Una aproximaci¨®n femenina al aprendizaje autom¨¢tico
Los sistemas de inteligencia artificial podr¨ªan aprovecharse de la visi¨®n de las mujeres para afrontar el pr¨®ximo reto de las m¨¢quinas: entender las emociones
Ed Hess, profesor de administraci¨®n de empresas en la Universidad de Virginia, est¨¢ convencido de que, para poder conservar trabajos significativos en el futuro, los humanos tendremos que encontrar cosas que las m¨¢quinas no puedan hacer bien. Un empleo que requiera de habilidades puramente mec¨¢nicas corre m¨¢s riesgo de desaparecer que otro que exija, en palabras del acad¨¦mico, ¡°pensamiento cr¨ªtico, creativo, innovador e imaginativo¡±.
Y es que, por mucho que los avances en el campo de la inteligencia artificial nos produzcan v¨¦rtigo, las m¨¢quinas todav¨ªa est¨¢n muy lejos de entender el mundo como nosotros. Procesan m¨¢s datos de los que podemos imaginar, realizan exhaustivos an¨¢lisis probabil¨ªsticos para aportar soluciones adecuadas e incluso aprenden de sus errores cuando se equivocan, pero el contexto emocional les queda grande.
Esta barrera, no obstante, no parece del todo infranqueable. Hoy existen sistemas que, mediante el reconocimiento facial y el an¨¢lisis de la voz o de lenguaje, detectan emociones para poder interactuar con los usuarios. Es el caso del robot Pepper, uno de los primeros capaces de responder al estado de ¨¢nimo de una persona o de algunos bots conversacionales, que lo integran para conectar a un nivel m¨¢s profundo con su interlocutor. Para hablar de contexto emocional, sin embargo, nos queda mucho por hacer.
El papel de la mujer es crucial en el desarrollo de inteligencia artificial que permita entender y gestionar los sentimientos. Esta tecnolog¨ªa precisa de una perspectiva diferente que ayude a ense?ar a las m¨¢quinas c¨®mo funcionamos los seres humanos.
- Mujeres e inteligencia emocional
Un reciente estudio conjunto de varias universidades espa?olas utiliz¨® una muestra de m¨¢s de 12.000 personas para analizar las diferencias por g¨¦nero en este tipo de habilidades. Las mujeres puntuaron mejor de media en la percepci¨®n, comprensi¨®n y gesti¨®n de las emociones. Por su parte, un metan¨¢lisis realizado por la Universidad de Georgia sac¨® a la luz que medio centenar de estudios revelaban diferencias por g¨¦nero en la actividad cerebral al reconocer y procesar tareas con contenido emocional grande. De nuevo, las mujeres demostraron mayor sensibilidad para percibir este tipo de est¨ªmulos.
¡°A lo largo de los a?os, las mujeres hemos desarrollado mayores capacidades en cuestiones como la multitarea, la atenci¨®n o la empat¨ªa¡±, expone Mar¨ªa Jes¨²s Alava, psic¨®loga y CEO de la consultora Apertia. ¡°Nos adelantamos a los problemas, nos conocemos m¨¢s y nos relacionamos mejor¡±.
Concretamente, son capaces de leer las expresiones faciales y el tono de voz mejor que los hombres, seg¨²n descubri¨® un grupo de investigadores de la Universidad de Montreal. Otro informe, publicado en el Cerebral Cortex Journal, expon¨ªa que las mujeres utilizan palabras m¨¢s medidas para preservar la armon¨ªa y la tranquilidad.
Expertos como la investigadora Lisa Feldman Barrett han realizado estudios que aportan un matiz esencial a esta cuesti¨®n: las mujeres no gestionan las emociones mejor que los hombres, sino que lo hacen de manera diferente. ¡°Las mujeres son un activo de gran valor en este tipo de proyectos por la naturaleza de la informaci¨®n que pueden aportar¡±, opina Gemma Garcia, una doctoranda en computaci¨®n afectiva en Stanford y miembro de la Asociaci¨®n de Mujeres en IT. ¡°Para desarrollar inteligencia emocional no solo es necesario conocer las emociones que manifiesta el ser humano y c¨®mo lo hace; hay que entender las diferencias entre g¨¦neros¡±.
- El estado de la cuesti¨®n
Diversos algoritmos han demostrado tener prejuicios machistas que podr¨ªan corregirse si sus impulsores no fueran mayoritariamente hombres. ¡°Es m¨¢s probable que las mujeres identifiquen problemas de sesgo algor¨ªtmico o sesgos en los datos subyacentes, pero tambi¨¦n pueden notar nuevos problemas para abordar que los hombres no tienen¡±, a?ade Allison Chaney, investigadora de aprendizaje autom¨¢tico en la Universidad de Princeton.
Y esta brecha existe. Tech Emergence, una firma de investigaci¨®n de mercados especializada en inteligencia artificial, analiz¨® la presencia femenina en puestos ejecutivos en cerca de 300 empresas que aplican esta tecnolog¨ªa en distintos sectores. Sus resultados no var¨ªan demasiado de los que se pueden encontrar en otros campos: uno de cada cinco ejecutivos era mujer y su presencia se incrementa en departamentos de recursos humanos y m¨¢rketing.
Chaney participa en Women in Machine Learning (WiML), un evento internacional para apoyar a las mujeres que trabajan en este ¨¢mbito. ¡°Se trata de un espacio para crear conexiones y generar confianza¡±, aclara. ¡°Es importante porque a veces estas cosas son lo que impide que las mujeres realicen un trabajo que de otra manera les encantar¨ªa¡±.
Hanna Wallach, investigadora en Microsoft y profesora universitaria, es, adem¨¢s, cofundadora de la iniciativa WiML, que cumple este a?o su duod¨¦cima edici¨®n y re¨²ne ya a cerca de un millar de expertas. Est¨¢ convencida de que los proyectos de inteligencia artificial y aprendizaje autom¨¢tico obtendr¨ªan mejores resultados si existiese una mayor diversidad en sus comunidades. ¡°Si queremos crear tecnolog¨ªas ¨²tiles y beneficiosas para todos, debemos asegurarnos de que todos est¨¦n involucrados en su desarrollo. Hombres y mujeres tenemos diferentes experiencias en el mundo y podemos aportar diferentes ingredientes para completar la receta¡±.
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