Mujer y tecnolog¨ªa: la brecha que no cesa (sino que crece)
La representaci¨®n femenina en la econom¨ªa digital sigue menguando pese a los esfuerzos colectivos y las necesidades del mercado
El necesario desembarco de la mujer en el mercado de trabajo digital est¨¢ resultando m¨¢s bien un naufragio. Las conquistas son innegables incluso por encima del techo de cristal. Las grandes tecnol¨®gicas tienen en Espa?a su dream team de presidentas y directoras ejecutivas, con Helena Herrero al frente de HP, Marta Mart¨ªnez en IBM, Chus Almanzor en Telef¨®nica Espa?a, Mar¨ªa ?ngeles Delgado en Fujitsu, Fuencisla Clemares en Google o Irene Cano en Facebook. Pero los ¨¦xitos contrastan la realidad del sector: la brecha no solo no se est¨¢ cerrando, sino que contin¨²a creciendo.
"Es importante que trabajemos en lo que heredamos como dificultades e injusticias de la historia y que no perdamos el punto de mira de lo que se est¨¢ jugando en este momento desde la educaci¨®n, la formaci¨®n y la cultura", ha asegurado Carmen Calvo, vicepresidenta y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad durante la presentaci¨®n del estudio Mujeres en la econom¨ªa digital en Espa?a 2018, cuya elaboraci¨®n ha promovido Digitales.
Poblaci¨®n con estudios tecnol¨®gicos superiores, por tipo de estudios
Conocemos el problema: las mujeres escogen cada vez menos estudios relacionados con las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n. Y conocemos sus consecuencias: su participaci¨®n en el sector no crece al ritmo necesario. Pero no estamos logrando mejorar la situaci¨®n. En 2015, este colectivo constitu¨ªa un ya insuficiente 16,1% de la poblaci¨®n espa?ola con estudios tecnol¨®gicos superiores. Dos a?os m¨¢s tarde nos encontr¨¢bamos en el 14,6%.
La entrada de la mujer al sector pierde incluso m¨¢s relevancia cuando se analiza su presencia en estudios superiores no universitarios: solo un 7,96% de ellas opta por esta v¨ªa de formaci¨®n, y todo ello en medio de las demandas de la comisi¨®n europea, que lleva a?os defendiendo la importancia de fomentar la formaci¨®n profesional. "Probablemente hoy en d¨ªa para ser programador no tiene sentido hacer una carrera universitaria. Hay muchos cursos que te permiten acceder al mercado laboral r¨¢pidamente y con una formaci¨®n excelente", se?ala Carlota Tar¨ªn, socia de Quanticae y colaboradora en la elaboraci¨®n del estudio.
- Efecto t¨²nel
Los efectos de estas diferencias en la formaci¨®n tampoco ayudan a mejorar las cifras de quienes ya est¨¢n empleados en el sector tecnol¨®gico. "La orientaci¨®n educativa sigue teniendo un d¨¦ficit enorme. A pesar de que muchos piensen que la igualdad est¨¢ conseguida e incluso que se ha pasado de frenada, los datos son claros", asegura Calvo. La universidad queda convertida as¨ª en la primera etapa ¨Cy primer problema- de un t¨²nel cada vez m¨¢s estrecho. En el umbral, el reparto es pr¨¢cticamente igualitario. Seg¨²n los datos de 2017, se grad¨²an un 52,2% de mujeres. Ya en las ramas de estudios tecnol¨®gicos, la representaci¨®n cae al 18,6%. Si nos ce?imos aquellos graduados que desempe?an empleos digitales, la cifra desciende hasta el 15,6%, pr¨¢cticamente un punto porcentual por debajo del nivel en que se encontraba dos a?os antes.
Mujeres en el sector digital
¡°El descenso se da en todos los pa¨ªses desarrollados. Llevamos en mi equipo seis a?os estudiando este tema y no tenemos una respuesta clara. Pero crea que tiene que ver con que la formaci¨®n tecnol¨®gica no ha sabido adaptarse suficientemente r¨¢pido al desarrollo del sector¡±, razona Tar¨ªn.
Los salarios tampoco son excepci¨®n, aunque las mujeres del sector suelen ganar un 3,1% m¨¢s que otras que ocupan puestos similares en ¨¢mbitos distintos. Sin embargo, la brecha persiste en lo relativo a sus compa?eros, con una diferencia del 8,9% que pese a ser inferior a la del resto de sectores, evidencia los efectos que a¨²n tiene techo de cristal. "Las barreas de entrada son m¨¢s bajas en este sector, pero luego cuesta mucho prosperar", coincide Alicia Richart, directora general de Digitales.
La ¨²nica variable donde parecen haberse salvado definitivamente las diferencias entre uno y otro g¨¦nero son las habilidades digitales. ¡°Aunque existe una cierta brecha, son porcentajes muy peque?os y entre las generaciones m¨¢s j¨®venes pr¨¢cticamente est¨¢ desapareciendo. A pesar de ello, en Espa?a todav¨ªa hay un 30% de la poblaci¨®n que no cuenta con habilidades digitales, con lo cual a¨²n queda trabajo en ese sentido¡±, se?ala Tar¨ªn.
- ?Y ahora qu¨¦?
Las soluciones que propone Digitales pasan por corregir las carencias que est¨¢n frenando el desarrollo de vocaciones tecnol¨®gicas en mujeres. ¡°Los sesgos en la elecci¨®n de vocaciones empiezan entre los 8 y 9 a?os, e incluso antes. Esto hay que inculcarlo desde la infancia, es una cuesti¨®n de cambiar la forma en que educamos¡±, afirma Tar¨ªn.
Sin embargo, la formaci¨®n, si bien primordial, es s¨®lo el primero de m¨¢s obst¨¢culos, se?ala Richart, que subraya la urgencia de implementar mejoras en las pr¨¢cticas empresariales. "Este sector necesita atraer talento y no se puede permitir no contar con el 50% de la poblaci¨®n. Tambi¨¦n tenemos deberes en la lucha contra los estereotipos de g¨¦neros: visibilizar referentes femeninos, cambiar el modelo educativo, promover la corresponsabilidad de los cuidados y las tareas dom¨¦sticas, promover pr¨¢cticas inclusivas en el sector y luchar contra el techo de cristal", sentencia Richart.
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