La ciberseguridad vial y el coche aut¨®nomo, ?en qu¨¦ punto estamos?
Se est¨¢ trabajando en c¨®mo afrontar las amenazas a los sistemas conectados con soluciones internas que a¨ªslen los sistemas cr¨ªticos para reducir el efecto de los ciberatacantes
Los autom¨®viles conectados se est¨¢n convirtiendo en una grata realidad. Hace unos a?os, los fabricantes de veh¨ªculos comenzaron a incorporar tecnolog¨ªas y servicios que ayudan a los conductores a la hora de hacer rodar por carreteras y autopistas sus cada vez m¨¢s modernos veh¨ªculos. El verdadero origen de la conectividad de los autom¨®viles tuvo lugar en 1990. Entonces, los coches comenzaron a incorporar conexiones de acceso a su electr¨®nica para diagnosticar el funcionamiento de los diferentes componentes y establecer medidas de control de emisiones.
Al principio, requer¨ªan una conexi¨®n f¨ªsica que obligaba a los talleres oficiales a disponer de un equipo que recog¨ªa la informaci¨®n para el diagn¨®stico del veh¨ªculo. Solo ellos y de forma presencial pod¨ªan tomar las medidas. Sin embargo, las circunstancias cambiaron. Actualmente el uso de elementos de conectividad wifi, bluetooth o incluso redes de telefon¨ªa m¨®vil han hecho que el interfaz a componentes electr¨®nicos se ampl¨ªe con nuevas formas de acceso.
Esta digitalizaci¨®n en el dise?o de los autom¨®viles tambi¨¦n conduce a problemas de seguridad, aunque entendidos desde otra perspectiva: la de los ciberdelincuentes. Los nuevos veh¨ªculos est¨¢n sometidos a las amenazas de los hackers, dirigidas a las interconexiones de su electr¨®nica interna, las comunicaciones externas, sensores que llevan instalados o incluso el propio hardware y software de sus componentes internos. Pocos elementos son inmunes al riesgo.
En este escenario, alteraciones intencionadas en un componente pueden afectar a funciones de la conducci¨®n tales como frenos, el motor o el control de la direcci¨®n; a los elementos externos del veh¨ªculo como el bloqueo de puertas, luces o sistemas de seguridad de los pasajeros; al robo del veh¨ªculo a trav¨¦s de la trazabilidad de se?ales GPS o navegadores; a las posibles fugas de datos generados por el propio autom¨®vil o manejados por los pasajeros a trav¨¦s de los servicios que ofrece; y un largo etc¨¦tera. Es lo que se conoce como la superficie de ataque en un veh¨ªculo conectado.
Desde los propios fabricantes ¡ªincluso desde la Comisi¨®n Europea¡ª ya se viene trabajando en c¨®mo afrontar las amenazas a estos modelos de interconexi¨®n con soluciones internas que a¨ªslen los sistemas cr¨ªticos para reducir el efecto de los ciberatacantes. Tambi¨¦n con servicios desplegados en la nube que limiten las posibles alteraciones de los canales de comunicaci¨®n o de la informaci¨®n que fluya por ellos.?
Algunas voces se est¨¢n elevando en este contexto para que la ciberseguridad de los veh¨ªculos tambi¨¦n responda a pr¨¢cticas estandarizadas que puedan certificarse a trav¨¦s de pruebas y auditor¨ªas y que permitan determinar el nivel de riesgo de los veh¨ªculos conectados para as¨ª poder establecer patrones de calidad tanto en el hardware como en el firmware o en las aplicaciones que instalan o acceden. Similar a las pruebas de seguridad f¨ªsica que se aplican actualmente.
Se trata de una necesidad imperiosa y m¨¢s a¨²n con la inminente llegada del 5G que har¨¢ de la conectividad un elemento primario.
- Las cifras
En 2015, casi un mill¨®n y medio de autom¨®viles fueron llamados a revisi¨®n en Estados Unidos a causa de problemas relacionados con su ciberseguridad. Actualmente m¨¢s de 100 millones de ECUs ¡ªunidades de control¡ª se encuentran instaladas en los veh¨ªculos m¨¢s modernos; un n¨²mero que seg¨²n algunos estudios no dejar¨¢ de crecer haciendo que, en un plazo de apenas 10 a?os, m¨¢s de 370 millones de coches dispongan de alg¨²n tipo de conexi¨®n o automatizaci¨®n.
En 2040 se espera que la consolidaci¨®n del veh¨ªculo aut¨®nomo sea un hecho. Los veh¨ªculos no solo controlar¨¢n todos sus elementos internos, sino que interactuar¨¢n con las infraestructuras intercambiando informaci¨®n con diferentes dispositivos localizados en la carretera ¡ªiluminaci¨®n, sem¨¢foros, pasos de cebra, c¨¢maras¡ª, con actores externos como ciclistas, peatones o incluso pasajeros, con otros veh¨ªculos para adaptar la velocidad o su posici¨®n en tiempo real; e incluso con otras redes para intercambiar informaci¨®n con sistemas de informaci¨®n localizados en la nube.
Juanjo Gal¨¢n es responsable de estrategia de negocio de All4Sec.
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