El dispositivo que impide que Alexa escuche tus conversaciones privadas

Una de las primeras historias que nos viene a la cabeza cuando discutimos sobre la falta de privacidad de los asistentes virtuales tuvo lugar en Portland (EE UU) el a?o pasado. Un hombre recibi¨® una llamada en la que un compa?ero de trabajo le advert¨ªa de que,a trav¨¦s de Alexa, hab¨ªa recibido audios de la conversaci¨®n privada que estaba teniendo en ese momento con su pareja. Al parecer, el dispositivo registr¨® el di¨¢logo y lo envi¨® al asistente virtual del compa?ero, una acci¨®n que Amazon atribuy¨® a una serie de coincidencias por las que el aparato tom¨® esta determinaci¨®n. Pero el secretismo que caracteriza a las tecnol¨®gicas nos incita a ser malpensados, aunque sea por precauci¨®n.

Estamos introduciendo en nuestros hogares unos aparatos dise?ados por grandes multinacionales que podr¨ªan estar escuchando todo lo que decimos. A pesar de los beneficios que pueden traer a nuestras vidas, parece sensato actuar con cautela para proteger nuestra privacidad. ?Podemos tapar los o¨ªdos de Alexa cuando no la necesitemos?

El denominado proyecto Alias ha creado una soluci¨®n que supone una aproximaci¨®n a este escenario. Se trata de un dispositivo de hardware de c¨®digo abierto, compuesto por una matriz de micr¨®fonos y altavoces, una Raspberry Pi y una suerte de boina impresa en 3D, que, situada sobre un asistente virtual, emite un ruido blanco que le impide escuchar lo que sucede a su alrededor. Con una palabra clave, Alias libera al asistente y permite utilizarlo sin restricciones hasta que se vuelve a activar. El dispositivo no est¨¢ conectado a internet, por lo que las conversaciones que se tienen en casa, se quedan en casa.

La idea nace de la mente de dos dise?adores daneses y se puede utilizar con Google Home o Amazon Echo. Su inspiraci¨®n son unos hongos de la selva tropical que infectan a ciertos insectos, toman el control de su cerebro y le gu¨ªan a zonas en las que pueden crecer mejor. El insecto muere, pero el hongo libera sus esporas en un terreno m¨¢s f¨¦rtil. "Quer¨ªamos tomar eso como una analog¨ªa y mostrar c¨®mo el bricolaje y el c¨®digo abierto se pueden usar para crear 'virus' para las grandes empresas de tecnolog¨ªa", explicaba a Fast Company Tore Knudsen, uno de los creadores de Alias.

Por medio de aprendizaje autom¨¢tico local ¡ªya que el dispositivo no est¨¢ conectado a la nube¡ª, los usuarios pueden entrenar a Alias para que responda al nombre que quieran darle. Cada vez que estos dicen la palabra clave, el aparato desbloquea al asistente y pronuncia su palabra de activaci¨®n (¡°Alexa¡±, ¡°Ok Google¡±...) para que pueda ser utilizado.

El proyecto de software libre no se est¨¢ comercializando y, tal y como explican sus creadores en la plataforma de desarrollo GitHub, todav¨ªa no es un producto terminado. No as¨ª como otras iniciativas en las que han trabajado anteriormente, como una l¨¢mpara que mide la actividad de rastreadores en la red local de un usuario para garantizar su privacidad o un dispositivo para entrenar objetos cotidianos a ejercer determinadas rutinas por medio de inteligencia artificial.