¡®Voldemorting¡¯, as¨ª llaman a la pr¨¢ctica para evitar que te encuentre Google

Publicar algo en internet es convertirse tarde o temprano en v¨ªctima de las ara?as de los buscadores, sobre todo las de Google. Una pr¨¢ctica que es la que ocupa diariamente a legiones de profesionales que dedican su existencia a optimizar textos para hacerlos visibles.

Sin embargo, cada vez m¨¢s hay usos en los que los usuarios optan por todo lo contrario: deformar vocablos o usar palabras claves para evitar que sus conversaciones sean encontradas por los buscadores, por los distintos algoritmos que abastecen de contenido a las alertas que avisan cuando alguien usa determinada palabra o simplemente, por personas ajenas al c¨ªrculo. Una pr¨¢ctica que, obviamente, lleva desde siempre entre nosotros y que se torna l¨®gica en tiempos de leyes mordazas, de vigilancias masivas, de filtraciones de datos y de esc¨¢ndalos de uso fraudulento de datos por parte de Facebook.

Una investigadora australiana experta en seudonimizaci¨®n y en cultura e identidad en redes sociales llamada Emily van der Nagel lanz¨® un paper en junio pasado en el que pon¨ªa nombre a esta pr¨¢ctica: voldemorting, seg¨²n recoge la revista Wired.

Para quien no lo sepa, Van der Nagel hace referencia al universo de Harry Potter creado por J. K. Rowling. El malo mal¨ªsimo de la saga es Lord Voldemort, un nombre que todos (excepto el gran mago Dumbledore y el propio Harry) evitan pronunciar. En vez de ello, los personajes acuden a circunloquios como Quien-T¨²-Sabes o El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado. Parece una pr¨¢ctica supersticiosa. Sin embargo a medida que avanza el libro [atenci¨®n, spoiler] se descubre que nombrar a Voldemort sirve para liberar un hechizo que descubre la situaci¨®n de los magos buenos, encuadrados en la ?rden del F¨¦nix.

En internet no hay hechizos m¨¢gicos. Pero hay algo igual de efectivo para estos menesteres: algoritmos de b¨²squeda. As¨ª, hacer un voldemort (en internet, porque en lenguaje callejero juvenil tiene otros significados que no vale la pena recordar), consiste en usar circunloquios, juegos de palabras, met¨¢foras o cualquier otra cosa que sirva para esquivar el incansable acecho de las m¨¢quinas y de ojos indeseados, evitar incesantes publicidades de colchones una vez hemos enviado la palabra colch¨®n en un mail o evitar la respuesta de community managers cuando criticamos la aerol¨ªnea para la que trabajan. Wired apunta incluso que esta pr¨¢ctica puede servir no solo para evitar que se entere el aludido, sino tambi¨¦n para restringir a un grupo un mensaje concreto.

Es decir, algo que todos hemos hecho de una forma u otra en nuestra actividad en la Red, pero ahora estudiada por expertos en el lenguaje. Y con un nombre mucho m¨¢s mol¨®n, todo sea dicho.

Los personajes de Harry Potter usaban dos f¨®rmulas, b¨¢sicamente (las referidas Quien-T¨²-Sabes o El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado). En internet, en cambio, las opciones son infinitas. La revista Wired, por el contrario, explica que la imaginaci¨®n humana es inacabable y que las opciones son interminables y van desde inventar palabras para denominar al presidente, a las redes sociales¡­ "Voldemorting es el anti SEO, el anti palabras clave, el anti hastag", como asegura la ling¨¹ista, Gretchen McCulloch en la revista.?

M¨¢s informaci¨®n

Los ¡®hashstags¡¯ son de madres

En Espa?a practicamos el voldemorting cada vez que hay elecciones: La ley electoral proh¨ªbe de manera tajante la publicaci¨®n, difusi¨®n o reproducci¨®n de encuestas o sondeos electorales de cualquier tipo a partir de cinco d¨ªas antes de cada elecci¨®n. Pero no dice nada sobre informar sobre el precio de las frutas. As¨ª, se inventa una fruter¨ªa de Andorra que informa de los precios de los alimentos cuyos colores (sorpresa) coinciden con los de los partidos.