La tabaquera que pretende vender menos humo
Philip Morris Internacional se vuelca con la investigaci¨®n cient¨ªfica en su centro de innovaci¨®n, conocido como El Cubo, en una apuesta por transformar una industria controvertida e involutiva
D¨¦jalo o, directamente, no fumes. Son las mejores opciones por mucha innovaci¨®n que la industria tabaquera introduzca en el sector. Desde Philip Morris Internacional (PMI) lo repiten en reiteradas ocasiones, aunque, desde hace un par de d¨¦cadas, buscan alternativas al cigarrillo de toda la vida. Fruto de este camino, hace 10 a?os inaugur¨® El Cubo, su gran centro de innovaci¨®n.
Con cristaleras por todos sus lados, entre monta?as suizas y a orillas del lago Neuch?tel, hasta con vistas al imponente Mont Blanc si las nubes lo permiten, este edificio se ha convertido en un laboratorio cient¨ªfico. Una maquinaria investigadora con la que pretende vender menos humo, que no tabaco, con sus alternativas para los fumadores.
El esfuerzo por alcanzar un futuro que PMI denomina smoke free se traduce en 5.300 millones de euros para innovaci¨®n, m¨¢s de 6.300 patentes concedidas y 430 cient¨ªficos, desde m¨¦dicos hasta genetistas, investigando sobre el futuro del tabaco.
El Cubo no enga?a. Las plantas de tabaco que decoran los espacios comunes nos recuerdan d¨®nde estamos con un olor casi inconfundible. ¡°Aqu¨ª se hace mucha ciencia¡±, comenta Ignacio Gonz¨¢lez-Su¨¢rez, bi¨®logo molecular de la tabaquera. Mientras ejerce de cicerone, no duda en recalcar que sus estudios los divulgan en publicaciones como Nature y que pretenden abrir sus resultados a todas las ¨¢reas posibles. ¡°Es un conocimiento cient¨ªfico aplicable m¨¢s all¨¢ de nuestros productos¡±, a?ade.
Para una industria controvertida y bastante involutiva, la tecnolog¨ªa ha emergido desde hace 15 a?os como un motor de transformaci¨®n. ¡°La combusti¨®n al encender un cigarro es lo que dispara los componentes t¨®xicos. Hemos desarrollado una serie de productos sin combusti¨®n, con su pertinente evaluaci¨®n cient¨ªfica¡±, explica Gonz¨¢lez-Su¨¢rez.
IQOS es uno de los resultados electr¨®nicos, sin mecheros de por medio, con los que el tabaco no prende, sino que se calienta. TEEPS, de aspecto m¨¢s similar a un cigarrillo, es otra de las soluciones con las que trabaja; aunque todav¨ªa sin comercializar y con un programa piloto en la Rep¨²blica Dominicana desde 2017.
PMI asegura, a partir de sus estudios, que sus nuevos productos tienen el potencial de reducir en un 90% los niveles de componentes t¨®xicos en comparaci¨®n con el humo tradicional. Para llegar a estas conclusiones ¨Cy mantenerse en el negocio¨C ha tenido que desarrollar diferentes tecnolog¨ªas propias en el laboratorio cient¨ªfico que ha construido en Suiza.La toxicolog¨ªa de sistemas es una de ellas.
Tal y como argumenta Gonz¨¢lez-Su¨¢rez, con tanta investigaci¨®n abierta, los datos se acumulaban y solo ve¨ªan piezas desordenadas del puzzle. ¡°Desarrollamos este sistema de computaci¨®n, con el que recrear modelos celulares, cambios fisiol¨®gicos¡ para cruzarlos con nuestra base de datos. Todo esto nos permite entender el porqu¨¦ ocurre algo en las c¨¦lulas y en el cuerpo, como que se inflame un ¨®rgano¡±, precisa.
Robots fumadores para estudiar la innovaci¨®n
Para atender las necesidades innovadoras de la treintena de disciplinas cient¨ªficas y de ingenier¨ªa que nutren El Cubo, los robots fumadores se han convertido en un buen compa?ero de viaje. Tranquilos, no investigan con un ej¨¦rcito de Bender, el androide de Futurama que iba puro en mano. M¨¢s sencillo y menos animado. En algunos laboratorios han instalado unas m¨¢quinas, muy similares a una caja, con 20 aberturas con las que estudiar el humo y el aerosol. Fuman autom¨¢ticamente y las configuran en funci¨®n de los est¨¢ndares internacionales. ¡°Determinamos la intensidad de las caladas, la duraci¨®n de los cigarros o la temperatura. Extraemos el humo y comienza la investigaci¨®n¡±, aclara el bi¨®logo molecular.
Los humanos tambi¨¦n forman parte de la digitalizaci¨®n de la industria, y no solo porque sean los encargados de manejar pipetas y software de programaci¨®n. La multinacional intenta estudiar todas las aristas relacionadas con el tabaco, como es el caso de la calidad del aire. Detr¨¢s de una habitaci¨®n destinada a investigar qu¨¦ sucede cuando varias personas se juntan a fumar, sea el producto que sea, diferentes t¨¦cnicos recopilan los datos suspendidos en el ambiente. Con toda esta informaci¨®n, como si fueran orfebres, la moldean para abrir nuevas v¨ªas de innovaci¨®n. ¡°Nos preguntamos si algo es t¨®xico y en qu¨¦ medida. Todos estos recursos que destinamos nos han permitido, por ejemplo, recrear c¨¦lulas epiteliales del pulm¨®n y estudiar su comportamiento¡±, concluye Gonz¨¢lez-Su¨¢rez.
Desde que en 1998 comercializara en Estados Unidos el primer calentador de tabaco, el futuro de la tabaquera ha seguido la misma idea de eliminar el humo; aunque con la incorporaci¨®n de toda la tecnolog¨ªa y ciencia desarrolladas en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas.
En PMI creen que el salto ha sido tal que su sector, ahora mismo, vive tiempos de hiperaceleraci¨®n en m¨²ltiples ¨¢mbitos. ¡°El camino innovador y de transformaci¨®n ya es imparable¡±, resume Gonz¨¢lez-Su¨¢rez. El Cubo, pese a no transmitir tanta agitaci¨®n, siempre tiene a alguien metido en los laboratorios. La investigaci¨®n no entiende de horarios. Menos a¨²n para una industria empe?ada en vivir del humo, o aerosoles, como lo llaman hoy en d¨ªa.
Las f¨¢bricas se adaptan a la innovaci¨®n
La transformaci¨®n emprendida por Philip Morris Internacional no se ha quedado en algo tan visible como el tabaco y los dispositivos que han desarrollado para calentarlo, sino que las f¨¢bricas viven su particular senda innovadora. Aparte de adoptar herramientas de la llamada industria 4.0, algunas han tenido que aprender a convivir con los cigarros tradicionales y los de IQOS y otras nuevas, como la de Italia y Grecia, han surgido para la producci¨®n ¨²nicamente este ¨²ltimo producto, bautizado como HEETS. "Estamos ante una expansi¨®n de las f¨¢bricas y una conversi¨®n de muchas existentes. Es la forma de aumentar nuestra capacidad de fabricaci¨®n de nuestros productos sin humo", argumenta la multinacional.
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