Veto a Huawei: tecnolog¨ªa CON fronteras
Depender de empresas y tecnolog¨ªas extranjeras puede dejar sectores importantes de la econom¨ªa al capricho de la pol¨ªtica internacional. La Uni¨®n Europea har¨ªa bien en tomar buena nota.
Una de las grandes fortalezas de la tecnolog¨ªa es su capacidad para salvar barreras como la distancia. Desafortunadamente, la distancia entre dos puntos no solo se mide en kil¨®metros: las leyes y la pol¨ªtica pueden crear obst¨¢culos insalvables.
En estos momentos, Estados Unidos y China est¨¢n en una guerra comercial donde la tecnolog¨ªa es uno de los frentes m¨¢s activos. El detonante (o la excusa, seg¨²n se mire) es la sospecha que las tecnolog¨ªas y productos del pa¨ªs rival son utilizados como fuentes de informaci¨®n por las agencias de inteligencia. Por ejemplo, los tel¨¦fonos m¨®viles disponen de micr¨®fonos, c¨¢maras y GPS, adem¨¢s de acceso a los datos personales de los usuarios y sus contactos: el sue?o de cualquier esp¨ªa.
En este contexto, el gobierno de Estados Unidos ha declarado una emergencia nacional para prohibir a empresas americanas vender productos o proporcionar tecnolog¨ªa a empresas extranjeras que planteen un riesgo a su seguridad nacional. La empresa china Huawei, fabricante de tel¨¦fonos m¨®viles, ha sido incluida en esta lista negra. Por ello, las empresas americanas deben cesar sus actividades comerciales y colaboraciones con Huawei.
No es la primera que pasa algo as¨ª: en 2018 el gobierno americano ya impuso una sanci¨®n similar a la empresa china ZTE, el segundo fabricante de m¨®viles del mercado chino. En ese caso, la sanci¨®n se justific¨® por las ventas de ZTE a Corea del Norte e Ir¨¢n. Un a?o m¨¢s tarde, ahora le ha llegado el turno a Huawei, el primer fabricante de m¨®viles de China y el segundo del mundo.
Como consecuencia de las sanciones, Google ya no podr¨¢ ofrecer a Huawei acceso a las actualizaciones Android de Google, las Google Apps y los servicios de Google. Por otro lado, Huawei pierde el acceso a los procesadores Intel y Qualcomm para sus nuevos dispositivos. Adem¨¢s de poner en dificultades a Huawei en el desarrollo de nuevos productos (?adi¨®s a los port¨¢tiles de Huawei?), todos los usuarios de dispositivos Huawei afrontan dificultades para usar su dispositivo en el futuro.
Por su parte, el gobierno chino hab¨ªa anunciado aranceles por valor de 60.000 millones de d¨®lares que afectan, entre otros productos, a las bater¨ªas usadas en los iPhone de Apple. Y no hay que despreciar el riesgo de un posible boicot a productos de Apple y otras compa?¨ªas americanas por parte de los consumidores chinos.
Una de las lecciones m¨¢s importantes que se pueden extraer de esta noticia es que en tecnolog¨ªa, como en muchas cosas en la vida, es importante diversificar.
?As¨ª pues, qui¨¦n gana con esta guerra comercial? A nivel de empresas podr¨ªa decirse que nadie: todas las ganancias que pueda obtener una empresa americana o china ser¨¢n compensadas con las represalias de la contraparte. Tampoco est¨¢ tan claro que prohibir la exportaci¨®n de la tecnolog¨ªa a empresas chinas sea buena idea a largo plazo: Huawei ahora mismo tiene un gran incentivo para invertir recursos en alternativas a los productos americanos. Por ejemplo, Huawei lleva a?os desarrollando sus propios procesadores (Kirin), as¨ª como un sistema operativo propio como alternativa a Android, en previsi¨®n de una eventualidad como esta. Esta decisi¨®n puede llevar la compa?¨ªa a desarrollar plenamente este sistema operativo, que podr¨ªa acabar siendo una competencia a Android en el futuro.
A nivel de usuario seguro que nadie va a salir ganando. Los usuarios de m¨®viles Huawei sufrir¨¢n dificultades en sus terminales Android, como por ejemplo, un mayor retraso en las actualizaciones de seguridad o problemas con aplicaciones que usen los Google Play Services. Adem¨¢s, todos los usuarios de dispositivos m¨®viles tendr¨¢n menos variedad de oferta donde elegir, y potencialmente a precios m¨¢s altos.
?C¨®mo va a continuar esta saga? De momento Estados Unidos ha anunciado una moratoria de su decisi¨®n hasta el 19 de agosto, para no perjudicar a los usuarios de dispositivos Huawei. Si tomamos como referencia lo que pas¨® con ZTE en 2018, lo m¨¢s probable es que Huawei pueda llegar a un costoso acuerdo para esquivar las sanciones¡ aunque si no lo consigue antes del 19 de agosto sufrir¨¢ grandes p¨¦rdidas.
Una de las lecciones m¨¢s importantes que se pueden extraer de esta noticia es que en tecnolog¨ªa, como en muchas cosas en la vida, es importante diversificar. Depender totalmente de una empresa o de empresas del mismo pa¨ªs puede llevar a situaciones desagradables si aparecen conflictos de tipo pol¨ªtico y legal. Tambi¨¦n hay que recordar que la mayor¨ªa de dispositivos disponibles en la actualidad no son autosuficientes: dependen de servicios externos que nos proporcionan contenidos, actualizaciones de seguridad y funcionalidades adicionales. Un ¡°apag¨®n¡± de estos servicios puede convertir nuestro car¨ªsimo smartphone en un bonito tel¨¦fono de los a?os 90, con capacidad para hacer llamadas y poca cosa m¨¢s.
Esta lecci¨®n se aplica tanto a los consumidores como a los propios pa¨ªses: depender de empresas y tecnolog¨ªas extranjeras puede dejar sectores importantes de la econom¨ªa al capricho de la pol¨ªtica internacional. La Uni¨®n Europea har¨ªa bien en tomar buena nota.
Robert Claris¨® Viladrosa es director del Grado en Ingenier¨ªa Inform¨¢tica de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)??
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