La ¨¦tica y la tecnolog¨ªa, inseparables para cualquier sector

Un reciente estudio del New York Times sobre c¨®mo las aplicaciones de nuestros m¨®viles registran nuestra localizaci¨®n ha resaltado la importancia de que el sector admita que la ¨¦tica de las personas que desarrollan y comercializan servicios tecnol¨®gicos es tan importante como la propia tecnolog¨ªa.

Por el bien del usuario, los fabricantes de tecnolog¨ªa deben esforzarse en concienciar sobre el potencial riesgo humano de estas y ser m¨¢s sinceros sobre el uso que hacen sus innovaciones de los datos de las personas. Los encargados de desarrollar estas innovaciones deben exigir a sus directivos y consejos de administraci¨®n un compromiso ¨¦tico para el mundo de la tecnolog¨ªa. M¨¢s en concreto, el mundo de los negocios debe dar visibilidad y recompensar a los que encabecen la ¨¦tica en sus empresas, desarrollar marcos de transparencia corporativa y contratar distintos equipos con los que interactuar, crear y mejorar bas¨¢ndose en estas tecnolog¨ªas.

Gestionar los datos de forma responsable ya no es opcional

Nuestros datos son un activo de un valor incalculable para los profesionales del marketing. Los datos se han convertido en una materia prima a la altura del petr¨®leo o el oro, por lo que la privacidad del usuario debe pasar a ser una prioridad (y una l¨ªnea roja) para todas las empresas que se benefician de ellos. A medida que las empresas crecen y mutan, no debe perderse nunca una intenci¨®n ser¨ªa para con el contenido del usuario, estableciendo claramente c¨®mo y cu¨¢ndo pueden usarse sus datos, rastreando los datos recogidos, poniendo la privacidad en primer lugar e informando al usuario cuando la Inteligencia Artificial tome decisiones delicadas.

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Por otro lado, es ya vox p¨®puli que los datos (aparentemente inofensivos) que vierten sobre sus perfiles personales, aplicaciones y plataformas, pueden sacarse de contexto, ser explotados comercialmente e incluso vendidos sin su consentimiento. En resumen, el consumidor finalmente pasa las cuentas a las grandes tecnol¨®gicas por sus datos y su privacidad, y el escrutinio p¨²blico de compa?¨ªas tanto tecnol¨®gicas como no tecnol¨®gicas crecer¨¢ como la espuma.

Tomen cartas en el asunto los reguladores en Estados Unidos, Reino Unido, la Uni¨®n Europea y otros lugares, las ¡°Big Tech¡± tienen ahora la responsabilidad de someterse al escrutinio de la sociedad. Esto implica, en la pr¨¢ctica, que las m¨¢s altas esferas directivas de estas compa?¨ªas reconozcan estos problemas, y que sus grandes bases trabajen para resolverlos. Empresas grandes y peque?as tienen ahora la importante tarea de demostrar todos los pasos que tomen para mejorar la seguridad de sus datos, su privacidad, su ¨¦tica y sus buenas pr¨¢cticas.

Diversidad y ¨¦tica, nuevas directrices de la gesti¨®n de datos

La cosecha de datos personales por parte de las plataformas tecnol¨®gicas no hace sino remarcar la necesidad de formar en ¨¦tica a todos aquellos que gestionen informaci¨®n delicada. El uso de las redes sociales y plataformas de terceros acent¨²a la importancia de implantar de forma ¨¦tica y transparente tecnolog¨ªas dise?adas para distribuir y analizar datos de personas, como la Inteligencia Artificial. La diversidad de los equipos encargados de crear esta tecnolog¨ªa es igual de importante, ya que debe reflejar la de la comunidad a la que va a dar servicio.

La igualdad digital deber¨ªa ser reconocida como un derecho humano m¨¢s, encargado de defender unos algoritmos justos, un acceso libre a las herramientas digitales y una oportunidad global de formarse en disciplinas digitales. Muchas empresas ya han dejado atr¨¢s avances reaccionarios y retr¨®grados para centrarse, en su lugar, en impulsar la ¨¦tica y la transparencia en sus productos ya comercializados. La realidad es que es mucho m¨¢s dif¨ªcil asegurar que un producto es ¨¦tico una vez este ya est¨¢ en funcionamiento.

En la pr¨¢ctica, cada empresa debe establecer sus directrices, a trav¨¦s de un ciclo de desarrollo del producto, de cara a las personas encargadas de desarrollar tecnolog¨ªa. Los tests de accesibilidad, fallos potenciales y de seguridad son el pan de cada d¨ªa del desarrollador tecnol¨®gico. Estos mismos profesionales deber¨ªan ampliar el alcance de sus ensayos para probar si su producto es justo, imparcial y ¨¦tico, antes de que ¨¦ste llegue al mercado o se implante en una organizaci¨®n.

El futuro de la tecnolog¨ªa es transparente

Eventos recientes confirman que el enfoque del mundo de los negocios de cara a la construcci¨®n y despliegue de tecnolog¨ªas basadas en datos, como la IA, debe estar anclada a la ¨¦tica y la responsabilidad. Durante sus procesos, los fabricantes de tecnolog¨ªa y aplicaciones deben incorporar ambos principios a su desarrollo. Una sola compa?¨ªa descuidada, que traicione la confianza de sus usuarios, podr¨ªa causar un efecto domin¨® que llevar¨ªa a los consumidores a perder su confianza en las grandes tecnol¨®gicas y otras empresas que explotan sus servicios.

Es necesario el desarrollo de principios y procesos internos para la depuraci¨®n de responsabilidades, desde el ¨²ltimo becario hasta el CEO. Estos marcos de trabajo deber¨ªan guiar las pr¨¢cticas corporativas y demostrar de forma abierta el compromiso de cada compa?¨ªa con una IA ¨¦tica. Por ese mismo motivo, las empresas est¨¢n desarrollando sus propios c¨®digos ¨¦ticos con el fin de abordar asuntos cr¨ªticos ¨¦ticos antes del lanzamiento de productos basados en la IA.

Afrontar 2019 con un prop¨®sito

Al fin y al cabo, ya existe entre nosotros un movimiento social y pol¨ªtico y una mano de obra claramente enfocados a una gesti¨®n ¨¦tica de los datos, que se origin¨® en ciertos rincones de la comunidad techie. Idealmente, el resultado ser¨¢ la creaci¨®n, mejora y gesti¨®n de m¨¢s tecnolog¨ªa ¨¦tica, que ser¨¢ gestionada de forma transparente y responsable. El mundo lleva necesitado de este cambio desde mucho antes de que las cuestiones ¨¦ticas acapararan portadas en la prensa, se colaran en nuestras conversaciones familiares o incluso en las agendas de nuestros pol¨ªticos.

Klaus-Michael Vogelberg es el CTO de Sage