Carme Artigas: ¡°El dato va a ser la nueva moneda¡±
La CEO de Synergic Partners, empresa integrada en Telef¨®nica, est¨¢ considerada una de las mayores expertas de Europa en datos. Nos previene sobre el uso que se hace de nuestra informaci¨®n, nuestra responsabilidad, y lo que debemos exigir a cambio de ese uso.
Trabaja entre datos desde antes de que habl¨¢ramos de ellos. Es la CEO de Synergic Partners, empresa integrada en Telef¨®nica. De habla veloz y mirada exhaustiva, Carme Artigas (Vilassar de Mar, Barcelona, 1968) est¨¢ considerada una de las mayores expertas de Europa en la materia. Nos previene sobre el uso que se hace de nuestra informaci¨®n, nuestra responsabilidad, y lo que debemos exigir a cambio de ese uso.
- P. ?Vive tranquila sabiendo que hay una serie de empresas que lo saben todo o casi todo acerca suyo y de su familia?
- R. No estar¨ªa tranquila si hiciera un mal uso de mis datos o si fr¨ªvolamente se los hubiera dado a alguien que no fuera de confianza. Y de eso se trata. Es verdad que hasta ahora el ciudadano ha sido un poco na¨ªf, la gente regalaba sus datos a cualquiera sin saber que detr¨¢s de ese servicio gratuito, si no estabas pagando con dinero, lo estabas haciendo con datos. Hemos tomado consciencia de que los datos son importantes. Ahora ocurre algo: la gente sabe que sus datos tienen un valor y que los servicios tambi¨¦n, y puede decidir si paga con dinero o con datos, pero lo que no est¨¢ dispuesta es a pagar dos veces. Por ejemplo, si estoy en un banco y estoy pagando un inter¨¦s por mi dinero, no estoy de acuerdo en que los datos que te estoy dando se usen para negociar cosas distintas a proveerme de un mejor servicio. Lo que no puede ocurrir es que est¨¦s haciendo cosas con mis datos de las que yo no sea consciente, y ah¨ª est¨¢ el problema.
- P. ?Considera entonces que somos demasiado alarmistas?
- R. Datos m¨ªos personales los tienen desde la peluquera al bar de la esquina o la tienda, y nunca me ha importado porque a cambio me dan un men¨² gratis a la semana o me regalan minutos. Aqu¨ª, en el fondo, se trata de ver qu¨¦ doy a cambio de qu¨¦. Es verdad que en el mundo digital toda interacci¨®n genera un rastro. Debemos ser conscientes del nuestro. De todos modos, yo que trabajo todo el d¨ªa con datos te digo que el 90% de lo que se hace con ellos es de forma agregada y an¨®nima, porque lo ¨²nico que te aporta el big data son grandes patrones. Donde antes ten¨ªas un tama?o de muestra ahora tienes la totalidad. Otra cosa es que pertenezcas a un colectivo determinado que, al estar muy microsegmentado, permita llegar a saber qui¨¦n eres. Y eso es lo que hay que regular. Leyes de protecci¨®n de datos han existido siempre, lo que pasa es que hay gente que se las ha saltado.
- P. ?Cree que la gente es consciente de hasta qu¨¦ punto est¨¢ cediendo datos?
- R. Falta much¨ªsima educaci¨®n. Cuando nuestros hijos se bajen Pok¨¦mon Go deben mirar si la app implica concederle acceso a todas mis fotos. Debemos ser conscientes como padres de que hay que regular los perfiles y usos. Otra cosa es que no tengas la opci¨®n de decir que no, y eso es lo que tiene que regular la ley. La mejor noticia del esc¨¢ndalo de Cambridge Analytica es que Facebook pidi¨® que se regulase la Inteligencia Artificial (IA). Algunos creemos que esa regulaci¨®n debe ser para todos, no solo para las empresas.
- P. ?Qu¨¦ m¨¢s hemos aprendido del esc¨¢ndalo de Facebook y Cambridge Analytica?
