Talento h¨ªbrido: hombre y m¨¢quina

Llevamos varios a?os leyendo que la tecnolog¨ªa amenaza con reemplazar a millones de trabajadores. Pero un nuevo debate se est¨¢ abriendo entre aquellos que argumentan que efectivamente estamos en los comienzos de una era de desempleo tecnol¨®gico sin precedentes, y los que afirman que las perspectivas laborales para las personas con la combinaci¨®n correcta de talento nunca han sido mejores. ?Qu¨¦ combinaci¨®n va a ser la m¨¢s demandada?

El advenimiento acelerado de la inteligencia artificial, y su integraci¨®n con las plataformas digitales para intercambiar recursos profesionales (lo que se llama la ¡°nube humana¡±) y realizar transacciones directas con el cliente final, va a fomentar una din¨¢mica singular en el mundo del trabajo: la interrelaci¨®n y complementariedad de la mente del trabajador con la l¨®gica de la nueva generaci¨®n de m¨¢quinas, con los consiguientes efectos de este modelo sobre los procesos de socializaci¨®n habituales de una organizaci¨®n (la forma de gestionar el trabajo en equipo o de relacionarse con superiores y compa?eros, unido a los incentivos para mantener o elevar el compromiso). Entonces, ?qu¨¦ cambia en relaci¨®n con la concepci¨®n del talento que se necesita en las empresas para ser competitivos en esta nueva econom¨ªa?

El talento h¨ªbrido, en el cual las inteligencias humana y artificial forman equipo, es el pr¨®ximo paso.

En el a?o 2000 se acu?¨® con entusiasmo el t¨¦rmino de Nueva Econom¨ªa, en cuyo coraz¨®n se hallaban las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la imparable ascensi¨®n de la cultura digital. La promesa de que gracias a su irrupci¨®n se lograr¨ªa elevar notablemente la productividad, reducir los costes de fabricaci¨®n y disminuir dr¨¢sticamente el desempleo, pocas dudas quedan que fue un pron¨®stico irrealizable o un deseo exagerado, especialmente en los primeros diez a?os. Sin embargo, algo ha cambiado en el transcurso de esta segunda d¨¦cada. Muchas empresas tecnol¨®gicas, de manufactura y servicios ahora s¨ª que est¨¢n logrado modelos de negocio sostenibles y con valor a?adido al lograr producir y suministrar aquello que los consumidores realmente desean en base a una explotaci¨®n superior de la informaci¨®n y unos costes escalables que cada vez son mejor controlados.

Este entorno al alza ya est¨¢ teniendo su impacto en la organizaci¨®n del trabajo y en el dise?o de los empleos, pero la inercia que se espera a partir del 2020 ser¨¢ a¨²n m¨¢s contundente. En un estudio de Deloitte de finales de 2017 sobre tendencias tecnol¨®gicas y su impacto empresarial se vaticina que el treinta por ciento de los trabajos mejor remunerados tendr¨¢n un componente eminentemente social y humanista (lo filos¨®fico, psicol¨®gico y antropol¨®gico adquirir¨¢n un peso notable). De igual modo, advierte que en los pr¨®ximos veinticuatro meses se crear¨¢n nuevos puestos y se redise?ar¨¢n casi la mitad de los existentes para que los empleados aprendan a extraer el m¨¢ximo valor de su relaci¨®n con la tecnolog¨ªa.

De este panorama podemos concluir a partir de una visi¨®n llena de positividad que, primero, las soluciones inteligentes de automatizaci¨®n permitir¨¢n que el rendimiento general aumente al liberar a las personas de las tareas m¨¢s rudimentarias o de las que est¨¢n centradas en rutinas de emulaci¨®n, y que as¨ª puedan centrarse en aspectos m¨¢s humanos?que requieran de soluciones emp¨¢ticas (habilidades sociales e inteligencia emocional) o que demandan ser competentes en el an¨¢lisis cr¨ªtico y en desplegar una notable creatividad cognitiva.

La segunda conclusi¨®n es que se har¨¢ necesaria una fluidez tecnol¨®gica ascendente en toda la fuerza de trabajo. Por consiguiente, ante la ausencia de un entendimiento de las posibilidades que ofrece el adoptar tecnolog¨ªas inteligentes, resultar¨¢ imposible en la pr¨¢ctica que la imaginaci¨®n colectiva desee moverse hacia un nuevo ecosistema estrat¨¦gico y operativo. Pero si la utilidad de ese entendimiento es convenientemente instaurada, la habilidad para saber gestionar esta forma de tecnol¨®gica ayudar¨¢ a que cada profesional no solamente pueda leer mejor la realidad del presente, sino que pueda dejar volar su potencial para crear posibilidades para el ma?ana (para lograrlo, las organizaciones tendr¨¢n que crear ambientes donde el aprendizaje pueda ayudarlos en el viaje, mientras que otros elementos, como los indicadores para valorar el desempe?o, tendr¨¢n que evolucionar).

Estaremos as¨ª ante el advenimiento de una empresa y un trabajador ¡°aumentados¡± (m¨¢s r¨¢pidos, creativos y sociales que nunca). Es decir, ambos quedar¨¢n potenciados para alcanzar el grial de los crecimientos exponenciales. El talento h¨ªbrido, en el cual las inteligencias humana y artificial forman equipo, es el pr¨®ximo paso.

Alberto Gonz¨¢lez Pascual es director de Transformaci¨®n, Desarrollo y Talento en el ¨¢rea de Recursos Humanos de PRISA y profesor asociado de las universidades Rey Juan Carlos y Villanueva de Madrid.?