Nuevos tiempos, nuevas leyes

No es nuevo que los cambios en los modelos de producci¨®n y gesti¨®n inciden antes en la sociedad civil que en otros agentes, y que son las necesidades las que empujan primero a decisores y posteriormente a legisladores a mover ficha y adecuarse a los tiempos.

Tenemos la oportunidad de repercutir ese impacto econ¨®mico en un empoderamiento social, pero debemos estar bien preparados para ello.

En el imparable proceso de la digitalizaci¨®n, cada vez m¨¢s ¨¢mbitos y sectores de la econom¨ªa se est¨¢n desempe?ando a trav¨¦s de plataformas digitales. Ya nos hemos acostumbrado a pedir un taxi online, a consumir contenidos en streaming desde cualquier lugar, a hacer la compra o a pedir un plato de nuestro restaurante favorito a trav¨¦s del m¨®vil.

Grandes avances tecnol¨®gicos siempre han supuesto cambios de paradigma. Estos cambios, que afectan al statu quo, requieren de un debate sosegado pero profundo de todos los agentes implicados en dicha transformaci¨®n, con el objetivo de que se generen beneficios positivos que reviertan sobre el m¨¢ximo n¨²mero de personas.

Las nuevas tecnolog¨ªas han hecho posible el desarrollo de nuevos modelos de servicio como en este caso son las plataformas, cuyo ¨¦xito radica en que aportan valor tanto a nivel individual como a la sociedad. Ya sea gracias a la aparici¨®n de nuevos servicios, la creaci¨®n de nuevos negocios y puestos de trabajo o al efecto positivo que producen sobre la competencia. El impacto positivo que generan en la sociedad es lo que hace que los hayamos abrazado tan r¨¢pido y que han llegado para quedarse. Todo ello obliga a los operadores tradicionales a actualizarse para poder seguir siendo competitivos.

Pero, con las plataformas digitales ya inmersas en nuestro d¨ªa a d¨ªa, y aunque nuestro sector tenga claro el camino a seguir, apostando por la innovaci¨®n tecnol¨®gica para transformar la sociedad, inevitablemente va apareciendo la necesidad de hacer una reflexi¨®n acerca del modelo hacia el que nos estamos encaminando.

Hasta ahora muchas de las nuevas plataformas han surgido y han crecido en un contexto legislativo basado en una realidad anterior, no digital. La velocidad de los cambios en los ¨²ltimos a?os ha hecho que los reguladores no hayan podido mantenerse al d¨ªa desarrollando nuevas normativas o adaptando las que se estaban quedando antiguas. Prueba de ello son las dudas que han surgido alrededor del modelo de colaboraci¨®n de Deliveroo con los repartidores. Llevamos mucho tiempo defendiendo la necesidad de un cambio regulatorio, de manera que proteja la flexibilidad que los repartidores desean, pero tambi¨¦n que les brinde m¨¢s protecci¨®n cuando eligen prestar servicios.

Sin embargo, tratar de encajar un nuevo modelo de trabajo, m¨¢s flexible y bajo demanda, y que es una realidad en la que muchos quieren trabajar, en un marco laboral anterior a la digitalizaci¨®n debe llevarnos a un examen exhaustivo de la regulaci¨®n actual, y a abrir un debate en el que analicemos c¨®mo adaptarla a los nuevos tiempos. Aquellos que defienden situar esta nueva forma de trabajar bajo un marco regulatorio antiguo no representan los deseos de quienes eligen trabajar de esta nueva manera.

Los repartidores son claros: quieren flexibilidad y seguridad, no tener que estar obligados a elegir entre ambas.

La reciente presentaci¨®n del libro?El trabajo en plataformas digitales desarrollado por las principales figuras del ¨¢mbito jur¨ªdico laboral intenta arrojar algo de luz sobre el camino que debemos tomar, con diferentes propuestas y conclusiones que pueden servir como una hoja de ruta para adaptar el marco laboral a los nuevos tiempos.

De hecho, la discusi¨®n no debe ce?irse a si la relaci¨®n es laboral o no, sino que hay que reflexionar sobre la necesaria adaptaci¨®n de la normativa vigente a las nuevas realidades, ya sea en el ¨¢mbito del trabajo subordinado, del trabajo aut¨®nomo o mediante la creaci¨®n de nuevas figuras de trabajo acordes con la realidad de las plataformas digitales.

En otros pa¨ªses de nuestro entorno, como en Francia, ha habido avances desde 2008, el ¨²ltimo, la propuesta de?chartre social o carta social para regular las condiciones de la relaci¨®n de repartidores con plataformas.

El vac¨ªo legislativo en gran parte de los pa¨ªses de la UE, Espa?a entre ellos, sobre la regulaci¨®n de una categor¨ªa definida como trabajadores de plataforma, unida a la diversidad de modelos de negocio y perfiles profesionales hace que sea necesario una revisi¨®n de la regulaci¨®n que procure protecci¨®n social, condiciones de trabajo dignas y derechos equiparables para cualquier persona que decida prestar servicios a trav¨¦s de plataformas digitales, con independencia de su estatus jur¨ªdico.

En Deliveroo, los repartidores nos han manifestado que quieren compaginar las libertades que conlleva su estatus de aut¨®nomos con mayores protecciones sociales, y, como compa?¨ªa, queremos lo que quieren los repartidores. Estar del lado de los trabajadores es el punto de partida correcto cuando se piensa en nuevas pol¨ªticas laborales.

Diana Morato es directora general de Deliveroo Espa?a.