As¨ª es la vida para el 10% de espa?oles sin conexi¨®n a internet

Bien entrados los a?os 50, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n toleda?na de Villaca?as a¨²n viv¨ªa bajo tierra. En sus silos, viviendas subte?rr¨¢neas construidas durante los a?os de noviazgo para asegurarse un hogar en un pueblo predominantemente humilde, los villaca?eros iban cuajando su casa entre cuevas encaladas y arquitect¨®nicamente sorprendentes. Hoy, en la misma locali?dad te podr¨ªa abrir la puerta cualquier vecina que, como Goyi Mart¨ªn Fern¨¢n?dez, dispone ya de una vivienda moderna pero en la que, hasta hace poco, se encon?traba aislada sin acceso a Internet. ¡°Hace cinco a?os, ayer como quien dice, yo no pod¨ªa trabajar aqu¨ª. Todos los fines de semana ten¨ªa que parar hasta volver a Madrid el lunes. Hab¨ªa veces que no importaba, pero hoy en d¨ªa es una necesidad, no una comodidad¡±, comenta Goyi, de 58 a?os, que durante la semana ejerce como profesora en una escuela con?certada de Vallecas y, durante el fin de semana, complementa su trabajo con la edici¨®n de libros desde Villaca?as para diferentes editoriales.

De acuerdo con la Agenda Digital Euro?pea, todos los ciudadanos deber¨ªan poder tener acceso a Internet de un m¨ªni?mo de 30 megabits por segundo (Mbps) para 2020 y, con este objetivo, la Uni¨®n Europea ha establecido fondos de hasta 400 euros por usuario para cubrir la instala?ci¨®n de Internet v¨ªa sat¨¦lite en Espa?a. Se trata de ayudas directamente al usuario, que, con su consentimiento previo, pasan a ser gestionadas por el operador. Dentro de este marco, el compromiso de Espa?a es realmente ambicioso. Eurona, provee?dor principal de Internet por sat¨¦lite en Espa?a, ha sido el primero en acceder a estos fondos y se ha comprometido a conectar a 2.500 localidades de los m¨¢s de 50.000 pueblos sin acceso a Internet en Espa?a para 2020. ¡°En febrero de este a?o, y tras cerrar un contrato con Hispasat, el operador de sat¨¦lites, nos acogimos al programa para conectar las zonas blancas, pero ya llev¨¢bamos varios a?os conectando pueblos por toda Espa??a a trav¨¦s de nuestro programa Con¨¦c?tate por Sat¨¦lite. Ten en cuenta que, en Espa?a, casi el 10% de la poblaci¨®n est¨¢ desconectada¡±, comenta Cristina Amor, directora de comunicaci¨®n de Eurona.

Se van a cumplir cinco a?os desde que el proveedor prob¨® su tecnolog¨ªa en la localidad gaditana de Vejer de la Fron?tera, situada a 200 metros de altura sobre el r¨ªo Barbate. Despu¨¦s, pasaron a desarrollar un programa piloto en Cas?tilla y Le¨®n para acercar el Internet por sat¨¦lite a zonas aisladas o sin previsi¨®n de acceso por fibra en los pr¨®ximos tres a?os. Desde entonces, los pueblos aleja?dos o cuya orograf¨ªa hace pr¨¢cticamente imposible la instalaci¨®n de infraestructu?ras terrestres como la fibra o el cable, son los principales objetivos de Eurona.

Ese es el caso de Jes¨²s Alonso, pro?pietario de una finca situada entre los pueblos sorianos de Cubo de la Sola?na y Almaz¨¢n. En Mayo de 2015, con?tact¨® con Eurona para instalar el Internet v¨ªa sat¨¦?lite y durante unos a?os logr¨® darle uso alquilando la casa en el sector del turismo rural. A d¨ªa de hoy, y a pesar de traba?jar en Madrid, ha decidido reservar la finca a un uso personal. En ella se aloja largas tem?poradas que, sin Internet, podr¨ªan llegar a ser peligrosas. ¡°No es f¨¢cil estar en medio del campo sin conexi¨®n. Hace unos a?os, si me hubiese pasado algo a dos o tres kil¨®metros de aqu¨ª, hubiese podido acceder a Internet en caso de urgencia, pero, estando en mi casa, no. Es absurdo¡±, aclara Jes¨²s.

