De los porros de Elon Musk a los excesos de John McAfee o la coca de Sean Parker

El v¨ªdeo de Elon Musk fum¨¢ndose un porro se hizo viral en cuesti¨®n de horas. En la secuencia (a partir del minuto 2:09:40), que muestra un momento de la grabaci¨®n de un podcast, el locutor le ofrece al fundador de Tesla, SpaceX, SolarCity y algunas otras compa?¨ªas un calique?o de marihuana. El empresario no duda en agarrarlo y, tras preguntar si eso es legal (en California lo es), no duda en fumar, dibujando a continuaci¨®n en su rostro una expresi¨®n de aprobaci¨®n. Unos instantes despu¨¦s, meneando un vaso de whiskey, dice que el alcohol es una droga a la que le tiene mucho aprecio.

La combinaci¨®n gur¨² tecnol¨®gico y drogas es bastante com¨²n en EE UU. Musk no es ni mucho menos la ¨²nica estrella de Silicon Valley con un comportamiento (p¨²blico) tan poco ortodoxo relacionado con el consumo de estupefacientes. Repasamos a continuaci¨®n las correr¨ªas de otros malotes del sector.

• John McAfee y sus excesos

Puede que les suene el nombre de John McAfee, el programador estadounidense de origen escoc¨¦s que levant¨® la famosa compa?¨ªa del mismo nombre. McAfee fue un pionero en el dise?o de software antivirus y en los protocolos de esc¨¢ner de sistemas. Antes de dedicarse a eso trabaj¨® para la NASA, para Xerox y para Lockheed Martin, entre otros.

Aunque nunca ha ido mal de dinero, el inform¨¢tico dio el pelotazo en 2010, cuando Intel compr¨® la empresa McAfee por 7.680 millones de d¨®lares. Desde entonces ha tenido m¨¢s aventuras empresariales y, en los ¨²ltimos a?os, se ha convertido en un importante inversor en criptomonedas. Aunque el personaje trasciende m¨¢s por otras excentricidades: ha sido detenido m¨¢s de una vez por conducir bajo el efecto de las drogas, asunto del que habla sin tapujos; hace unos a?os fue acusado de asesinato en Belice, es un amante del yoga y las armas, vive rodeado de mercenarios que le hacen de guardaespaldas¡­ y hasta se ha presentado a las elecciones presidenciales de EE UU.

A finales del a?o pasado volvi¨® a los peri¨®dicos con una llamativa afirmaci¨®n: asegura que se comer¨¢ su propio pene si el Bitcoin no llega al mill¨®n de d¨®lares en 2020. Este verano sufri¨® un intento de asesinato, seg¨²n ha relatado ¨¦l mismo en Twitter: fue envenenado, dice, por sicarios relacionados con el turbio suceso de Belice. Netflix cuenta en su cat¨¢logo con un documental sobre su ¡°escandaloso y extravagante estilo de vida¡± y, seg¨²n se rumorea, Johny Depp le encarnar¨¢ en un biopic.

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• Sean Parker, el icono que pudo ser

Si McAfee puede que llegue a las pantallas con el rostro de Depp, Sean Parker ya lo ha hecho de la mano de Justin Timberlake. El cantante y actor interpret¨® el papel de Parker, el primer presidente de Facebook, en La red social. La carrera del estadounidense fue mete¨®rica. Asumi¨® ese cargo a los 25 a?os, y no era su primer hito en la industria: a los 19 ya hab¨ªa cofundado Napster, la web que inici¨® el declive de las discogr¨¢ficas. A los 16 fue detenido por el FBI por hackear desde casa de sus padres las webs de varias multinacionales y romper la seguridad de bases de datos militares, seg¨²n este reportaje de Vanity Fair. Considerado un genio de la inform¨¢tica y un visionario de internet, todo hac¨ªa pensar que este joven autodidacta lo ten¨ªa todo para convertirse en uno de los nombres propios del pante¨®n de los emprendedores de Silicon Valley.

Pero todo pas¨® muy r¨¢pido. Parker fue nombrado presidente de Facebook en verano de 2004¡­ y le despidieron en 2005 tras ser arrestado por posesi¨®n de coca¨ªna en una fiesta que dio en su casa. Aunque se le detuvo sin cargos, fue demasiado para una empresa que estaba arrancando (y que acababa de conseguir como inversor a Peter Thiel, fundador de PayPal, precisamente gracias a Parker).

Parker no est¨¢ acabado, ni mucho menos. Todav¨ªa no ha cumplido los cuarenta y Forbes estima que su fortuna supera los 3.000 millones de d¨®lares, cantidad que procede en buena parte de su etapa en Facebook. Accionista de Spotify, en 2010 trascendi¨® que don¨® 100.000 d¨®lares a la campa?a de legalizaci¨®n de la marihuana en California (que, como ya hemos visto, triunf¨®). Sigue siendo considerado un gur¨², pero su nombre no forma parte de la cultura pop, como quiz¨¢ suceder¨ªa si nunca hubiese trascendido su incidente con la coca¨ªna. Su reputaci¨®n de fiestero, eso s¨ª, le precede.