La revoluci¨®n de la movilidad urbana se llama econom¨ªa colaborativa

El abanico de alternativas para desplazarse en las ciudades ha aumentado en los ¨²ltimos tiempos. Entre recurrir al veh¨ªculo propio y optar por el transporte p¨²blico, ya sea autob¨²s, metro, tranv¨ªa o cercan¨ªas, est¨¢n apareciendo nuevas opciones. Algunas urbes, como Barcelona, Sevilla y m¨¢s recientemente Madrid, han puesto en marcha servicios de alquiler de bicicletas. Al taxi, presente en las ciudades desde hace siglos, le han surgido competidores de la mano de las nuevas tecnolog¨ªas que enriquecen las opciones de los usuarios.

Las plataformas de econom¨ªa bajo demanda, como Uber o Cabify, prestan un servicio de transporte en coches con conductor, mientras que firmas enmarcadas en la econom¨ªa de acceso, como Car2Go y Emov en Madrid o Ecooltra y Avancar en Barcelona ponen veh¨ªculos a disposici¨®n de los usuarios para que los conduzcan ellos mismos. Y todav¨ªa quedan aplicaciones dirigidas a compartir gastos (como Blablacar), aunque hasta el momento no operan en los entornos urbanos, o para conseguir descuentos en las carreras de los taxis, tal y como ofrece Micocar.

Aunque muy distintas entre s¨ª, todas las empresas citadas tienen un denominador com¨²n: fomentan una disminuci¨®n del tr¨¢fico rodado. ?C¨®mo se conjugan todas estas opciones de transporte? ?C¨®mo afectar¨¢ al urbanismo? "La movilidad es un problema complejo. Estamos tratando de fomentar la multimodalidad: que la gente combine el paseo o la bici con el metro, por ejemplo. Creemos que la tendencia deber¨ªa ser recurrir cada vez menos al coche propio. Entre otras cosas porque hemos constatado que el n¨²mero de desplazamientos ha crecido en los ¨²ltimos a?os y las calles ya est¨¢n muy congestionadas", apunt¨® ayer Francisco L¨®pez, director general de gesti¨®n y vigilancia de la circulaci¨®n en el Ayuntamiento de Madrid en una de las mesas de Sharing Madrid.

• Las ciudades para los ciudadanos

Entre el 70% y el 80% del espacio urbano de la capital, asegur¨® L¨®pez, est¨¢ dedicado al tr¨¢fico. ?Tiene sentido que sea as¨ª? Antes de responder, piensa en lo que coloquialmente llamamos la boina, esa masa de poluci¨®n que los d¨ªas claros no es que haya desaparecido, sino que se ha desplazado. Las flotas de veh¨ªculos bajo demanda, por ejemplo, encajan en la ecuaci¨®n para quienes reclaman menos congesti¨®n y contaminaci¨®n.

Pero no solo eso. Tambi¨¦n dicen mucho de los nuevos modos de consumo. Cada vez hay m¨¢s usuarios que se descargan la app de Car2Go o de Cabify, por ejemplo, para desplazarse o ser desplazados por la ciudad. "Sabemos que las f¨®rmulas de movilidad compartida ir¨¢n a m¨¢s. De hecho la industria est¨¢ entando en esas modalidades porque no queda otra", reconoci¨® Arancha Garc¨ªa, directora del ¨¢rea de industria y medio ambiente de ANFAC, la patronal de fabricantes de autom¨®viles.

• Car sharing

Otras experiencias, como los gastos compartidos que propone Blablacar, tambi¨¦n amenazan el negocio de los vendedores de turismos. "Nosotros queremos que los coches tengan un coste 0 para el particular. Todav¨ªa estamos lejos de lograrlo, pero estamos en ello. La cuesti¨®n es, ?c¨®mo encajar¨¢ la industria el golpe si lo logramos?", se pregunt¨® Jaime Rodr¨ªguez, responsable de la firma francesa para la pen¨ªnsula ib¨¦rica. Aunque Blablacar est¨¢ especializada en trayectos largos, Rodr¨ªguez adelant¨® que en dos regiones de Francia hay sendas pruebas piloto para conectar las ciudades grandes y medianas con sus localidades dormitorio.

"Ese servicio ya existe y lo invent¨® Uber", asegur¨® Yuri Fern¨¢ndez, director de comunicaci¨®n de la compa?¨ªa estadounidense, en una mesa anterior. "Si los tribunales nos dejaran aplicarla la pondr¨ªamos a funcionar ma?ana mismo", espet¨®. Porque el gran caballo de batalla de la firma es reclamar la desregulaci¨®n del mercado. Eso incluir¨ªa tambi¨¦n "acabar con el monopolio del taxi", lo que en su opini¨®n redundar¨ªa en m¨¢s oportunidades para el usuario.

• Y llegamos al conflicto del taxi

Juanma Nieto, CEO y cofundador de Micocar, no lo ve as¨ª. Su compa?¨ªa ha trasladado las dos grandes virtudes de los servicios de transporte privados (precio y experiencia) a los taxis. La app ofrece descuentos (una media del 20%) sobre el importe que marque el tax¨ªmetro. "Liberalizar el sector del todo perjudicar¨ªa a mucha gente, incluidos los conductores con licencia VTC, que ya cuestan unos 40.000 euros", indic¨®. El conflicto entre taxistas y servicios privados de transporte ten¨ªa que aflorar en unas jornadas dedicadas a la econom¨ªa colaborativa.

"Creemos que las ciudades se van a convertir en un entorno muy agresivo para los coches privados", concluy¨® Rodr¨ªguez, de Blablacar. Por eso todo lo que sea contribuir a reducir el tr¨¢fico rodado ser¨¢ bienvenido. As¨ª lo cree tambi¨¦n L¨®pez, del Ayuntamiento de Madrid, para quien la econom¨ªa de plataformas abre un nuevo panorama. "Vivimos una revoluci¨®n. Lo ¨²nico que est¨¢ claro es que todo cambiar¨¢", reconoci¨®.