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La conexi¨®n por sat¨¦lite funciona mediante la adquisici¨®n por parte de los proveedores de servicio de un uso determinado de la huella de alcance de un operador de sat¨¦lites. Por ejemplo, el ¨²ltimo contrato entre Eurona e Hispasat engloba la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, el Medite?rr¨¢neo de Italia y las Islas Canarias. De hecho, este archipi¨¦lago se ha benefi?ciado por primera vez en su historia del Internet por sat¨¦lite a ra¨ªz de este ¨²ltimo acuerdo con Hispasat. En estos casos, lo m¨¢s rentable es cerrar un trato de explotaci¨®n del servicio por un n¨²mero extendido de a?os, que adem¨¢s con?temple la actualizaci¨®n del contrato con el lanzamiento de nuevos sat¨¦lites que cubran huellas m¨¢s extensas o en zonas espec¨ªficas, como es el caso de Canarias. A pesar de que parece que 30 Mbps no es velocidad para andar presumiendo, hay zonas a las que nunca llegar¨¢ el alcance de la fibra, como el desierto, lo alto de una monta?a o un barco.

En Espa?a, hay alrededor de cinco millones de personas sin acceso a Inter?net de calidad ni previsto en los pr¨®ximos tres a?os. Son las llamadas zonas blancas y se extienden por gran parte de Galicia, ambas Castillas y Andaluc¨ªa. Es decir, por una buena porci¨®n del pa¨ªs. Seg¨²n el Ministerio de Industria, y sumando un total de m¨¢s de 50.000 entidades de pue?blos desconectados, Espa?a es uno de los pa¨ªses que no ha dudado en optar a los fondos monetarios de la Uni¨®n Europea para ayudar a convertir el continente en un ¨¢rea de ciudades inteligentes y proveer a sus ciudadanos de lo que ya se considera un bien de primera necesi?dad. Bas¨¢ndose en informes del Banco Interamericano de Desarrollo, la Uni¨®n Europea proyecta un crecimiento del PIB de un 1,38 % por cada aumento del 10 % en la penetraci¨®n de los servicios de banda ancha. As¨ª, la Agenda Digital Europea pretende cumplir su parte en el ¡®¡¯crecimiento sostenible¡¯¡¯ que plantea la Estrategia Europea Horizon 2020. Se trata de invertir m¨¢s eficazmente en educaci¨®n, investigaci¨®n e innovaci¨®n con los objetivos principales de reducir la pobreza, fomentar la econom¨ªa, ralenti?zar el cambio clim¨¢tico y optimizar el uso de nuestra energ¨ªa.

Volviendo a Villaca?as, su econom¨ªa se vio completamente afectada tras la crisis. Este pueblo toledano, cuyo censo suele rondar las 10.000 personas, lleg¨® a dar cobijo y empleo a 14.000 durante los a?os previos a la crisis. ?La raz¨®n? Las f¨¢bricas de puertas. En esta estepa de La Mancha en la que apenas crece un arbusto, se hab¨ªa creado uno de los pun?tos m¨¢s importantes de producci¨®n y exportaci¨®n de puertas del mundo. ¡°La gente dejaba sus puestos en Madrid para venirse a Villaca?as con toda la familia; los j¨®venes abandonaban los estudios a muy temprana edad para meterse en las f¨¢bricas¡­ Algunas de ellas contaban con 1.000 empleados trabajando en tres turnos. Este pueblo vio todo el dinero y proyecci¨®n que ahora le falta¡±, comenta Goyi desde el patio de su casa.

Cuando estall¨® la burbuja inmobilia?ria, la producci¨®n de puertas en Villa?ca?as fren¨® a la par que la venta de inmuebles. Parece extra?o pensar que un pueblo que sol¨ªa tardar dos a?os en construir cada silo bajo tierra, y que viv¨ªa con lo imprescindible hasta mediados del siglo XX, sea el mismo que hoy en d¨ªa cuenta con un barrio fantasma a las afue?ras del pueblo, compuesto de inmuebles y ladrillos abandonados en cada esquina de un entresijo de calles.

En el mismo pueblo, m¨¢s all¨¢ de las afueras, encontramos a Ardelean y su his?toria, una de esas tan complejas que no sabes si vas a poder explicar bien. Seg¨²n entramos a su desguace, encontramos a dos trabajadores haciendo la comida sobre una barbacoa y entre coches con?vertidos en cubos met¨¢licos. Paul-Florin Ardelean, nacido en Ruman¨ªa en 1979, dej¨® su pueblo en la provincia de Arad en el a?o 2000 porque un vecino le coment¨® que hab¨ªa trabajo en un taller de un pue?blo de Toledo. De taller en taller y sin salir de la zona, acab¨® parando en un desguace alejado del n¨²cleo de Villaca?as que, por entonces, estaba gestionado por un veci?no del pueblo. Hoy, tiene un contrato de arriendo de diez a?os sobre el mismo y se ha tra¨ªdo a dos vecinos de Ineu, su locali?dad natal, a trabajar en el taller.

