¡®Blockchain¡¯ es un arma letal contra los malos jefes

Los jefes est¨¢n contra las cuerdas. Sobre todo, los malos jefes. La culpa de esta p¨¦rdida de autoridad la tiene la fuerza imparable de los freelances, que por decisi¨®n propia o por necesidad han construido nuevos modelos de trabajo en los que no temen a las jerarqu¨ªas porque son ellos los que tienen la sart¨¦n por el mango. Fernando Polo, CEO de Good Rebels, lo ve as¨ª de claro: ¡°Cuando trabajas sin ataduras, los malos jefes se van por el desag¨¹e¡±. En su opini¨®n, si un profesional independiente trabaja en varios proyectos, llegado el momento rechazar¨¢ aquellos en los que no se siente a gusto por el trato recibido por los directivos, dado que, entre otras cosas, no necesita ¡°aguantar a nadie¡± por estar pendiente de una indemnizaci¨®n que perder¨ªa si abandona voluntariamente la empresa.

Cuando esta fuga del talento externo se convierta en algo recurrente por culpa de esos malos jefes, las compa?¨ªas deber¨¢n plantearse si conviene tener en plantilla a esos mandos que entorpecen la buena marcha del negocio. Y m¨¢s ahora que las cifras desvelan que cada vez habr¨¢ menos asalariados con jornadas de 9:00 a 18:00 y m¨¢s colaboradores dispuestos a trabajar para terceros, pero con sus propias reglas y centrados en la consecuci¨®n de objetivos sin calentar la silla. Seg¨²n un informe de LinkedIn, si en 1989 los freelances representaban el 6% de la fuerza laboral de Estados Unidos, en 2020 este porcentaje habr¨¢ aumentado hasta el 43%, una tendencia al alza que se est¨¢ replicando en otros pa¨ªses y de la que ya han tomado nota los responsables de Recursos Humanos. De hecho, el 61% de empresas de todo el mundo est¨¢ planeando sustituir al menos una tercera parte de sus puestos de trabajo permanentes por ¡°freelances, trabajadores gig y profesionales independientes¡±, como destaca un estudio de Randstad realizado entre m¨¢s de 700 compa?¨ªas de 15 pa¨ªses.

Que vienen las DAO

Este panorama invita a la creaci¨®n de modelos de gesti¨®n empresarial cada vez menos jer¨¢rquicos, con el objetivo de potenciar la autonom¨ªa de los participantes en un proyecto, lo que deriva en organizaciones m¨¢s descentralizadas cuyas decisiones se toman a partir del consenso de sus miembros y muchas operaciones se realizan de manera automatizada. En otras palabras, el auge de los freelances impulsar¨¢ la reorganizaci¨®n de las compa?¨ªas en estructuras inspiradas por la filosof¨ªa de blockchain y los contratos inteligentes, cuyo ejemplo m¨¢s extremo son las bautizadas como DAO (Decentralized Autonomous Organization).

?Pero es posible funcionar al 100% como una DAO y tener ¨¦xito? Fernando Polo tiene sus dudas: ¡°Es una promesa interesante porque asegura compromisos inviolables donde nadie cambia las reglas sin consenso. Habr¨¢ operaciones que se regular¨¢n con DAO o con smart contracts y eso eliminar¨¢ capas de management y procesos para los que a¨²n se recurre a jerarqu¨ªas, pero no creo que en los pr¨®ximos 30 o 40 a?os las DAO reemplacen un porcentaje significativo del PIB. Adem¨¢s, en las organizaciones siempre necesitaremos una parte emocional fuera de blockchain¡±.

Este escepticismo es compartido por Javier Martin, director de Innovaci¨®n Abierta en Sngular, que remarca a EL PA?S RETINA que hoy en d¨ªa las DAO no existen: ¡°A¨²n son algo te¨®rico y su desarrollo se fren¨® en 2016 con el hackeo de The DAO¡±. Seg¨²n Mart¨ªn, es muy complicado que algo funcione descentralizado al 100%, aunque su equipo de Sngular s¨ª ha constatado una tendencia cuyo m¨¢ximo nivel de descentralizaci¨®n podr¨ªa llegar cuando existan herramientas que permitan crear y gestionar de manera sencilla una DAO. Esto es justo en lo que se encuentra trabajando Aragon, una startup fundada por Luis Cuende y Jorge Izquierdo, dos veintea?eros espa?oles con un proyecto que ha seducido a los inversores con una fe ciega en blockchain. No en vano, en mayo de 2017 su idea logr¨® recaudar 25 millones de d¨®lares en s¨®lo 26 minutos.

A falta del lanzamiento de una versi¨®n definitiva de Aragon para las empresas, Javier Mart¨ªn ve dif¨ªcil que las grandes compa?¨ªas apuesten por modelos as¨ª. ¡°M¨¢s bien ser¨¢ para crear nuevos proyectos, nuevas marcas, hacer spin-offs, pero a lo m¨¢ximo que puede aspirar una organizaci¨®n grande es a dar m¨¢s autonom¨ªa a sus personas, sin tener todo automatizado al cien por cien. Al final, lo centralizado y lo descentralizado convivir¨¢n. No hay que obsesionarse por meterle blockchain a todas las cosas¡±, comenta.

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