Por qu¨¦ hay trabajadores que se ¡®autosabotean¡¯ cuando est¨¢n ocupados
Tiene que ver con su foco de atenci¨®n y con la inercia que les lleva a seguir haciendo lo mismo de siempre para resolver problemas recurrentes, aunque no funcione
Los trabajadores que tienen muchas cosas que hacer a menudo resultan poco productivos por motivos que van m¨¢s all¨¢ del multitasking?¡ªquerer hacer varias cosas a la vez y no acabar ninguna¡ª o la procrastinaci¨®n ¡ªdejar para el ¨²ltimo momento una tarea a la que sabes que tendr¨¢s que enfrentarte antes o despu¨¦s¡ª. Sucede cuando tienes algo muy importante que hacer pero lo pospones mientras haces otras tareas menos urgentes. Tambi¨¦n cuando te sientes culpable por haber dejado de contestar un correo que sabes que te habr¨ªa llevado solo diez minutos. O cuando tienes que comprarte otro paquete de post-it porque es m¨¢s r¨¢pido que buscar el que te compraste semana pasada. Estos peque?os actos que perjudican tus objetivos principales se consideran autosabotajes, una tendencia a seguir haciendo las cosas igual que siempre aunque sepamos que no es lo m¨¢s eficiente.
El problema de estos patrones es que se retroalimentan constantemente: siempre tienes mucho que hacer (o sientes que es as¨ª) y no tienes tiempo de pararte a reflexionar y encontrar formas m¨¢s eficientes de desarrollar tus labores. "Se suele pensar que necesitas una cantidad inmensa de energ¨ªa mental para planificar, tomar decisiones y llevar a cabo un sistema organizado. Pero a la larga, es mucho m¨¢s productivo",?explica la psic¨®loga cl¨ªnica Alice Boyes. Uno de los mecanismos mentales responsables de que se mantenga esta forma de enfrentarse al trabajo es lo que los psic¨®logos llaman visi¨®n de t¨²nel. Es un t¨¦rmino ambiguo que tambi¨¦n se aplica a situaciones como los ataques de ansiedad, donde el paciente percibe c¨®mo su ¨¢ngulo de visi¨®n se va haciendo cada vez m¨¢s peque?o.?
Pero tambi¨¦n tiene que ver con la atenci¨®n y con la?capacidad para percibir los est¨ªmulos de nuestro entorno. "Es relativamente frecuente que, cuando nos encontramos en un estado marcado de estr¨¦s psicofisiol¨®gico, prestemos atenci¨®n de forma exclusiva a aquello que se relaciona con la tarea, amenaza o preocupaci¨®n principal que nos ocupa", cuenta el psic¨®logo cl¨ªnico ?lex Figueroba. Este es uno de los fen¨®menos responsables de que los trabajadores sigan incansablemente hacia delante sin pararse a valorar las prioridades. Cuando estamos ocupados y estresados, elegimos trabajar, por defecto, en aquello que tiene la fecha l¨ªmite m¨¢s cercana, aunque no sea lo m¨¢s importante. El estr¨¦s hace que nuestro foco de atenci¨®n se reduzca a la tarea en la que estamos enfrascados.? "Al final sucede que nos descubrimos a nosotros mismos pasando horas trabajando en tareas que no eran tan imprescindibles", explica Alice Boyes.?
Esta situaci¨®n se convierte en la pescadilla que se muerde la cola cuando contin¨²as haciendo lo mismo de siempre sin pensar con flexibilidad. As¨ª, pasas por alto las soluciones f¨¢ciles para hacer las cosas porque prefieres seguir haci¨¦ndolas como te han funcionado hasta ahora, aunque implique m¨¢s recursos.?Por ejemplo, imagina que pudieras tener ayuda para mantener tu casa limpia pero tienes la sensaci¨®n de que no tienes tiempo para encontrar a alguien de confianza y explicarle tu forma de funcionar. As¨ª, lo postergas, semana tras semana, haciendo el trabajo t¨² mismo, aunque reasignar el tiempo invertido en una sola sesi¨®n de limpieza ser¨ªa suficiente para contratar a alguien.
- Qu¨¦ hacer para no seguir siempre igual
Una de las soluciones a esta situaci¨®n tiene que ver con la necesidad de desconectar para tener buenas ideas y poder volver a concentrarte. "Las pausas en las que permites que tu mente divague son la principal soluci¨®n al problema de la visi¨®n de t¨²nel", asegura Alice Boyes. "Incluso los descansos breves pueden permitirte salir de un pensamiento demasiado estrecho". Hace falta dar un paso atr¨¢s y elegir hacer el trabajo m¨¢s importante aunque no sea el m¨¢s urgente. Y centrarte en hacer las tareas que tienes en tu lista antes de empezar con las necesidades de otros compa?eros.
Adem¨¢s, las soluciones para problemas recurrentes a menudo son simples si se miran con perspectiva. Es necesario invertir tiempo en crear sistemas que resuelvan situaciones problem¨¢ticas comunes, como tener siempre un cargador del m¨®vil en el trabajo, establecer un d¨ªa a la semana para hacer la compra (en lugar de ir tres veces para comprar lo que necesitas en ese momento) o crear una lista de ropa habitual para poner en la maleta si viajas mucho por trabajo. Estos tres ejemplos del d¨ªa a d¨ªa son f¨¢ciles de entender, solo falta trasladarlos al entorno de trabajo. Invirtiendo tiempo en dise?ar este tipo de sistemas ahorrar¨¢s mucho m¨¢s en el futuro.
Trucos para aprender a priorizar
La regla de los dos minutos. Es muy simple: si la pr¨®xima tarea puedes hacerla en dos minutos o menos ¡ªquien dice dos, dice tres, cinco o diez¡ª, hazla ya, aunque no sea urgente o prioritaria. Qu¨ªtatela de encima. Esta regla aparece en el libro Getting things done del gur¨² David Allen y forma parte de uno de los m¨¦todos de gesti¨®n de actividades m¨¢s populares. Te ayuda a tachar tareas de tu lista y a empezar por hacer las cosas sencillas y coger ritmo. Recuerda: si hacer la tarea te lleva menos tiempo que planificarla, hazla; si no, apl¨¢zala.
Terminado es mejor que perfecto. Insistir en mejorar algo puede llevarte a estancarte. Es m¨¢s recomendable que dejes varias tareas al 80% que centrarte en terminar una al 100%. La tambi¨¦n psic¨®loga laboral Elisa S¨¢nchez advierte de no sucumbir a la Ley de Parkinson, que dice que "todo el trabajo se dilata indefinidamente hasta completar todo el tiempo disponible para su completa realizaci¨®n". Es decir, no ocupes una tarde entera en hacer una tarea que podr¨ªas hacer en dos horas si solo tuvieras dos horas.
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