M¨²sica: G¨¦nesis 3.0
La m¨²sica cambia, se transforma, y nosotros con ella. Escuchar m¨²sica fue como abrir el grifo. Y dejamos de o¨ªr lo mismo on repeat. Y la creaci¨®n nunca fue tan bonita para los que adoramos darle al play¡
En el principio, el sonido se perd¨ªa. Y para o¨ªr m¨²sica hab¨ªa que ir a una taberna o al teatro. Y el ser humano se hart¨® de beber cerveza aguada para escuchar zarzuela. Y Thomas Edison cre¨® el sonido enlatado. Y despu¨¦s vino el vinilo. Y el empresario vio negocio. Y se puso a vender coplas y sesiones de darkside jungle; y nacieron Prince y Bert¨ªn Osborne.
En aquellos discos de 78 rpm cab¨ªan dos temas de tres minutos. Y nac¨ªa el estandar. Singles a deg¨¹ello. Hab¨ªa poco dinero y ten¨ªan que convencernos r¨¢pido. Luego vinieron las 45 revoluciones. Y con ellas Elvis. Y los Beatles. Y Los Brincos.
La gente compraba m¨¢s discos. Y Bob Dylan sac¨® canciones de siete minutos. Y los artistas grabaron LP¡¯s de 45 minutos a 33 rpm. Y los empresarios se frotaban las manos. Y vinieron Led Zeppelin y Genesis. Y Bowie. Y ten¨ªamos m¨¢s dinero para comprar ¨¢lbumes. Pero no tanto: los o¨ªamos una y otra vez. Y nos los aprend¨ªamos. Llegaron los CD y los ordenadores.
Y vino el streaming y YouTube. Y los artistas tuvieron que enganchar en cinco segundos. Y las canciones duraron tres minutos otra vez. Y los empresarios se echaron las manos a la cabeza. Y escuchar m¨²sica fue como abrir el grifo. Y dejamos de o¨ªr lo mismo on repeat. Y la creaci¨®n nunca fue tan bonita para los que adoramos darle al play¡
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