- R. Es un caso en el que las empresas se han saltado la ley, o m¨¢s bien en el que han entrado en un terreno alegal m¨¢s que ilegal. Alegal porque no hab¨ªa una norma clara que dijera qu¨¦ pod¨ªan hacer terceros con los datos. Pero la gente que accedi¨® a la app que preguntaba datos psicol¨®gicos se la baj¨® voluntariamente y no se ley¨® los t¨¦rminos. Nadie le obligaba a bajarse ese juego ni a contestar sobre su orientaci¨®n pol¨ªtica o religiosa. Uno mismo debe ser responsable de los datos que da. Por otra parte, tambi¨¦n hay que establecer l¨ªmites a lo que las compa?¨ªas pueden hacer o no con nuestros datos. El consenso es que, si esos datos los usas para mejorar el servicio, entonces es correcto que los tengas. Otra cosa distinta es que vendas esa informaci¨®n a un tercero, por ejemplo para marketing de zapatos. Eso no tiene ning¨²n sentido. Las empresas empezar¨¢n a distinguirse unas de otras con la confianza que sean capaces de generar, si pueden demostrar que en sus manos los datos est¨¢n a salvo y que se utilizan para hacer un bien con el que yo estoy de acuerdo. En el fondo es un nuevo acuerdo con el cliente.
- P. ?Entonces deben ser las propias empresas las que voluntariamente den el paso de portarse bien para ganarse a los clientes?
- R. Es que quien no lo haga dejar¨¢ de tener clientes. El concepto de reputaci¨®n cambia. Cambridge Analytica ha cerrado: ya nadie se f¨ªa de ellos. Las compa?¨ªas deben ser muy conscientes del uso que hacen de los datos de sus clientes. Deben tener mecanismos para asegurarse de que cumplen la ley, pero tambi¨¦n comit¨¦s ¨¦ticos que supervisen el buen uso de los datos y de los algoritmos y sus mecanismos de control. Tampoco hay que tirarse de los pelos: segmentar la poblaci¨®n y captar tendencias lo han hecho toda la vida las empresas de estudios de mercado. Cuando hubo el atentado de la marat¨®n de Boston muchos quedaron encantados de que en menos de 24 horas se detuviera a los terroristas gracias a que las fotos de Facebook se compartieron y analizaron. Todo tiene pros y contras.
Las empresas empezar¨¢n a distinguirse por la confianza que sean capaces de generar si en sus manos los datos est¨¢n a salvo.
- P. ?Cree que la gente leer¨¢ detenidamente los t¨¦rminos y condiciones de los contratos de las apps?
- R. Va a ser obligaci¨®n de las empresas hacer que estos t¨¦rminos y condiciones sean m¨¢s f¨¢ciles de entender y m¨¢s expl¨ªcitos, porque muchos t¨¦rminos est¨¢n formulados de tal manera que no tienes m¨¢s remedio que aceptarlos o te sacan del servicio. O son tan complicados que necesitar¨ªas diez d¨ªas y diez abogados para entenderlo. Es responsabilidad de las empresas que ya no sean ambiguos. La clave es que esto no sea para toda la vida. Deber¨ªamos tener acceso a una consola en la que vi¨¦ramos los t¨¦rminos y condiciones y los pudi¨¦ramos cambiar. As¨ª, si una empresa hace mal uso de los datos, deber¨ªa poder decidir que, a partir de un momento determinado, todo lo que sepa de m¨ª lo tiene que borrar. Eso de firmar permisos para toda la vida porque el primer d¨ªa estaba de acuerdo debe terminar.
- P. ?Son conscientes los ni?os de la huella que dejan en Internet?
- R. Los padres debemos ser responsables de que se haga buen uso de la tecnolog¨ªa. Igual que antes te ense?aban a no aceptar caramelos de desconocidos ahora toca esto. Hemos sido m¨¢s inocentes los padres que los hijos. Nuestros padres no nos pudieron advertir de estos riesgos¡ Aunque cada d¨ªa nacen nuevos. Es clave que la educaci¨®n se base en el pensamiento cr¨ªtico, una habilidad que ser¨¢ muy demandada. Har¨¢ falta entender de matem¨¢ticas, pensamiento l¨®gico, cr¨ªtico, ¨¦tica y moral. Estas cinco piezas ser¨¢n clave en el futuro.
