¡°En el entretenimiento es donde est¨¢ el verdadero factor de riesgo de la realidad virtual¡±

La tarjeta de presentaci¨®n de Mavi S¨¢nchez-Vives lleva a preguntarse si tiene tiempo para alejarse de los experimentos y la ciencia. Profesora de de investigaci¨®n ICREA en IDIBAPS, integrante del proyecto europeo Human Brain Project, cofundadora de la startup Virtual Bodyworks¡­ De lo que no queda duda es de que lo suyo es el cerebro. Estudiarlo, analizarlo, experimentar en lo que para muchos es un ¨®rgano misterioso. Y ya desde hace 15 a?os, con la realidad virtual inmersiva como compa?era indispensable de laboratorio. ¡°Es muy buena porque puedes utilizarla para el estudio de la percepci¨®n en un entorno muy controlado¡±, comenta antes de la presentaci¨®n del ¨²ltimo n¨²mero de la revista Telos, editada por la Fundaci¨®n Telef¨®nica.

Medio neurocient¨ªfica-medio techie, S¨¢nchez-Vives ha dado un salto casi m¨ªstico. No por una cuesti¨®n religiosa, sino de investigaci¨®n. Ahora centra gran parte de su actividad, por supuesto con la inestimable ayuda de la realidad virtual, en un ¨¢rea llamada encarnaci¨®n, que proviene del ingl¨¦s embodyment. ¡°Estoy analizando c¨®mo las personas sienten un cuerpo virtual como propio. Qu¨¦ es importante para generar esta sensaci¨®n; qu¨¦ impacto tiene a nivel f¨ªsico, cognitivo y de comportamiento; y cu¨¢les pueden ser sus aplicaciones¡±, detalla. Para entenderlo, pensemos en una pr¨®tesis o un exoesqueleto. Antes de que una persona las incorpore a su cuerpo, S¨¢nchez-Vives lo recrea virtualmente y estudia cu¨¢les son las sensaciones producidas.

Ante los esc¨¦pticos que piensen que no deja de ser una creaci¨®n irreal, la neurocient¨ªfica zanja las posibles suspicacias con algo tan cotidiano como una pel¨ªcula. ¡°Puede hacerte llorar y sabes que no es verdad. Tambi¨¦n enga?a al cerebro. No podemos obviar que lo que nuestro cerebro reconstruye tambi¨¦n es una recreaci¨®n virtual¡±, a?ade. En su caso, todo est¨¢ controlado. Ni Matrix ni Narnia. Utilizan las nuevas tecnolog¨ªas para ampliar el rango de experiencias, mejorar la empat¨ªa y, en definitiva, comprender la materia gris. ¡°Los entornos inmersivos son m¨¢s interactivos. Puedes pasar a tener experiencias distintas y ser alguien completamente diferente. Ofrece una versatilidad mayor en comparaci¨®n con el mundo real, que tiene unas leyes f¨ªsicas. Aqu¨ª no es necesario cumplirlas¡±, sostiene.?

En ciertos experimentos, ha incorporado la realidad virtual en terapias. Todo en aras de estudiar el funcionamiento cerebral en un contexto determinado. Tal y como afirma, le vale para saber qu¨¦ informaci¨®n t¨¢ctil, auditiva, visual u olorosa recibe. ¡°Controlamos los inputs y conocemos c¨®mo son procesados y las aferencias generadas. Esto nos ayuda a mejorar los resultados¡±, precisa. No duda en reconocer que tambi¨¦n pueden surgir impactos negativos en esta exposici¨®n a un mundo irreal. Las terapias a veces toman caminos inesperados. Ella siempre lo tiene en cuenta. ¡°El riesgo de esta tecnolog¨ªa y sus posibles malos usos no partir¨¢n de la investigaci¨®n. El entretenimiento, donde hay menos control, es el verdadero factor de riesgo¡±, determina.?

Realidad virtual como paliativo del da?o cerebral

Uno de los grandes misterios del cerebro casi imposible de resolver es el de la erradicaci¨®n de las enfermedades neurodegenerativas como el alzh¨¦imer. Pese a que para muchos enfermos lo ideal ser¨ªa encontrar una cura, la realidad virtual se abre camino como posible paliativo a que se disparen sus consecuencias. S¨¢nchez-Vives entiende que si no hay un deterioro muy avanzado, pueden crearse entornos m¨¢s estimulantes. ¡°Ya existen algunos juegos con esta tecnolog¨ªa destinados a una mayor estimulaci¨®n¡±, explica. Lo mismo sucede cuando surgen lesiones vasculares y traum¨¢ticas en el cerebro. Dise?an experiencias m¨¢s activas con las que ayudar durante la rehabilitaci¨®n.

Como no solo de realidad virtual vive la neurociencia, el estudio de la materia gris requiere de otras tecnolog¨ªas. Nanotecnolog¨ªa, electr¨®nica u ¨®ptica son algunos de los nombres propios que ayudan a mejorar la investigaci¨®n. Ahora bien, el big data y la computaci¨®n suponen dos herramientas sin las que muchos de los resultados se habr¨ªan quedado por el camino. O al menos as¨ª lo entiende S¨¢nchez-Vives: ¡°Cada vez obtenemos cantidades m¨¢s ingentes de datos y el esfuerzo anal¨ªtico es mucho mayor en nuestros laboratorios. Modelar datos, estudiarlos, procesarlos¡­ Necesariamente tenemos que incorporar nuevas tecnolog¨ªas. Son totalmente cr¨ªticas para mejorar nuestro trabajo¡±.

La realidad virtual solo es una herramienta dentro de todos los avances que van a llegar en la neurociencia. En palabras de S¨¢nchez-Vives, existen muchos frentes en los que la tecnolog¨ªa aportar¨¢ nuevos resultados. Soluciones para patolog¨ªas neurol¨®gicas, como el ictus y la epilepsia; comprender el funcionamiento de las redes neuronales; y la estimulaci¨®n neuronal ante lesiones medulares son algunos de sus vaticinios. ¡°Algo de lo m¨¢s visible o espectacular suceder¨¢ en la interfaz cerebro-ordenador. En c¨®mo controlar con el cerebro una silla de ruedas, una pr¨®tesis o un ordenador. Hasta las grandes empresas, como Tesla, Google y Facebook, est¨¢n invirtiendo mucho dinero¡±, concluye.