Coraz¨®n de bal¨®n
La ciencia llega al f¨²tbol, con sus algoritmos en 'tackling' con los tacos por delante. Pero la teor¨ªa y el balompi¨¦ no han acabado nunca de llevarse del todo bien, explica el director de la revista Cineman¨ªa y autor del libro F¨²tbol y cine
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En el principio fue el bal¨®n. Y esa imagen ligada a la bella redondez, al astro rey, a la perfecci¨®n, al patr¨®n eterno e infinito de todas las cosas, empez¨® muy pronto a mancharse: de barro primero, de ¨¦pica, po¨¦tica y m¨ªstica despu¨¦s, de pol¨¦mica y dinero (mucho) casi al mismo tiempo, y hasta de la din¨¢mica de lo impensado (escribi¨® Dante Panzeri) con la evoluci¨®n filos¨®fica e intelectual (s¨ª, intelectual) del f¨²tbol.
Ahora llega la ciencia, con sus algoritmos en tackling con los tacos por delante. Pero la teor¨ªa y el balompi¨¦ no han acabado nunca de llevarse del todo bien. Porque, como en esos bares de antiguo, aqu¨ª nunca se f¨ªa, e incluso ya ver¨¢s como viene alguno y joroba la verdad g¨¦lida de las cifras. Las ¨²nicas que s¨ª siguen siendo absolutamente decisivas son las de los millones de euros de la econom¨ªa de este deporte que, como todos, vive pendiente del azar a lo Match Point de Woody Allen, pero multiplicado hasta el infinito por la imaginaci¨®n (o por su ausencia) de los jugadores.
Igual que la estad¨ªstica, en su llegada tard¨ªa al f¨²tbol (no imaginamos un Moneyball aqu¨ª) act¨²a como un reflejo hist¨®rico y un apoyo period¨ªstico al relato, el big data a?ade presi¨®n al rendimiento f¨ªsico y t¨¢ctico en lo que rodea a la esencia del juego. Es tiempo de reivindicar, frente a los miserables que creen que los partidos s¨®lo se ganan en los detalles tecnificados, el misterio de un deporte que nos ha robado el coraz¨®n.
Carlos Mara?¨®n es director de la revista Cineman¨ªa y autor del libro F¨²tbol y cine
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