Linus Torvalds, el genio con car¨¢cter que quiere dejar de parecerse a Steve Jobs
El creador de Linux ha abandonado sus proyectos profesionales para tratar de mejorar su comportamiento hacia otros desarrolladores
La imagen que ilustra este art¨ªculo representa como pocas el car¨¢cter impulsivo y beligerante del finland¨¦s Linus Torvalds, creador del sistema operativo Linux y uno de los pioneros del software libre. La salida de tono del c¨¦lebre inform¨¢tico, que tuvo lugar durante una conferencia en su pa¨ªs de origen, iba dirigida a la multinacional Nvidia y precedi¨® unas palabras tan amistosas como el gesto que las acompa?aba. Pero el mal genio de Torvalds podr¨ªa llegar a su fin. Esta semana ha anunciado que se tomar¨¢ un descanso de sus compromisos profesionales para centrarse en entender las emociones de la gente que le rodea y aprender a responder de manera apropiada.
¡°Recientemente, la gente de nuestra comunidad me advirti¨® sobre mi problema a la hora de comprender las emociones ajenas. Mis ataques han sido fr¨ªvolos, no han sido profesionales y estaban fuera de lugar. Quiero pedir disculpas a quienes se vieron afectados por mi comportamiento¡±, se sincer¨® a trav¨¦s de un comunicado.
This is quietly a major milestone in tech culture. Linus Torvalds, the leader behind Linux, git, and much of open source culture, reflects on how he¡¯s been hostile to community members. I hope he follows through ¡ª that would be his biggest commit ever. https://t.co/1DzeWVRvLe pic.twitter.com/lY5AMxNuPd
— Anil Dash (@anildash) September 16, 2018
Post en Twitter con un fragmento del comunicado de Torvalds
Si bien el finland¨¦s puede haberse dado cuenta estos d¨ªas de que necesitaba cambiar su manera de actuar con los dem¨¢s, el descubrimiento de que las relaciones sociales no eran su fuerte lo hizo tiempo atr¨¢s. Durante una conferencia en Nueva Zelanda hace m¨¢s de tres a?os, reivindicaba su derecho a decir las cosas sin tapujos. ¡°No soy una buena persona y no me importa¡±, afirmaba tajante. ¡°Me importa la tecnolog¨ªa: eso es lo imprescindible para m¨ª. Todo eso de la diversidad son detalles que no marcan la diferencia¡±.
No en vano, el ingeniero se ha ganado la reputaci¨®n de persona con la que nadie quiere trabajar. Sus correos electr¨®nicos plagados de insultos y sus palabras inc¨®modas han generado un ambiente t¨®xico que ha alejado a mujeres y grupos infrarrepresentados de la comunidad de Linux. Tal y como defiende un antiguo art¨ªculo de la revista Wired, Torvalds ¡°tiene licencia para decir lo que quiere porque, a diferencia de la mayor¨ªa de los desarrolladores de software m¨¢s conocidos del mundo, no trabaja para una gran empresa de tecnolog¨ªa con un departamento de relaciones p¨²blicas¡±. Esta franqueza no supone en s¨ª misma un impedimento. Seg¨²n el autor, es precisamente esta tendencia a la honestidad lo que convirti¨® a su sistema operativo en una historia de ¨¦xito. El problema comienza cuando dirige su ira contra todo el que se cruza en su camino.
La exigencia de Torvalds con quienes trabajan en su plataforma tiene su particular precedente en una de las figuras m¨¢s mitificadas de la revoluci¨®n tecnol¨®gica: Steve Jobs. El creador de Apple abandon¨® un hotel de cinco estrellas porque no estaba a su altura, despidi¨® a uno de sus directivos enfrente de un auditorio lleno de empleados de la compa?¨ªa y lleg¨® a preguntar a candidatos en entrevistas de trabajo sobre su virginidad. Cuando dirig¨ªa Pixar, despidi¨® a parte de la plantilla sin ofrecerles ninguna indemnizaci¨®n. Una antigua empleada de la compa?¨ªa le pidi¨® que al menos se les anunciara con dos semanas de antelaci¨®n, a lo que Jobs contest¨® afirmativamente, matizando que ¡°el aviso es retroactivo desde hace dos semanas¡±.
Fragmento de la pel¨ªcula 'Steve Jobs', de 2015
Jonathan Ive, uno de los mejores amigos de Jobs, reconoc¨ªa que el fundador de Apple se enfadaba mucho por cualquier cosa, pero matizaba que sus rabietas no duraban demasiado. ¡°Tiene la habilidad infantil de ponerse realmente nervioso por algo. A veces, cuando est¨¢ muy frustrado, parece que su manera de lograr la catarsis sea lastimar a alguien, y es tan sensible que sabe perfectamente c¨®mo hacerlo¡±, confesaba a su bi¨®grafo, Walter Isaacson, ahondando en su motivaci¨®n: lo hac¨ªa porque pod¨ªa. ¡°Creo que siente que tiene libertad y licencia para hacer da?o¡±, sosten¨ªa.
Creo que siente que tiene libertad y licencia para hacer da?o.
Jonathan Ive, vicepresidente de dise?o de Apple, sobre su amigo Steve Jobs
Tal vez sea una cuesti¨®n de poder lo que ha llevado a estos dos estandartes de la tecnolog¨ªa a adoptar el papel de padres exigentes con sus empleados y colaboradores, esa sensaci¨®n de sentirse por encima de cualquier norma. Tal vez este narcisismo vaya ligado a un inconformismo perfeccionista que obvia las convenciones sociales para alcanzar un objetivo que trasciende de formalismos en su cruzada particular. El tiempo dir¨¢ si Torvalds, quien rechaz¨® una oferta de trabajo de Jobs hace cerca de 20 a?os, ser¨¢ capaz de transformarse para descubrir que el fin no siempre justifica los medios.
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