Por qu¨¦ es positivo que tu plantilla est¨¦ enfadada (de vez en cuando)
Los grandes cambios productivos en las empresas generan una serie de crisis internas que las compa?¨ªas no logran gestionar eficientemente
Rabia, frustraci¨®n y enfado constituyen una serie de emociones que, generalmente, preferimos evitar. Las desechamos en vez de intentar comprender por qu¨¦ nos sentimos de esta forma. En las empresas sucede de la misma manera. Cuando las compa?¨ªas abordan una etapa de grandes cambios, como puede ser una transformaci¨®n digital o un cambio en los h¨¢bitos productivos, no todos los trabajadores reaccionan igual. Como explica Elisa S¨¢nchez, consultora de recursos humanos en Idein, el conflicto es normal en las corporaciones. ¡°Opinar de forma distinta o que queramos cosas opuestas es natural. Para nada algo negativo¡±, a?ade.
La gesti¨®n de las emociones dentro de una empresa es un valor intangible dif¨ªcil de trabajar. La corriente psicol¨®gica Gestalt, creada por Frederick Perls en Alemania, aporta una serie de pautas con las que llevar con ¨¦xito el enfado de una plantilla. Para dar la vuelta al calcet¨ªn y no percibirlo como un problema, Remedios Torrijos, profesora de Comportamiento Organizacional del Instituto de Empresa, apuesta por este m¨¦todo de trabajo. ¡°La Gestalt interpreta que, cuando las personas entran en crisis u oponen resistencias, es que est¨¢n precisamente eligiendo para s¨ª mismas un cambio. Es la primera etapa donde empieza el movimiento hacia algo¡±, precisa.
Surgen diferentes perfiles cuando una empresa aborda una transformaci¨®n de gran calado. Habr¨¢ empleados proactivos, que fomenten el cambio y lo lideren; otros reactivos; y, por ¨²ltimo, los resistentes, que no toleran ni la ambig¨¹edad ni la incertidumbre por el miedo que les genera el nuevo escenario laboral. ¡°Hay que comprender estas emociones y no rechazarlas. Las compa?¨ªas tienen que comprender por qu¨¦ reaccionan as¨ª ante esta situaci¨®n. En definitiva, es algo natural y que abre una ventana a la introducci¨®n de cambios¡±, afirma S¨¢nchez.
Los departamentos de recursos humanos, paulatinamente, prestan mayor atenci¨®n a las reacciones emocionales de los trabajadores. Como concluye el estudio Afecto en el Trabajo, llevado a cabo por los profesores de la Universidad de Barcelona Jos¨¦ Navarro y Manuel Velasco, las emociones dentro de la empresas han cobrado cierta relevancia para saber c¨®mo inciden en cada uno de los individuos. Sin embargo, tal y como matiza la consultora de Idein, todav¨ªa falta un largo camino para que esta tendencia se generalice. ¡°Las organizaciones no suelen gestionar bien los sentimientos ni tampoco ponerles nombre. No comprenden c¨®mo se sienten las personas o c¨®mo viven una transformaci¨®n. Al final, solo buscan parches y evitan esas emociones porque lo ven como un problema o algo desagradable¡±, zanja.
La profesora del Instituto de Empresa ejemplifica este comportamiento de las compa?¨ªas con aquellos trabajadores que canalizan su miedo al cambio mediante la rabia. Para ella, se trata de una emoci¨®n que la mayor¨ªa cataloga de negativa y, por lo tanto, el consejo m¨¢s habitual es el de controlarla. ¡°A partir de ese momento, la persona intenta que desaparezca, lucha y tensiona para que no salga. No obstante, cuanto m¨¢s se resiste para que no aparezca, m¨¢s persistir¨¢¡±, argumenta. Para utilizar este sentimiento beneficiosamente, Torrijos a?ade una clave: ¡°Si nos apoyamos en ella y comprendemos de qu¨¦ nos informa, entonces es cuando podemos cambiar la situaci¨®n y a nosotros mismos¡±.
Otro de los motivos que lleva a las corporaciones a desatender los enfados de sus empleados es la desinformaci¨®n. Los procesos de transformaci¨®n conllevan un cambio significativo en muchos niveles y no se hace part¨ªcipe a los propios trabajadores. ¡°La implicaci¨®n de toda la organizaci¨®n desde el principio facilita el proceso de cambio. Es muy importante transmitir la informaci¨®n de forma clara y transparente. No cortar la comunicaci¨®n. Es una manera de evitar conflictos y crisis¡±, detalla S¨¢nchez.
La Comisi¨®n Europea elabora anualmente su Marcador de Transformaci¨®n Digital. En su estudio de 2017, constata que esta ola de cambios supone un ¡°desaf¨ªo¡± para las empresas, tanto por la modificaci¨®n en las pautas laborales como con respecto al esfuerzo inversor. La implantaci¨®n de las siete innovaciones que la instituci¨®n comunitaria considera claves, como la rob¨®tica o la nube, no superaba el 26% de los encuestados. Ante esta situaci¨®n de incertidumbre y reticencia, Torrijos incide en no esquivar la mirada hacia esta crisis. ¡°Los desequilibrios son necesarios para el crecimiento y la reactualizaci¨®n de los equipos y las empresas. La finalidad es desestructurar para seguir disfrutando del presente y la novedad¡±, asegura.
Pensar que todo va a permanecer inalterable carece de realismo. Lo ¨²nico constante es el cambio, sea del tipo que sea. Este contexto propiciar¨¢ enfados y fricciones en el seno de una empresa. La pregunta que tienen que responder las compa?¨ªas es c¨®mo abordar esta situaci¨®n sin reprimir estas emociones que, a priori, parecen negativas. La Gestalt aparece como una herramienta para sacar el m¨¢ximo provecho a la frustraci¨®n. ¡°Resulta muy ¨²til porque reinterpreta el poder que tienen las personas en la construcci¨®n social de la organizaci¨®n y en el liderazgo de los procesos de cambio¡±, determina Torrijos.
El Ciclo de Necesidades de la Gestalt
La corriente psicol¨®gica de la Gestalt, creada en Alemania por Frederick Perls, es una herramienta poderosa para muchos departamentos de recursos humanos que afrontan un periodo de grandes transformaciones dentro de su empresa. Como explica Remedios Torrijos, profesora de Comportamiento Organizacional del Instituto de Empresa, el Ciclo de Necesidades de la Gestalt permite describir el comportamiento, la experiencia de cambio de cada persona y sus interrupciones. "Estos criterios son muy ¨²tiles en el campo de las compa?¨ªas porque permiten comprender mejor el enfado o la resistencia y establecer estrategias que ayuden a que los empleados encuentren el equilibrio dentro y fuera de la corporaci¨®n", afirma.
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