El dato en el punto de mira: ?nos cuidan o nos vigilan?
El dato es como un cuchillo: si no sabes manejarlo, puedes cortarte; si lo usas con malas intenciones, puedes clav¨¢rselo a alguien
El dato se ha convertido en un debate social. El esc¨¢ndalo de Facebook ha destapado errores y actitudes de dudosa moralidad, como recopilar informaci¨®n de usuarios que ni siquiera est¨¢n en su red social. Lo m¨¢s inquietante es que el director de Gesti¨®n de Producto de Facebook afirmaba que es una pr¨¢ctica com¨²n. Y es que mientras el dedo acusador se ha centrado en Facebook, ?tenemos la certeza de que el resto no llevan a cabo pr¨¢cticas similares? Otras redes sociales, apps, sistemas de GPS, wearables¡
Vivimos rodeados de datos. Los generamos constantemente, y hoy m¨¢s que nunca, las tecnolog¨ªas permiten recopilarlos, analizarlos e inspirarnos cuando se toman decisiones empresariales: marketing, log¨ªstica, gesti¨®n del cliente, operaciones... El nuevo Reglamento General de Protecci¨®n de Datos pretende establecer un marco m¨¢s garantista para los usuarios europeos sobre la gesti¨®n de toda nuestra informaci¨®n personal, y hay quien dice que est¨¢ realmente orientado a acotar el enorme poder que est¨¢n cosechando los llamados GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple).
Lo cierto es que el nuevo reglamento est¨¢ siendo un aut¨¦ntico quebradero de cabeza para todas las empresas. Las m¨¢s avanzadas buscan a contrarreloj formas de adaptarse, mientras que la mayor¨ªa todav¨ªa est¨¢n a¨²n descubriendo los datos de que disponen.
Este escenario est¨¢ sirviendo para que muchas compa?¨ªas, grandes o peque?as, empiecen a prestar verdadera atenci¨®n a la informaci¨®n que manejan, pongan orden y se den cuenta de las enormes posibilidades a su alcance. Todas las empresas tienen datos, y cada vez m¨¢s los utilizan para conducir sus decisiones. En el mundo del marketing, por ejemplo, los entornos digitales permiten medir con precisi¨®n el comportamiento del cliente para ofrecerle contenidos m¨¢s orientados, que encajen mejor con sus intereses.
No debemos demonizar el uso de la informaci¨®n, ya que puede servir para ofrecernos valor. S¨ª, las empresas lo emplean para vender m¨¢s, pero pueden aportar al usuario experiencias m¨¢s personalizadas con las que resolver necesidades espec¨ªficas. Si esto lo trasladamos, por ejemplo, al mundo de la salud, las posibilidades de hacer diagn¨®sticos precoces y ofrecer tratamientos personalizados son exponenciales. ?No es acaso beneficioso para el usuario?
El dato es como un cuchillo. Si no sabes manejarlo, puedes cortarte. Si lo usas con malas intenciones, puedes clav¨¢rselo a alguien. Pero nadie duda de su utilidad para cocinar y crear platos de chef. Por eso, m¨¢s all¨¢ de las posibilidades de las tecnolog¨ªas de big data y las normativas que los regulan, hay que apelar a tres aspectos fundamentales en la empresa: Formaci¨®n, experiencia y talento. Sin ellos no podremos gestionar, contextualizar ni utilizar el dato con una base ¨¦tica para hacer el bien com¨²n, tanto para el negocio como para el usuario.
Por otro lado, la pol¨¦mica de Facebook est¨¢ haciendo que el usuario abandone su ingenuidad. Cuando nos bajamos una app m¨®vil, ?cu¨¢ntas veces nos leemos las condiciones legales y pol¨ªticas de privacidad antes de aceptarlas? Quiz¨¢s ahora empecemos a valorar tanto nuestros datos como para exigir m¨¢s a cambio de ellos. ?O es que cre¨ªamos que todo el software era gratis? Nuestra informaci¨®n es la nueva manera de pagar por acceso a tecnolog¨ªas que hacen nuestra vida m¨¢s f¨¢cil, como Google Maps, las redes sociales, o cada vez m¨¢s, los sistemas de voz como Siri o Cortana.
Ahora nos sorprendemos y escandalizamos, pero hemos estado mirando hacia otro lado durante mucho tiempo mientras disfrut¨¢bamos de apps gratuitas. Demonizar a los GAFA no ser¨ªa justo, pues han sido verdaderos impulsores de innovaci¨®n y han aprovechado oportunidades que otros no han sabido ver. ?Qui¨¦n dir¨ªa hace 10 a?os que la carrera por el coche sin conductor no la liderar¨ªa ninguna firma de automoci¨®n? Pocos como Tesla o Google han visto que, si no conducimos, el veh¨ªculo se convierte en un espacio abierto al ocio y al consumo de contenidos o publicidad. Esto nos lleva, de nuevo, a los h¨¢bitos del usuario, o lo que es lo mismo: datos, datos y m¨¢s datos.
Demonizar a los GAFA no ser¨ªa justo, pues han sido verdaderos impulsores de innovaci¨®n y han aprovechado oportunidades que otros no han sabido ver.
Que los GAFA utilicen nuestros datos a cambio de todo lo que nos ofrecen, es algo que debemos aceptar. Que el reglamento europeo ponga l¨ªmites (y seguridad) es algo que debemos exigir. Que seamos m¨¢s conscientes de los datos que cedemos es algo que debemos aprender. Dediquemos recursos a formarnos, a adquirir experiencia y talento para hacer un uso ¨¦tico y correcto de la informaci¨®n. Solo as¨ª los datos dejar¨¢n de ser un cuchillo que nos clavaremos entre nosotros, para convertirse en una herramienta maravillosa con la que crear recetas a gusto del consumidor.
Ander Serrano es director de proyectos B2B de Evercom.
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