No hace falta tener vocaci¨®n para ser feliz en el trabajo

Buscar una vocaci¨®n laboral es frustrante. A todos nos han dicho que tenemos una y que debemos dar con ella para tener una vida plena. Pero este es solo uno de los muchos mitos que rodean esta b¨²squeda incansable de significado para el trabajo, que lejos de ayudar a sentirse m¨¢s feliz, a?ade presi¨®n. ¡°Ya deber¨ªas saber lo que quieres y dedicar tu esfuerzo a conseguirlo, como hace todo el mundo, ?a qu¨¦ est¨¢s esperando?¡±, cuestionan desde casi todo tu entorno y m¨²ltiples manuales de autoayuda. Y as¨ª es como nos convertimos en humanos frustrados que no saben exactamente a d¨®nde van, pero que necesitan llegar a alg¨²n sitio. La psicolog¨ªa positiva, que estudia las bases del bienestar mental y de la felicidad, asegura que ni se tiene una ¨²nica vocaci¨®n vital, ni todo el mundo tiene una, ni hay un momento de nuestras vidas id¨®neo para encontrarla. Y lo m¨¢s importante: se puede vivir feliz sin una vocaci¨®n profesional.

Por supuesto, hay personas que siempre han tenido muy claro a qu¨¦ quieren dedicarse y han utilizado su vocaci¨®n como motor para avanzar. Pero no es el caso de la mayor¨ªa. Casi todos nos vemos obligados a tomar decisiones curriculares a edades muy tempranas: en la educaci¨®n secundaria ya elegimos si somos de ciencias o de letras y, solo unos a?os despu¨¦s, nos enfrentamos a La Gran Decisi¨®n: a qu¨¦ dedicarse el resto de la vida. ¡°Es habitual que los estudiantes se sientan presionados por tener que elegir en la adolescencia, cuando lo ¨²nico que saben es que necesitan sentir que pertenecen a su grupo¡±, explica Elisa S¨¢nchez, psic¨®loga laboral.

Por eso se suelen tomar decisiones como estudiar lo mismo que su familia o sus amigos o en la misma universidad, para estar cerca de ellos. ¡°No siempre se tiene clara una vocaci¨®n o se pueden tener varias¡±, explica S¨¢nchez. ¡°Hay personas a las que les gustan temas afines, como la enfermer¨ªa y la fisioterapia; o complementarios, como la inform¨¢tica y el dise?o; o incluso temas de ramas muy diferentes, como la filolog¨ªa y la f¨ªsica¡±. Aqu¨ª es cuando llega el drama, las dudas y el estr¨¦s por tener que tomar una decisi¨®n nublan la vista. Una opci¨®n que la universidad plantea son los dobles grados. Pero se antoja una soluci¨®n simplista y que est¨¢ muy lejos de resolver el conflicto emocional de elegir a qu¨¦ dedicarse.

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De hecho, muchas personas a¨²n no saben qu¨¦ quieren hacer con su vida al acabar la carrera. Ni siquiera cuando ya est¨¢n trabajando. Esta sensaci¨®n, que es una de las primeras culpables de la crisis de los 25, es totalmente normal. Una de las soluciones que proponen los expertos es tomar perspectiva y restar peso al trabajo como herramienta principal para dar sentido a la existencia. Es decir, se puede tener un empleo sin un significado trascendental y buscar la realizaci¨®n en otros aspectos de la vida, volc¨¢ndose con las personas que te rodean o dedic¨¢ndote a hacer las cosas que te apasionan, que no siempre tienen que ser parte de tu empleo. Pero esta cuesti¨®n es compleja de abordar porque, en nuestra cultura, el trabajo todav¨ªa define qui¨¦nes somos. Cuando conocemos a alguien nuevo, una de las primeras cosas que solemos preguntarle es a qu¨¦ se dedica. Y le categorizamos dependiendo de la respuesta: hemos unido qui¨¦n soy con en qu¨¦ trabajo.

• La motivaci¨®n, un motor

¡°La satisfacci¨®n laboral no depende solo de la vocaci¨®n, tiene mucho que ver con factores como las condiciones (el sueldo, el horario, las vacaciones, la conciliaci¨®n), la cultura de la empresa y la relaci¨®n con tus compa?eros¡±, explica S¨¢nchez. Es decir, la vocaci¨®n influye en el tipo de empleo que se elige, pero la satisfacci¨®n laboral depende de muchas otras cosas. Como, por ejemplo, la motivaci¨®n. ¡°No todos encontramos nuestra verdadera vocaci¨®n. Pero eso no significa que estemos condenados a trabajos sin sentido¡±, explica Emily Smith, psic¨®loga y autora de El poder del significado: sentirte realizado en un mundo obsesionado con la felicidad. Smith asegura que menos del 50 % de las personas ven su trabajo como una vocaci¨®n pero que pueden conseguir ser felices porque les motiva o tiene sentido para ellos: les sirve para relacionarse con otras personas, aportan beneficios a la sociedad o pueden pagar sus deudas.

En este sentido, Smith explica que la actitud ideal para afrontar esta situaci¨®n ser¨ªa recordar constantemente el objetivo global de la empresa en la que se trabaja. En distintas publicaciones aparece una de esas historias que nadie sabe muy bien si lleg¨® a suceder o no pero que puede servir para ejemplificar esta teor¨ªa. Es corta: John F. Kennedy se top¨® con un conserje durante una de sus visitas a la NASA en 1962. Cuando el entonces presidente de Estados Unidos le pregunt¨® qu¨¦ estaba haciendo, el trabajador dijo: ¡°Estoy ayudando a poner a un hombre en la Luna¡±. Cada peque?a labor en la empresa contribuye a un objetivo global mucho m¨¢s ambicioso.

Adem¨¢s, no debemos perder de vista que no solo es posible ser feliz en el trabajo sin vocaci¨®n sino que, ?sorpresa!, la gente que la tiene no siempre se siente satisfecha. Hay muchas ocasiones en las que es tarea de titanes poder vivir de una vocaci¨®n. Y esto afecta a casi todos los sectores: actrices, enfermeros, periodistas, cient¨ªficos. A muchos les resulta casi imposible ser fieles a su vocaci¨®n y, a la vez, encontrar un puesto con un sueldo que les permita vivir. La frustraci¨®n tambi¨¦n habita en ellos. ¡°Puedes ¡®trabajar de lo tuyo¡¯, pero si estas otras condiciones m¨ªnimas no se dan y no est¨¢s a gusto en tu trabajo, muy posiblemente te sentir¨¢s desgraciado¡±, asegura S¨¢nchez.