Las direcciones IP se agotan, y ahora llega el problema de IPv6
El Internet de las cosas multiplicar¨¢ exponencialmente el n¨²mero de dispositivos conectados. La Red se prepara, sin mucho ¨¦xito, para adaptarse a esa explosi¨®n
La comunicaci¨®n entre todos los dispositivos conectados a Internet (ordenadores, tabletas, smartphones, objetos del Internet de las cosas, routers, etc.) es posible t¨¦cnicamente gracias a un conjunto de reglas y est¨¢ndares, los llamados protocolos de Internet. Estos protocolos, que se usan de forma p¨²blica, libre y gratuita, nacieron por la autorregulaci¨®n y son antiguos: fueron redactados entre 1975 y 1981, y se remontan a una ¨¦poca en la que los primeros ordenadores personales acababan de salir al mercado; evidentemente tampoco exist¨ªa la web o los buscadores, y mucho menos la banda ancha o los tel¨¦fonos inteligentes.
Existe una nueva versi¨®n de la Red, la 6 o IPv6, escrita en 1998 para superar el agotamiento del espacio de direcciones, que se limita a unos 4.000 millones de direcciones ¨²nicas. Pero el n¨²mero de internautas en todo el mundo ya supera esa cifra¡±
Entre tales protocolos est¨¢ el protocolo IP (o Internet Protocol en ingl¨¦s), cuya versi¨®n actual en uso en todo Internet es la 4, o IPv4. Su funci¨®n principal es asignar a cada m¨¢quina conectada a la Red una direcci¨®n IP, que es su DNI electr¨®nico (por ejemplo, 88.198.195.3 es la direcci¨®n IP del servidor que aloja mi web personal). Y el principal problema es que apenas hay direcciones IP libres. Existe una gran demanda de las mismas: no solo porque el n¨²mero de internautas siempre crece, sino porque tambi¨¦n son imprescindibles en la pr¨®xima revoluci¨®n del Internet de las cosas, que traer¨¢ consigo sensores, coches aut¨®nomos, robots, etc¨¦tera.
Es cierto que existe una nueva versi¨®n, la 6 o IPv6, escrita en 1998 para superar el agotamiento del espacio de direcciones del vigente IPv4, que se limita a unos 4.000 millones de direcciones ¨²nicas. Pero el n¨²mero de internautas en todo el mundo ya supera esa cifra, y cada vez tenemos m¨¢s dispositivos conectados en los hogares, empresas y administraciones p¨²blicas. IPv6 tiene un espacio de direcciones mucho mayor (128 bits, lo que proporciona la capacidad para 340 trillones de trillones de n¨²meros ¨²nicos).
Pero, en un fat¨ªdico error, cuando se dise?¨® la versi¨®n 6 del protocolo IP no se hizo compatible con la anterior. Esto significa que cualquiera que adopte solo IPv6 no puede comunicarse con Internet en su conjunto porque funciona bajo IPv4. La ¨²nica forma de mantenerse conectado es que los usuarios que usen IPv6 ejecuten a la vez ambas versiones, IPv6 e IPv4. Esto se conoce como la estrategia de migraci¨®n de pila dual (o dual stack en ingl¨¦s).
IPv6 no es realmente una actualizaci¨®n de Internet. En realidad, se trata de un Internet completamente nuevo que se est¨¢ construyendo y funcionando en paralelo con el actual¡±
IPv6 no es realmente una actualizaci¨®n de Internet. En realidad, se trata de un Internet completamente nuevo que se est¨¢ construyendo y funcionando en paralelo con el actual. E IPv6 es una versi¨®n t¨¦cnicamente mejor que la anterior, principalmente debido a su mayor espacio de direcciones y otras prestaciones, pero no ha acabado de cuajar: veinte a?os despu¨¦s de su estandarizaci¨®n, solo alrededor del 6% de Internet mundial funciona bajo IPv6. No nos desharemos de IPv4 hasta que, como m¨ªnimo, el 95% del mundo est¨¦ ejecutando IPv6 e IPv4 simult¨¢neamente; entonces podremos apagar IPv4 sin perder el acceso a grandes porciones de la Red en su conjunto. Pero nos faltan al menos diez a?os para esa fecha, incluso para algunos podr¨ªan ser 20 a?os.
El problema con la estrategia de migraci¨®n de pila dual es que requiere que ambos Internets ¨Cel de IPv4 y el de IPv6¨C deben seguir creciendo. Y eso significa que la demanda de direcciones IPv4 seguir¨¢ aumentando. Dado que nos hemos quedado sin nuevas direcciones IPv4, existen empresas especializadas, los IP brokers, que est¨¢n moviendo con ¨¦xito las direcciones innecesarias o menos utilizadas a usos m¨¢s cr¨ªticos y valiosos, pero a medida que se intensifique la escasez de direcciones se tendr¨¢n que introducir adaptaciones t¨¦cnicas a las limitaciones del crecimiento paralelo de la antigua Internet bajo IPv4. Estas adaptaciones pueden crear incompatibilidades t¨¦cnicas que podr¨ªan impedir que algunas aplicaciones de Internet funcionen correctamente.
Los costes e incompatibilidades asociadas con la migraci¨®n a IPv6 plantean dudas acerca de si la transici¨®n completa finalmente tendr¨¢ lugar o no. Es probable que se realice, pero tambi¨¦n podemos prever un escenario en el que el mundo se equilibre en dos niveles de Internet, uno que funcione con IPv6 y otro segmento considerable que siga funcionando con IPv4 y que se apoye en la decisi¨®n de otras redes de ejecutar ambas versiones para mantener la conectividad universal.
Parad¨®jicamente, una de las amenazas m¨¢s graves a las que se enfrenta Internet no proviene de Rusia o China, ni de un grupo de oscuros cibercriminales, sino del fracaso de la propia comunidad t¨¦cnica de Internet y de las insuficiencias de la simple autorregulaci¨®n. Al dise?ar una nueva versi¨®n que es incompatible con la anterior, agrav¨® los incentivos para la migraci¨®n y ha generado un enorme problema de alcance universal. De ah¨ª la necesidad de que el Derecho est¨¦ presente en la Red, ya que hay muchas cuestiones que solo pueden ser resueltas por el ciberderecho con garant¨ªas de control democr¨¢tico y respaldo judicial.
Mois¨¦s Barrio Andr¨¦s es Letrado del Consejo de Estado, profesor de Derecho de Internet y experto en Ciberderecho. S¨ªguele en Twitter en @moisesbarrioa.
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