El coche al volante: as¨ª aprenden los veh¨ªculos aut¨®nomos a decidir por ti
En los algoritmos que rigen el coche aut¨®nomo deben estar descritas todas las situaciones posibles. Solo si tiene previsto lo imprevisible podr¨¢ decidir en cada momento. Dos grupos de investigaci¨®n espa?oles se encargan de esta tarea
E en el Campus de Conducci¨®n Aut¨®noma de BMW, en Unterschleissheim (cerca de M¨²nich, Alemania), los sensores de 40 veh¨ªculos automatizados transmiten a diario entre 16 y 40 terabytes de datos cada uno a dos centros de almacenamiento con una capacidad total de 116 petabytes. Al final de la jornada, los ingenieros los analizan para perfeccionar los algoritmos que permitan a los coches aut¨®nomos reaccionar adecuadamente ante cualquier circunstancia.
Ah¨ª reside la clave: programar y entrenar a los veh¨ªculos para que tomen siempre la decisi¨®n correcta en un entorno imprevisible. Pero ?c¨®mo es posible manejar con acierto una informaci¨®n tan gigantesca como cambiante? ¡°Estamos probando diferentes programas de maniobras y generaci¨®n de trayectorias¡±, explica Joshue Manuel P¨¦rez, de la divisi¨®n de Industria y Transporte de la empresa espa?ola Tecnalia. ¡°Lo primero que tiene que hacer un coche aut¨®nomo es localizarse en la carretera mediante la tecnolog¨ªa GPS, los sensores [radar y LIDAR] y los mapas de alta definici¨®n¡±, resume Francisco S¨¢nchez, director de electr¨®nica e ITS en el Centro Tecnol¨®gico de Automoci¨®n de Galicia (CTAG). Sin embargo, ese solo es el primer paso. ¡°Cuando sales de casa puedes tener la trayectoria del punto A al punto B registrada y predefinida, pero no tienes en cuenta los obst¨¢culos que encuentres en del camino¡±, a?ade P¨¦rez.
- Seis pasos de aprendizaje
La arquitectura de un coche automatizado se construye en seis bloques: adquisici¨®n ¡ªtodo lo que tiene que ver con la sens¨®rica¡ª, percepci¨®n ¡ªlos algoritmos que localizan al veh¨ªculo¡ª, comunicaciones, decisi¨®n ¡ªdonde se generan las trayectorias¡ª, control y actuaci¨®n. ¡°Hay muchas m¨¢s empresas en percepci¨®n que en comunicaciones y decisi¨®n, y eso te da una idea de c¨®mo est¨¢ la tecnolog¨ªa¡±, se?ala el experto de Tecnalia, empresa que trabaja precisamente en ese ¨²ltimo campo.
¡°Aunque los sensores a¨²n pueden perfeccionarse (y sobre todo abaratarse), detectamos mejor que nunca la informaci¨®n, y con ella debemos adaptarnos a cada nueva situaci¨®n. Se trata de crear un itinerario en funci¨®n de la distancia y la velocidad, pero con un horizonte vista, que depende de la capacidad de los sensores¡±, explica Joshue Manuel P¨¦rez. El coche aut¨®nomo ¡°debe detectar todo lo que ocurre a su alrededor, entender el espacio libre y predecir el movimiento de los elementos din¨¢micos, pero no tiene capacidad de improvisaci¨®n¡±, describe S¨¢nchez. ¡°Ahora mismo estamos en alguna parte entre el nivel 2 y 3 de autonom¨ªa. Hay coches aut¨®nomos que pueden aparcar solos y otros que circulan en la autov¨ªa, que es un escenario id¨®neo (sin curvas ni peatones, con una velocidad constante¡), pero cuando salen de ah¨ª el conductor tiene que tomar el volante¡±. El sistema Audi AI Piloted Driving se desenvuelve por s¨ª solo en autopista, pero ¨²nicamente a menos de 60 kil¨®metros por hora.
A la vez, otras marcas intentan democratizar ciertos grados de conducci¨®n automatizada. El nuevo Toyota RAV4 Hybrid, por ejemplo, integra la segunda generaci¨®n del Toyota Safety Sense, que incluye, adem¨¢s de ayudas (sistema precolisi¨®n, control de crucero adaptativo inteligente¡), un sistema de mantenimiento de trayectoria que lee las l¨ªneas de la carretera y mantiene el veh¨ªculo siempre centrado en el carril (en autopistas y carreteras principales y a m¨¢s de 50 kil¨®metros por hora).
La tecnolog¨ªa actual (validada para uso en tr¨¢fico real) llega hasta esos niveles. El ¨²nico modo de avanzar es dotar de herramientas suficientes a la inteligencia artificial para que aprenda a manejarse sobre la marcha. Ese es, entre otros, el trabajo del CTAG, como resume Francisco S¨¢nchez: ¡°Para entrenar a un veh¨ªculo aut¨®nomo hay que hacer millones de kil¨®metros virtuales y reales con los que alimentar una base de datos ampl¨ªsima. Se trata de crear situaciones cr¨ªticas, grabar en todo tipo de escenarios reales, etiquetar todos los v¨ªdeos, hacer que sean interpretables...¡±.
Aunque parezca un contrasentido, el veh¨ªculo automatizado solo podr¨¢ reaccionar ante una situaci¨®n imprevista si ya la tiene prevista. Y en el horizonte aparece otro reto: la convivencia entre los conductores humanos y el coche aut¨®nomo. ¡°Este no est¨¢ preparado para reaccionar si alguien a su lado incumple las leyes. No es capaz de entender eso¡±, concluye P¨¦rez.
Las m¨¢quinas morales
Hay quienes trabajan en lo que denominan moral machines, pero los ingenieros no suelen entrar en ese territorio. ¡°No es mi l¨ªnea de investigaci¨®n porque no creo en ella¡±, asegura Joshue Manuel P¨¦rez, de la divisi¨®n de Industria y Transporte de Tecnalia. ¡°La discusi¨®n no debe estar entre salvar a la anciana que va por la izquierda o al grupo de ni?os que sale del colegio y va por la derecha. La decisi¨®n est¨¢ en no matar a nadie. ?Qui¨¦n va a comprar un coche que no salve al propietario? Eso crea un dilema¡ y ya estamos hablando de fi losof¨ªa. No conozco ning¨²n grupo de ITS (intelligent transportation systems) que est¨¦ estudiando esto seriamente".
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