Ingenieros y creadores: as¨ª ha invadido Netflix el imperio de Hollywood
EL PA?S RETINA entra en sus dos sedes principales en Los ?ngeles y Silicon Valley. Su ¨²nico sistema de distribuci¨®n y su f¨®rmula de trabajo con estilo propio, la clave del 'terremoto Netflix'.
Lo primero que se ve es dorado. Dorado Emmy, la mujer alada sujetando el ¨¢tomo que es icono de los premios m¨¢s codiciados del mundillo televisivo. Pero tambi¨¦n dorado Oscar, el del calvo por excelencia de Hollywood. Netflix tiene ya dos de estos calvos en sus vitrinas, el que consigui¨® en 2016 por el cortometraje documental The white helmets y el que ha conseguido en 2017 por un largometraje, el tambi¨¦n documental ?caro sobre el dopaje en el mundo del ciclismo. Dos vitrinas llenas de dorado te reciben en la sede de Los ?ngeles, en un complejo que incluye uno de los estudios m¨¢s antiguos de Hollywood, y en la de Los Gatos, San Francisco, donde anida su coraz¨®n tecnol¨®gico.
Aunque camina entre dos aguas, su visi¨®n es ¨²nica: fusionar la filosof¨ªa Silicon Valley con el negocio de liderazgo centenario que tiene Hollywood. Dicha visi¨®n se plasma en detalles muy concretos, como el hecho de que todas las salas tengan el nombre de pel¨ªculas y personajes del mundo del cine: Taxi driver, Ferris Bueller (el protagonista de Todo en un d¨ªa), Una jaula de grillos. Y, por supuesto tambi¨¦n, de series de Netflix como Black mirror. De hecho, los personajes de las series de Netflix se apoderan de los espacios, sean las puertas de los lavabos o enormes murales que mezclan The crown, House of cards, Orange is the new black o Stranger things en un collage de lo m¨¢s ic¨®nico de la marca.
Netflix no quiere oler a ins¨ªpidos unos y ceros. Netflix quiere oler a glamur de alfombra roja. Quiere decir bien alto que El irland¨¦s, la pr¨®xima pel¨ªcula de Scorsese que juntar¨¢ a De Niro y Pacino y superar¨¢ los 80 millones de euros de presupuesto, es solo posible por su empe?o. O, a¨²n mejor, aliarse para crear mestizos extra?os de ¨¦xito planetario como la latino-anglosajona Narcos. Dos periodistas colombianos confesaban, con envidia bien entendida, que Netflix hab¨ªa podido contar la historia del narcotr¨¢fico con una libertad que para un realizador nativo, sin el apoyo del gigante, ser¨ªa en todo punto imposible.
Pero el glamur no paga las facturas. La filosof¨ªa digital empapa todas las ¨¢reas de su negocio. Desde c¨®mo se personaliza el interfaz en el que navega el usuario hasta c¨®mo se realizan las encuestas personalizadas de nuevas funcionalidades. Pasando por los centenares y centenares de televisiones, tabletas, m¨®viles y dem¨¢s cacharrer¨ªa que son estudiados en m¨²ltiples condiciones de empleo para optimizar la usabilidad de la plataforma. Esta es la cr¨®nica, por partes, de c¨®mo Silicon Valley ha plantado su bandera en Hollywood. Una bandera con una gran N roja.
- Ingenieros en el set
Sobre el escenario, una pareja desigual. Amie Tornincasa, ingeniera inform¨¢tica alta y delgada, y Chris Gross, productor de cine m¨¢s bien bajito y de cintura amplia. Ambos lideran la divisi¨®n tecnol¨®gica de los estudios de Netflix y ambos hablan de una app y de la filosof¨ªa de trabajo que hay detr¨¢s. Se trata de responder a esta pregunta: ?C¨®mo puede mejorar el equipo de ingenieros de la compa?¨ªa los rodajes de cine? Respuesta, mand¨¢ndolos al set a comprobar cu¨¢les son los cuellos de botella a los que se pueden dar soluci¨®n. ¡°El objetivo es aplicar la metodolog¨ªa de las empresas en la nube a Hollywood, que ha sido muy lenta en esta adopci¨®n. Y lo hacemos con un equipo que mezcla mitad y mitad a gente del cine y de la tecnolog¨ªa¡±, explica Gross, que antes de aterrizar en Netflix trabaj¨® para productoras como Paramount Pictures o ABC.