- P. Las redes sociales tienen m¨¢s de 10 a?os y ahora empezamos a pensar en la privacidad. ?De qu¨¦ m¨¢s nos daremos cuenta?
- R. Creo que el usuario va a ser due?o de su identidad y deber¨¢ serlo tambi¨¦n de sus datos. Habr¨¢ gente dispuesta a cobrar por dar datos. ?Por qu¨¦ no d¨¢rselos a una aseguradora a cambio de un descuento? La gente podr¨¢ gestionar sus datos de la misma manera que gestiona su imagen p¨²blica. Puedo estar de acuerdo en dar mi ADN, pero siempre que vayan a hacer un buen uso de ¨¦l, por ejemplo para conocer la exposici¨®n de mis hijos a ciertas enfermedades hereditarias.
- P. ?Debemos defi nir nuevas bases ¨¦ticas para Internet?
- R. Lo que ocurre es que somos la generaci¨®n de transici¨®n. Lo estamos inventando todo, los beneficios y los costes a¨²n no se est¨¢n repartiendo equitativamente y por tanto nos toca a nosotros construir el edificio para que sea s¨®lido. Si nosotros no sentamos ahora las bases ¨¦ticas y morales de esta nueva sociedad en la que el dato va a ser la nueva moneda, que lo va a ser, las siguientes generaciones no estar¨¢n a tiempo de corregirlo. Bienvenido sea el debate porque nos hace tomar consciencia. No solo hay que regular la publicidad en Internet, sino la manera en que debe funcionar la econom¨ªa, los nuevos modelos de negocio, la ¨¦tica empresarial alrededor de los algoritmos, que para m¨ª es un tema much¨ªsimo m¨¢s importante: c¨®mo garantizas la igualdad de oportunidades, la no discriminaci¨®n social en este nuevo mundo en el que se mueven el big data y la IA. El debate ya est¨¢ en los ambientes tecnol¨®gicos, pero deber¨ªa permear a todos los sectores.
- P. ?Qu¨¦ saben las empresas de un usuario?
- R. Si el usuario no borra las cookies cada vez que navega, quedan las webs que ha visitado, los banners que ha clicado¡ De la informaci¨®n de navegaci¨®n se hace un uso muy segmentado para fi nes publicitarios. El sesgo que tenemos es pensar que el big data est¨¢ en el mundo digital, cuando hay much¨ªsima informaci¨®n que se recoge del mundo f¨ªsico. Todos los negocios ya son de datos. Las barreras entre el producto f¨ªsico, lo digital y los datos est¨¢n desapareciendo. Los datos se est¨¢n volviendo a conectar al mundo f¨ªsico gracias al big data y el Internet de las cosas para generar productos inteligentes. ?Qui¨¦n ganar¨¢ entonces la guerra del hogar? ?Las telecos, Amazon, Netfl ix, Apple? Quien se gane la confi anza del consumidor a trav¨¦s de una gran experiencia de servicio. Eso es lo m¨¢s transformador que est¨¢ sucediendo: el competidor te puede venir de cualquier esquina.
- P. ?Qu¨¦ deber¨ªa estar dispuesto a dejar el usuario que conozcan sobre ¨¦l?
- R. El usuario debe dejar ver a las empresas lo que ¨¦l quiera que sepan de ¨¦l. Debemos ser conscientes de que si entro en una web que sigue mis movimientos, mi navegaci¨®n va a dejar un rastro. El concepto de privacidad est¨¢ cambiando con el tiempo. Hay gente que lo publica todo, cosa que hace a?os hubiera sido impensable. La gente antes no publicaba su curr¨ªculo, era muy privado, y ahora todos lo tenemos en LinkedIn. ?Aceptar¨ªas que te pusieran un aparato en el coche que te monitorizara para asegurarte de que no pasas de 80 km/h? A m¨ª no, pero si me lo ofreces para mi hija, que ahora tiene 15 a?os, y me dices que me descuentas 600 euros del seguro por tener ese aparato instalado, yo lo fi rmo. Lo que es aceptable o no lo va a decidir la sociedad en cada momento, y esto no es algo fijo.
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