¡°En mi desguace, sin Internet no hab¨ªa negocio. Desde las altas y bajas de los coches hasta la compraventa de piezas, la gesti¨®n del transporte y las c¨¢maras de seguridad; todo est¨¢ conectado a Inter?net¡±, comenta Ardelean mientras nos da paso al interior del desguace. Solo con las altas y bajas de los entre 400 y 500 coches que manejan al a?o, ya necesitan 30 minutos de conexi¨®n ininterrumpida a Internet por coche. ¡°Desde que lleg¨® el Internet por sat¨¦lite, cada minuto trabajado tiene sentido. Antes, con la cobertura que ten¨ªamos, repet¨ªamos casi cada baja que hac¨ªamos porque nos qued¨¢bamos sin conexi¨®n.¡± En definiti?va, Ardelean y su tropa han convertido un desguace con un pu?ado de coches, unos pocos metros cuadrados y un taller usado como campos de cultivo de melones, en un negocio que gestiona 40 o 50 coches al mes sobre ocho hect¨¢reas de terreno. ¡°Sin Internet, esto no hubiese sido posi?ble, ni lo podr¨ªa seguir siendo. En el cam?po, Internet te sit¨²a en un mapa y eso te pone en el mercado¡±, puntualiza.

Pero el Internet por sat¨¦lite no sirve ¨²nicamente para conectar zonas aisla?das a la red. A pesar de que la fibra est¨¢ ganando terreno en cuanto a velocidad de ancho de banda, el sat¨¦lite no tiene competencia ni en las ¨¢reas de movilidad (barcos, coches aut¨®nomos, aviones¡­) ni en las zonas de dif¨ªcil instalaci¨®n como pueden ser desiertos o puertos de mon?ta?a. ¡°Realmente, con nosotros, si miras al cielo, tienes Internet, no hay m¨¢s. En muchos sitios, a pesar de que la fibra aca?be llegando, ocurrir¨¢ en uno o dos a?os, mientras que nosotros podemos ir ahora mismo, instalarlo y tendr¨ªas Internet al momento. En Espa?a puede no parecer muy relevante, pero ?qu¨¦ hay por ejemplo de pa¨ªses como Marruecos o Ben¨ªn, donde muchas de las escuelas no tendr¨ªan acceso a Internet de no ser por sat¨¦lite?¡±, comen?ta Fernando Ojeda, consejero delegado de Eurona. La empresa, que ya cuenta con 4.000 escuelas conectadas en Marruecos y 350 estaciones de servicio, aparte de pro?veer Internet al gobierno y Departamen?to de Seguridad Marroqu¨ª, est¨¢ tambi¨¦n involucrada en el desarrollo de Ben¨ªn, pa¨ªs situado entre Togo y Nigeria, con un pro?yecto de 300 escuelas conectadas, gracias a un acuerdo con la Secretar¨ªa de Estado de Comercio. ¡°Los problemas de inmigra?ci¨®n no se solucionan cerrando fronteras, sino involucr¨¢ndose en el desarrollo del pa¨ªs de origen de una manera l¨®gica y coherente,¡± a?ade Ojeda.

Lo mismo ocurre con el fomento de la econom¨ªa local en zonas rurales. Ya es habitual o¨ªr hablar de ¡°ese pueblo en nosed¨®nde que te paga por irte all¨ª a vivir¡± o es f¨¢cil recordar campa?as como aquella de Sr.Rushmore para Aquarius que, durante la crisis, intentaba conec?tar a ¡°gente sin pueblos con pueblos sin gente¡±. Iniciativas p¨²blicas y privadas caen de todos lados para recordar que uno no deber¨ªa solo poder especiali?zarse o emprender desde las grandes ciudades. Por no a?adir adem¨¢s que la falta de Internet en zonas rurales frena la capacidad emprendedora y aut¨®no?ma de sus habitantes, en un marco de crecimiento del n¨²mero de profesiona?les independientes en Europa del 99 % desde la entrada del milenio, seg¨²n un informe de la Asociaci¨®n de Profesionales Independientes publicado en 2015. Total, que todos los datos se dirigen al mismo punto, que es el mismo reflejado en la Agenda Digital Europea: si conectamos a la gente, fomentamos el emprendimiento y el crecimiento sostenible de los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n.

Villaca?as, despu¨¦s de todo, repre?senta una localidad de m¨¢s de 10.000 habitantes. Despu¨¦s de unos a?os de Internet v¨ªa sat¨¦lite, como se esperaba, la fibra lleg¨® hace poco al pueblo. Sin embargo, para poner las cifras en pers?pectiva, solo en Galicia sumamos m¨¢s de 9.500 pueblos desconectados o con baja calidad de Internet, seg¨²n el informe del INE para 2018, publicado por el Ministe?rio de Industria. Y, con todo, suponemos que no es necesario explicar el impacto econ¨®mico que podr¨ªan llegar a tener, una vez conectados, si se aplicasen adem¨¢s programas de emprendimiento local.