Uno de los primeros cuellos de botella que detectan y al que quieren poner parche es el papel, los kilos y kilos de papel que se manejan para plasmar los planes de rodaje y que llevan habitualmente, por la cantidad de empresas y nacionalidades que se mezclan, al caos. La app de Netflix, llamada Move, simplifica a la m¨ªnima expresi¨®n este orden. Una pantalla permite seleccionar las unidades en las que est¨¢ dividido el rodaje. Otra, recorrer la lista de empleados por departamento para poder acceder a sus datos de contacto por si hay que comunicarles un cambio urgente. Y otra, acceder al calendario y plan de rodaje sabiendo exactamente qu¨¦ parte del guion se rueda ese d¨ªa.
Pero la app en cuesti¨®n es solo la punta del iceberg de una serie de innovaciones tecnol¨®gicas que Netflix pretende aplicar, primero internamente y en el futuro tambi¨¦n con terceros, a la forma de rodar las producciones audiovisuales. Su ecosistema de apps se ha llamado Prodicle. ¡°En el fondo, se trata de armar un puzle en el que cada producto que desarrollemos sea una pieza integrada con las dem¨¢s.Y nuestra filosof¨ªa como ingenieros ser¨¢ siempre estar en los rodajes para asegurarnos de que las herramientas que desarrollamos realmente resuelven problemas de producci¨®n¡±, apunta Tornincasa.
- Palabras clave
En toda cultura empresarial hay palabras clave que son santo y se?a de la empresa. Si se quiere ver con humor, suenan a oratoria de secta. En el caso de Netflix: ¡°Libertad y responsabilidad¡±. De ah¨ª que la empresa deje organizar sus vacaciones a los empleados o ponga a su disposici¨®n vitrinas con artilugios electr¨®nicos, como cargadores de m¨®vil, que pueden adquirir gratis. Eso s¨ª, vienen con el precio para que el empleado sepa cu¨¢nto se gasta Netflix en el regalo. Otras palabras clave son diversidad, personalizaci¨®n y una que tal vez se escuche menos pero que empapa el discurso del fundador Reed Hastings y sus ejecutivos: enfoque. O, traducido al castizo, ¡°quien mucho abarca, poco aprieta¡±. No quieren competir con Amazon o Apple disparando a m¨²ltiples dianas. Netflix quiere solo ser Netflix.
Nada es casual en c¨®mo se presentan al mundo. Ni siquiera a la hora de seleccionar qu¨¦ plat¨®s alquilar para el rodaje de sus producciones originales. El estudio alquilado por la compa?¨ªa rezuma historia, fue el primero de los hermanos m¨¢s legendarios de Hollywood: los Warner, Sam y Jack. El edificio m¨¢s antiguo del complejo, llamado La Mansi¨®n, es extra?amente alargado. Y esto era as¨ª porque los hermanos no se soportaban y construyeron sus oficinas en puntos opuestos del edificio separados por un enorme pasillo. Cuando su odio rec¨ªproco llegaba al m¨¢ximo, pod¨ªan usar un pasadizo subterr¨¢neo que corre a¨²n bajo la m¨ªtica Sunset Boulevard para viajar a un conocido bar sin tener que dejarse ver.
- El mundo cabe en un armario
La cacharrer¨ªa es parte esencial del d¨ªa a d¨ªa. Un ej¨¦rcito de ingenieros prueban cientos y cientos de smartphones, tabletas, ordenadores y televisores para comprobar c¨®mo funcionan las diversas versiones de la plataforma en cada dispositivo. Pero la obsesi¨®n de testar cu¨¢l es la verdadera experiencia del usuario se plasma en 11 armarios, caracterizados como superh¨¦roes de Marvel, en los que la compa?¨ªa puede simular las diferentes conexiones a Internet, tanto wifi como m¨®viles, que sufren o gozan sus usuarios a lo largo de los 190 pa¨ªses en los que est¨¢n desplegados. En las tripas de estos muebles yacen todo tipo de tabletas y m¨®viles sometidas al viaje por el mundo sin moverse de la balda. Cada armario tiene capacidad para 80 dispositivos, as¨ª que Netflix puede testar un m¨¢ximo de 880 a la vez.
