Legal Army: el despacho que pretende llevar el derecho a la era digital
Legal Army es un despacho de abogados que no tiene nada de tradicional: se basa en la incorporaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas, no factura por horas y el que quiera trabaja en deportivas
Estudi¨® Derecho ¡°casi por inercia¡±, por la amplitud de salidas profesionales que pod¨ªa proporcionarle. Pero lo suyo era la tecnolog¨ªa. Lo supo desde que Internet entr¨® en su casa, all¨¢ por el a?o 2000. As¨ª que, nada m¨¢s licenciarse en la Universidad de Granada, Natalia Martos (Huelva, 1978) comenz¨® un largo camino de especializaci¨®n en derecho aplicado al mundo digital. Ascendi¨® r¨¢pido, y con solo 29 a?os le lleg¨® una oferta de Tuenti para ocupar su direcci¨®n jur¨ªdica: ¡°Fue todo un fen¨®meno sociocultural. Ten¨ªa que ir evangelizando por toda Espa?a, dando charlas y conferencias sobre qu¨¦ es una red social y c¨®mo comportarse de manera segura¡±.
Tras la venta de Tuenti a Telef¨®nica en 2010, Martos se incorpor¨® al Grupo PRISA [editor de EL PA?S Retina] para trabajar en el proyecto de transformaci¨®n digital de la empresa. Una experiencia que le sirvi¨®, entre otras cosas, para darse cuenta de la escasez que hab¨ªa de despachos de abogados que realmente entendiesen el funcionamiento de las nuevas tecnolog¨ªas y pudiesen proporcionar as¨ª un buen servicio en la materia. Algo que ahora pretende contrarrestar con la reciente creaci¨®n de Legal Army. La compa?¨ªa, basada en el modelo anglosaj¨®n del NewLaw, aspira a sacar el derecho espa?ol del siglo XIX, en el que, seg¨²n Martos, ¡°a¨²n sigue instalado¡±.
- P. ?Cu¨¢les son los fundamentos del NewLaw y en qu¨¦ se diferencia este planteamiento del de los despachos tradicionales?
- R. Se trata de un concepto que surge en 2013 en EE UU, donde, junto con Australia y poco a poco Reino Unido, cada vez es m¨¢s popular. Lo primero que hace un NewLaw es ofrecer tarifas que sean lo suficientemente asequibles como para que cualquiera pueda acceder al servicio jur¨ªdico. ?C¨®mo? Quit¨¢ndose de encima costes de estructura que no son necesarios. Para prestar un servicio con excelencia no necesitas el edificio de oficinas m¨¢s caro de la ciudad, ni una plantilla de 800 abogados. Lo que necesitas es tener un grand¨ªsimo conocimiento del derecho, de la tecnolog¨ªa y del funcionamiento de la nueva econom¨ªa.
- P. ?Y lo segundo que hace?
- R. Digitalizarse. Automatizar una serie de procesos que a d¨ªa de hoy a¨²n llevan a cabo los abogados, a coste por hora. Cuando en realidad son tareas repetitivas que, gracias a la irrupci¨®n de la inteligencia artificial y el machine learning, un ordenador puede hacer mucho mejor.
- P. ?Podr¨ªa ponernos un ejemplo de esa mejora?
- R. Claro. Uno de los casos comunes se da a la hora de realizar una due diligence, una investigaci¨®n que se pone en marcha antes de comprar una sociedad para arrojar luz sobre el valor real de dicha entidad. En un despacho tradicional, hay un equipo de 15 abogados que est¨¢n d¨ªa y noche sin dormir analizando centenares o miles de contratos, y tomando notas para poder dar una valoraci¨®n final. Imag¨ªnate que, en vez de eso, empleas para ello inteligencia artificial, y esa base de datos ¡ªporque no es otra cosa que una base de datos: centenares y miles de contratos¡ª los analiza un ordenador conforme a los par¨¢metros que el abogado le indica. La m¨¢quina reduce dr¨¢sticamente el tiempo, el coste y el margen de error.
El abogado tiene que estar all¨ª donde aporte valor: en la toma de decisiones, en el consejo jur¨ªdico
- P. ?Es este uno de los servicios que presta Legal Army?
- R. De momento no. Lo cito porque, junto a la predicci¨®n de riesgos en un litigio, es uno de los ejemplos m¨¢s paradigm¨¢ticos. Lo que s¨ª hacemos es aplicar la tecnolog¨ªa al cumplimiento por parte de las empresas del nuevo Reglamento General de Protecci¨®n de Datos.
- P. ?De qu¨¦ manera?
- R. La ley obliga ahora a muchas compa?¨ªas a contratar a un delegado de protecci¨®n de datos, alguien que garantice la adopci¨®n de los protocolos. Pero se trata de una figura que se puede externalizar, y ah¨ª es donde entramos nosotros. En vez de 20 profesionales distintos, las herramientas digitales permiten que una sola persona monitorice a 20 clientes y emita las recomendaciones mensuales obligatorias para cada uno.
- P. ?No conlleva esto una gran p¨¦rdida de empleo?
- R. Que ciertos procesos se automaticen no quiere decir que los abogados desaparezcan o pierdan peso. Todo lo contrario. El abogado tiene que estar all¨ª donde aporte valor: en la toma de decisiones, en el consejo jur¨ªdico. No en tareas repetitivas.
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