n yo no conozco. Pero lo que s¨ª puedo aportar son herramientas, esquemas mentales y procedimientos. Innovar es poner en pr¨¢ctica ciertas ideas, que previamente has cambiado, deshecho y reconstituido¡ Es un proceso de prueba y ajuste. Hay una misi¨®n, que es resolver un problema en el mundo, y el objetivo es no fracasar. La clave est¨¢ en explorar en una escala en la que cada error te permita sobrevivir e ir cambiando tu visi¨®n de la idea hasta que te encuentres con una oportunidad real o te persuadas de que no merece la pena seguir. Ambos resultados son un ¨¦xito: el fracaso es persistir hasta que te quedes sin dinero.
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