Inteligencia artificial: Aprender, pensar, crear...
?Pero pueden las m¨¢quinas sustituir al hombre? El director de la c¨¢tedra Unesco Tecnolog¨ªas ling¨¹isticas lo sigue viendo dif¨ªcil
El dilema hombre-m¨¢quina ha existido desde los m¨¢s viejos tiempos. Los problemas que se resolv¨ªan con m¨¢quinas eran puntuales, concretos, comprensibles. Tuvo que venir la segunda mitad del siglo XX para que se crearan m¨¢quinas capaces de hacer c¨¢lculos complejos muy r¨¢pidamente. El entusiasmo de la ¨¦poca fue tal que en 1956 unos cuantos j¨®venes investigadores se reunieron en el Darmouth College (EE UU) y definieron lo que ser¨ªa la ¡°Inteligencia Artificial¡± (IA) como la ciencia destinada a ¡°construir m¨¢quinas capaces de aprender, pensar y crear¡±.
Desde entonces hasta hoy ha habido cuatro grandes oleadas de entusiasmo respecto a las capacidades de la IA. Cada una de las anteriores fue seguida de una ¨¦poca de negaci¨®n de las virtudes de la IA ante el ¡°fracaso¡± de las expectativas que se hab¨ªan puesto. Eran tan fant¨¢sticas que era dif¨ªcil que se cumplieran.
De las tres intenciones originales de ¡°pensar¡±, ¡°crear¡± y ¡°aprender¡± la m¨¢s conocida era el aprendizaje. Ya hab¨ªa estudios de la psicolog¨ªa y la pedagog¨ªa de c¨®mo aprend¨ªa un ni?o o un adulto. Hab¨ªa modelos. Hoy se habla de IA y en ella de aprendizaje autom¨¢tico (machine learning). Pero ?por qu¨¦ ha venido esta oleada ahora? ?Qu¨¦ hay nuevo que antes no ten¨ªamos?
La capacidad de c¨¢lculo. Un procesador de un tel¨¦fono m¨®vil barato tiene una capacidad de c¨¢lculo millones de veces m¨¢s grande que las m¨¢quinas que calcularon las trayectorias de los cohetes del programa Apollo que llev¨® al hombre a la Luna. Hoy, se puede relacionar en tiempo real el atasco de tr¨¢fico de las seis de la tarde con la cerveza m¨¢s consumida dos horas m¨¢s tarde. Estas t¨¦cnicas nos parecen m¨¢gicas pues nos dan informaci¨®n nunca conocida antes. ?Pero pueden las m¨¢quinas sustituir al hombre? No imagino c¨®mo. Las m¨¢quinas hacen lo que se les dice. No m¨¢s. Son una poderosa ayuda para ver donde el hombre no ve. Ayudan a ver en la ¡°oscuridad¡± de las nubes de datos. Lo que parece claro es que es una nueva industria.
?Pero pueden las m¨¢quinas sustituir al hombre? No imagino c¨®mo. Las m¨¢quinas hacen lo que se les dice. No m¨¢s.
Para terminar, si se acepta el hecho ya emergido de que la IA es una nueva industria, ?qu¨¦ posicionamiento tiene Espa?a en esto? ?Qui¨¦n sabe de estas cosas en Espa?a? Pues muy poca gente. El nivel de quienes trabajan en este campo en universidades y centros de investigaci¨®n es alto y est¨¢ a la altura de lo mejor internacionalmente. Pero son muy pocos. Y el salto de las universidades a formar empresas, a crear industria, nunca ha estado en los planes de la universidad p¨²blica, ni apenas en la privada, en esta ¨¢rea. Lo cierto es que en la Universidad p¨²blica las trabas a que el conocimiento de universidades y centros de investigaci¨®n salga a la industria o al mercado hacen el proceso disuasorio. As¨ª que quienes nos hemos atrevido a dar ese salto nos encontramos con enormes dificultades para encontrar gente realmente formada en IA. La soluci¨®n ahora, incluso queri¨¦ndola, no es f¨¢cil ni inmediata.?
Jes¨²s Carde?osa es director de la c¨¢tedra Unesco?Tecnolog¨ªas ling¨¹isticas y?fundador de Dail Software.
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