Da la cara: es 34 veces m¨¢s efectivo que enviar un correo
A trav¨¦s del ordenador o el m¨®vil somos menos persuasivos de lo que creemos
A pesar de la conectividad en la que vivimos y la posibilidad de contactar con inmediatez casi con cualquier habitante del mundo, resulta que hablar en persona sigue siendo la opci¨®n m¨¢s eficaz cuando quieres conseguir algo. De hecho, basta con ped¨ªrselo a seis personas cara a cara para que sea igual de efectivo que enviar un correo electr¨®nico a 200. Tanta tecnolog¨ªa para esto. A¨²n as¨ª, la mayor¨ªa de las personas tiende a pensar que enviar un correo electr¨®nico surte m¨¢s efecto. Estas son las conclusiones que muestra el estudio Ask in person: you're less persuasive than you think over email, publicado en la revista Journal of Experimental Social Psychology.
Esta investigaci¨®n sirvi¨® para demostrar que el correo electr¨®nico no es tan eficaz como pens¨¢bamos pero los usuarios est¨¢n convencidos de todo lo contrario, de que funciona mejor que hablar en persona. ?Por qu¨¦ creemos esto? Se trata de un sesgo, es decir, hemos sacado una conclusi¨®n err¨®nea al no disponer de toda la informaci¨®n. Los usuarios tendemos a sobrevalorar nuestra capacidad de convencer cuando nos comunicamos por escrito ¡ªpor ordenador o m¨®vil¡ª y subestimarla en los encuentros cara a cara.
Durante el experimento, un grupo de estudiantes deb¨ªa pasar una encuesta al mismo n¨²mero de personas por correo y cara a cara. Vanessa K. Bohns y sus colegas investigadores comprobaron que las peticiones en persona fueron 34 veces m¨¢s eficaces que las que se enviaron por correo electr¨®nico. Seg¨²n Bohns, este hallazgo concuerda con investigaciones anteriores que demostraron este mismo punto.?
Sin embargo, los participantes pensaron que contestar¨ªa m¨¢s gente a trav¨¦s del correo. Seg¨²n explica Bohns, los participantes estaban muy convencidos de su honestidad y de lo leg¨ªtimo de la acci¨®n que iban a pedir al resto con sus correos electr¨®nicos. Por eso no se dieron cuenta de que lo m¨¢s probable era que los destinatarios desconfiasen del mensaje de un extra?o del que no tienen ninguna referencia.?
A esto hay que a?adir que el mundo del correo electr¨®nico est¨¢ expuesto a unos fallos de seguridad que no existen en el contacto personal. Nos han ense?ado que es m¨¢s seguro no enviar datos, no clicar en enlaces que no conozcamos y que a veces la persona que hay al otro lado no es quien dice ser. Esta barrera de desconfianza es m¨¢s f¨¢cil de saltar cuando hablas con alguien a la cara y puedes utlizar la informaci¨®n que percibes para decidir si te genera o no confianza. Los participantes no se dieron cuenta de lo poco fiables que sus correos podr¨ªan parecer a los dem¨¢s.
"Cuando replicamos nuestros resultados en un segundo estudio, encontramos que las pistas no verbales que se transmit¨ªan cara a cara marcaban la diferencia en la forma en que las personas interpretaban la legimitidad de las peticiones", as¨ª lo explica la autora del estudio en HBR. Pero los solicitantes no hab¨ªan pensado en esto. La empat¨ªa permite conectar con las emociones de la persona que tienes delante y el legunaje no verbal hace m¨¢s f¨¢cil entender y elaborar una opini¨®n que no est¨¦ sesgada. Se trata de ese feeling que te da alguien y que a trav¨¦s de internet se hace complicado percibir.
Entre los factores que pudieron influir se encuentra tambi¨¦n la predisposici¨®n a responder en el momento de recibir el mensaje y la atenci¨®n que le prestamos. El contacto en persona exige una respuesta inmediata, para bien o para mal, pero cuando recibes un mensaje electr¨®nico que no esperas y que adem¨¢s te exige que seas proactivo y contestes a unas preguntas, lo m¨¢s probable es que lo dejes para m¨¢s tarde y acabes ignor¨¢ndolo muy f¨¢cilmente. Adem¨¢s, se mezcla con el resto de correos que recibes ese mismo d¨ªa, probablemente m¨¢s prioritarios. Hablar con alguien en persona implica que le est¨¢s dedicando gran parte de tu atenci¨®n y eso est¨¢ por encima de los correos acumulados en tu bandeja de entrada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.