- Bendito algoritmo
Si fuera vendedor de coches, lograr¨ªa encasquetarle al comprador que iba buscando un humilde utilitario una ranchera, un deportivo y una berlina. Con un entusiasmo y oratoria abrumadores, Todd Yellin, vicepresidente de producto de Netflix, narra c¨®mo, en sus tiempos de cineasta, descubri¨® a un jovencillo llamado Brad Pitt para una pel¨ªcula titulada Thelma y Louise (1991). Con el mismo entusiasmo habla de las tripas de la plataforma de Netflix, en concreto, de la personalizaci¨®n a trav¨¦s de su algoritmo.
Cuando un usuario entra en Netflix, la portada que lo recibe est¨¢ hecha a su medida, como por un sastre. Esto es posible gracias a un sistema de etiquetas que combina por machine learning las categor¨ªas m¨¢s gen¨¦ricas ¡ªacci¨®n, terror, thriller, etc¨¦tera¡ª con las m¨¢s espec¨ªficas seg¨²n el contenido que va viendo el usuario y c¨®mo lo valora. Yellin, que hace una demostraci¨®n de c¨®mo funciona este sistema usando su propia cuenta de suscripci¨®n, descubre una de sus etiquetas m¨¢s extra?as, que define una pasi¨®n audiovisual muy concreta: misterios televisivos aterradores y sobrenaturales.
¡°?Cu¨¢nta gente del planeta est¨¢ teniendo ahora mismo esta etiqueta en su portada? No lo s¨¦ exactamente, pero mucho menos del 1%. Esta etiqueta es para m¨ª¡±, asevera Yellin. La automatizaci¨®n permite que estas categor¨ªas se mezclen entre s¨ª seg¨²n el paladar cin¨¦filo de cada quien. Cualidades como esta hacen que el algoritmo de Netflix est¨¦ empezando a ser tan m¨ªtico como la f¨®rmula de la Coca-Cola.
- Enfrent¨¢ndose a la torre de Babel
Uno de los mayores retos de las empresas que compiten por el trono del streaming es el despliegue en m¨²ltiples pa¨ªses. Tanto a la hora de prestar un servicio homog¨¦neo a regiones con infraestructuras de Internet completamente dispares como a la hora de localizar, subtitular o doblar. Uno de los casos m¨¢s curiosos se dio en Polonia. Adrien Lanusse, vicepresidente de percepci¨®n de consumidores, cuenta c¨®mo en Polonia o¨ªr a actores nativos intentando alcanzar las interpretaciones de los actores originales se ve rid¨ªculo. Lo que se prefiere es que una voz neutral relate en polaco todos los di¨¢logos de todos los personajes y que a la vez se escuchen a un volumen menor, como ocurre en la radio, las voces originales. A este proceso no se le llama doblaje, sino lectura. Al ver que los usuarios reaccionaban casi con n¨¢usea a sus intentos de doblar, Netflix pas¨® por el aro. Contrat¨® a las mejores voces de lectura para adecuarse a los gustos polacos.
- Muleta de cineastas
Jimmy Fussil, m¨¢nager de producci¨®n de tecnolog¨ªas de imagen y sonido en Netflix, lo quiere dejar claro. ¡°No estamos aqu¨ª para decirle a los creadores lo que deben hacer, estamos para informar de las opciones¡±. Su departamento se encarga de probar incansablemente qu¨¦ es lo ¨²ltimo en calidad de imagen y sonido para que los cineastas que colaboren con Netflix puedan usar, si quieren, estos est¨¢ndares. Los que est¨¢n en boca de todos en este momento son tres: en imagen, 4K y HDR, que han desplegado m¨¢s r¨¢pidamente y en mayor volumen que cualquier otro estudio de Hollywood; y, en sonido, Dolby Atmos, una nueva tecnolog¨ªa que posiciona cada sonido en tres dimensiones. Esto permite apreciar detalles como la altura variable a la que se encuentra un helic¨®ptero con respecto al espectador.
El proceso para adaptar (o no) estas tecnolog¨ªas es siempre el mismo. El equipo de ingenieros de Fussil se sienta con los David Fincher, hermanas Wachowski o Martin Scorsese para informarles de c¨®mo funcionan y qu¨¦ oportunidades creativas les ofrecen. Luego est¨¢ en manos del cineasta usar todas o ninguna de estas opciones. ¡°Por ejemplo, en Dark [el gran ¨¦xito alem¨¢n de ciencia- ficci¨®n y horror] no quisieron adoptar el HDR, pero s¨ª el sistema Atmos de sonido, porque les ven¨ªa muy bien para lograr la atm¨®sfera opresiva de las cavernas¡±, explica Fussil.
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